LA INFELICIDAD POR PARTIDA DOBLE
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 23 .10.2011
Les comentamos con toda sinceridad, amigos lectores, que esta no era, en principio la nota que habíamos escrito para ser publicada esta semana. Nada de eso. Nos habíamos ocupado de de un tema histórico, que hubimos de postergar. El hecho de ofender al gobierno por sus desaciertos o adularlo por sus logros no es nuestro objetivo y tampoco nuestro estilo. Nos agrada escribir sobre temas que consideramos más trascendentales, a la vez más interesantes y más acordes a nuestra forma de pensar, entre los cuales también se encuentra la crítica política y social, rodeada de mesura y carente de calumnia. Pero nunca faltan sucesos de intolerancia y de abuso de poder que desprecian las normas más elementales de la libertad y el derecho, y ello no es conveniente callarlo u ocultarlo, es más, es superadamente indigno consentirlo. A pesar de todo consideramos que la prudencia es estimable hasta que no nos queda otra que abrir la boca para decir hasta lo inconveniente y ello ha dado lugar a que muchos se refugien en el prudente refrán: “En boca cerrada, no entran moscas”. La libertad de expresión es un derecho inviolable y su ejercicio es taxativo, es decir que no admite discusión. Entre los que mandan y los que obedecen debe existir un mutuo compromiso inalienable y respetuoso de los derechos y obligaciones que les corresponde a ambos. Habiendo finalizando el precedente comentario, que obró a modo de introducción, vamos ya, de inmediato al tema: Leyendo el periódico del martes pasado nos enteramos con un asombro propio de colosos o titanes (por la dimensión gigantesca y estrafalaria de la noticia) de la multa impuesta a GLOBOVISIÓN. Consideramos que del mismo modo se habrán sentido muchos, inclusive los partidarios del régimen. La noticia que nos ocupa la tomamos de Nueva Prensa de Guayana y es el día de hoy suficientemente conocida y comentada, dice así:“Pedro Maldonado, Director General de Conatel, anunció en rueda de prensa, una multa al canal Globovisión por haber transmitido la crisis carcelaria del Rodeo II. El medio televisivo fue sancionado con una pecuniaria de 7.5% de los ingresos fiscales del 2010, suma que equivale alrededor de 9.300 millones de bolívares fuertes. El Director, declaró que “de manera unánime se decidió multar al medio Globovisión, por apología del delito; como también, de haber tomado declaraciones de madres desesperadas a las afueras del Rodeo, ya que eso generó zozobra”.Según Pedro Maldonado los artículos que el medio violó fueron el 27 y 29 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, y acotó que “Globovisión debe pagar la multa de manera inmediata”. Como se expresara en su comunicado, el ciudadano Pedro Maldonado, que ocupa el cargo de Director General de CONATEL, no hay vuelta atrás y Globovisión deberá acatar la medida, al parecer sin apelación. Es una decisión severa, más apropiadamente desmedida e injusta en grado sumo, como expresáramos más arriba. El asombro que produjo al hacerse pública, conmovió a Tirios, Troyanos y a aquellos que se declaran indefinidos. Con toda seguridad el primer asombrado habrá sido el Director de CONATEL quien no imaginaría, cuando se enterara con antelación de la medida, que la cosa iría tan lejos y quien no debe ignorar el riesgo inaplazable, que significa el hecho de asumir compromisos que le impone su cargo, que pueden conllevar a imputaciones severas que no prescribirán. También para su justificación, todos sabemos que una decisión de este talante y altura no es posible maquinarla en CONATEL, con funcionarios que solo hacen labores rutinarias. Esta es una medida retaliativa de una dimensión formidable, sumamente desacertada, inspirada en una sola voluntad, con la intención de sacar del medio a un órgano informativo que no fuera posible controlarlo ni domarlo y que se ha convertido en una piedra en el zapato del gobierno y en el principal bastión de la democracia. La medida, que seguramente dará que hablar al mundo entero por largo rato, tiene similar connotación con la trillada acción, propia de poderes autoritarios, de sacudir a algo o a alguien para que caiga sin empujarlo y así no generar responsabilidades ni culpas. A nadie le extrañará que cualquier día de estos Globovisión cierre sus puertas por una quiebra comercial, al no poder pagar la multa y no por causa de una medida originada por la censura oficial. A lo largo de la historia personajes sin escrúpulos, escudados tras el poder y en una aparente legalidad procedieron similarmente. Volviendo al comienzo, precisamente al título de la nota, subrayamos, que infeliz fue la noticia e infeliz serán las consecuencias de la medida. Por ello titulamos la nota con una expresión alusiva a la tan ansiada felicidad, pero en su opuesta acepción y además en partida doble. La sanción fue una infeliz ocurrencia y naturalmente, por causa y efecto se convertirá en una infeliz reparación, que habrá que responder tarde o temprano. Todo tiene su instante, de la misma manera que todo lo que sube baja. El Dr. Maldonado, titular de CONATEL, parece destinado a poner la cara cuando las papas queman y nadie se atreve a exponerla. Vez pasada cuando el mismo funcionario fungía como Director de DD.HH. del Ministerio del Interior y Justicia fue destinado por sus superiores a encargarse de la degradante y grosera expulsión de José Miguel Vivanco, de la Human Rights Watch. Al visitante se le violaron los derechos humanos más elementales y se le maltrató desconsideradamente. Pareciera que existe una suprema intención de apresurar, por cualquier medio, un proceso que lejos de medrar, se encoje y pierde credibilidad a cada instante. Se nos ocurre decir llanamente que se está comportando en forma similar una bicicleta que transita en bajada, que perdió los frenos, el manubrio está trancado, los cauchos se espicharon y se le salió la cadena. El final es previsible. Pasen un feliz y plácido domingo, amigos y consecuentes lectores…
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