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Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




Bautismo del libro “Las Mercedes del Llano y su Historia” de Edgardo Malaspina




  Juan Yáñez                           
                              La tarde del pasado sábado 14 de febrero de 2015, San Juan de los Morros fue el escenario para honrar a su hermana geográfica: Las Mercedes del Llano.
 Para la referida honra, precisó la mano de un ilustre protagonista, hijo de esa ciudad llanera, residenciado en San Juan de los Morros, que siempre tiene tiempo y espacio para recordar y escribir de su lar nativo.


Tal inconfundible personalidad no es otra que el Dr. Edgardo Malaspina quien tuvo la feliz idea de escribir sobre su pueblo un libro dedicado a su historia, su geografía, su pasado arqueológico, sus instituciones, sus personalidades, sus personajes populares, las pequeñas historias de la gente sencilla, recuerdos, anécdotas etc. En síntesis, según sus propias palabras “La crónica de un pueblo y su gente”

El cantautor Alberto Díaz
  El espacio destinado al bautismo de la obra mereció las instalaciones de la Biblioteca Rómulo Gallegos de la capital guariqueña y su padrino de honor, una presencia sumamente apreciada por los sanjuaneros, heredero de la más pura estirpe orticeña, que eternizara Miguel Otero Silva, en "Las Casas Muertas": el profesor Fernando Rodríguez, quien con elocuente y enérgica voz interesó a los presentes con sus acertados comentarios. 
El Dr. Argenis Ranuarez se lució con sus dotes de orador con un brillante discurso sobre parte de la vida y extensa obra del Dr. Malaspina. 
De igual modo el cantautor Alberto Díaz nos habló de sus experiencias en la tierra mercedista con su amigo el Dr. Malaspina.  

El profesor Fernando Rodríguez
Acompañamos al Dr. Malaspina, a su esposa, a sus hijas y nietos  una numerosa legión de amigos, que compartimos una feliz tarde sabatina que fue más que evento protocolar, una reunión familiar donde sobresalió el cariño, la amistad, la franqueza y la confianza.

El Dr. Malaspina en sus palabras a los presentes
(Acertada es la nota publicada (fragmento) por el portal de noticias “El Tubazo Digital” quien cubriera el evento  y dice así):

“Lo primero que llamo la atención es la fecha pautada para el evento, un 14 de febrero, día del amor y de la amistad y comienzo de los carnavales, sin embargo, la admiración y cariño por un ciudadano que transpira pasión y disciplina llenaron el espacio físico asignado en la biblioteca. Comienza el evento y toman la palabra varias personalidades de la vida cultural y literaria del Guárico, entre ellas el cronista Argenis Ranuarez, quien describe al Dr. Edgardo Malaspina como un hombre con profundo amor por su terruño, ya que una vez finalizado sus estudios de medicina en Rusia decide con la humildad que lo caracteriza regresar a Las Mercedes y ejercer su profesión.  Es de los pocos que experimentan en dos ramas del conocimiento tan distintas como lo son la científica y la humanística, pero su secreto es revelado y el cronista indica que el profesor es un erudito en la administración del tiempo. Es un hombre familiar que practica la tolerancia y la humildad, ejemplo de ellos confiesa el cronista son la veces ha sido transportado como paciente  en el propio carro del profesor que sirvió de ambulancia”.

El cronista de San Juan de los Morros, Argenis Ranuarez

Por nuestra parte solo nos queda felicitar a Edgardo por su inspiración literaria en este quinto libro publicado, y en toda la extensa labor como escritor en obras publicadas o no; en poesía, narrativa, investigación científica, biografía, ensayo y demás actividades, siempre generosas, brillantes y dignas del mayor elogio.

Finalizamos la nota adhiriéndonos a la opinión generalizada de sus amigos, colegas, alumnos y todo aquel que le conozca, por ser el doctor Edgardo Malaspina merecedor del mayor reconocimiento aunado a la amistad más sincera, por sus cualidades humanas y morales, en las que resaltan: la franqueza, la humildad, la sencillez y la estima... Dios cuide y bendiga al Dr. Edgardo Malaspina. 

Dr. Edgardo Malaspina
GALERÍA DE FOTOS



















DON NICANOR A FERNANDO RODRÍGUEZ.., PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE ORTIZ

Juan Yáñez

REEDICIÓN 15 de febrero de 2015   Nota publicada en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 5 de diciembre de 2010 
Nota bene 
                                       Ayer, sábado 14 de febrero de 2015 se bautizó un libro en la Biblioteca Pública Rómulo Gallegos de San Juan de los Morros. Un feliz evento que correspondió al quinto volumen publicado del Dr. Edgardo Malaspina. Allí a primeras horas de la tarde nos reunimos los amigos y los familiares más cercanos del autor. Fue un compartir entre gente que hablamos el mismo idioma de la amistad y el afecto. Entre ellos estaba presente el profesor Fernando Rodríguez, un viejo y querido amigo al que encontramos con dificultades al caminar, aunque con la misma energía y lucidez que siempre le acompañó. Hacía tiempo que no nos veíamos, la última vez, creemos que fue en Ortiz  en diciembre de 2010. En aquella oportunidad lo visitamos en "La Rodriguera" y hasta le hicimos una entrevista que publicamos.  Ayer el afecto y la amistad  se hicieron presentes con un fuerte abrazo nos saludamos y le expresamos: "Mira Fernando cubriré este evento (bautismo del libro del Dr. Malaspina) en mi Columna, pero antes reeditaré en ese mismo medio, aquella  nota-entrevista que hicimos hace años en La Rodriguera" , para revalorizar el tiempo vivido y gratamente recordado..."  Así y aquí lo estamos haciendo... De todo ello la vida se nutre; estamos evidentemente conscientes que de paso, aunque sabemos que la sincera amistad perdurará en todos los  espacios y tiempos.  

                                      

  
Don Nicanor Rodríguez ante el mostrador de su bodega
                                Ortiz visita nuevamente nuestra columna, apreciados y consecuentes lectores Tal como ustedes  recordarán,  no hace mucho publicamos un artículo que llevó por título “Las Casas Muertas de Miguel Otero Silva”, en alusión a la obra literaria que simboliza una imperiosa referencia en la historia de esta ciudad. 



En este mismo local, hoy una frutería funcionó la bodega de Don Nicanor

En aquella oportunidad la reconocimos con el preciso laconismo que expresaba nuestra sincera simpatía al llamarla “la ciudad llanera de nuestros más caros afectos”. Días atrás,  por una eventual circunstancia visitamos nuevamente a Ortiz, después de más de un año de ausencia. 
A la derecha Fernando Rodríguez, compañía
  del autor de la nota, en el interior de La Rodriguera.

Fue la pasada semana,  precisamente el sábado 27 de noviembre que llegamos temprano en la mañana, recorrimos sus calles, la encontramos favorablemente cambiada, con nuevas construcciones y comercios; y por sobre todo tuvimos la dicha de reencontramos con viejos amigos, de conocer a otros nuevos, de disfrutar de una mañana, sumamente pródiga y placentera. 
En la biblioteca de su padre


Previamente, durante el transcurso de la semana habíamos acordado telefónicamente con el Profesor Fernando Rodríguez una cita en La Rodriguera, la  casa de sus ancestros, en la esquina de la calle Bolívar con Sucre que se mantiene casi inalterable en el tiempo y constituye un inmueble de invalorable importancia histórica, aún perfectamente habitable y conservado, cargado de recuerdos, de anécdotas, de todo lo bueno y lo no tan bueno con que está hecha la vida. 

En el corredor de La Rodriguera


  Dentro de sus muros transcurrió la existencia de una familia de extensa tradición venezolana que el profesor Fernando Rodríguez Mirabal,  heredara en sus genes y continuara con la labor cívica y humanista  de su progenitor, el recordado Don Nicanor Rodríguez. Fue don Nicanor un patriarca, un hombre de principios,  con la sabiduría propia de los autodidactas y un relevante temple para organizar dentro de las estructuras cívicas y sociales a un pueblo, desmoralizado y necesitado de consuelo y esperanza.
El patio


 Su influencia y reconocida capacidad organizativa  que hoy llamaríamos gerencial y  que humildemente atesorara detrás del mostrador de su bodega, lo hizo presidir en 1938 la Junta Pro Reconstrucción de Ortiz que creara el gobierno del Guárico para sanear, organizar y reconstruir la economía y recuperar el bienestar social perdido. Posteriormente fue  legislador y se ocupó cargos de responsabilidad en la administración estatal.  Hoy su presencia de connotado hombre público late en los corazones de aquellos que lo recuerdan por ser el artífice del renacer de este pueblo que fuera abatido y olvidado. 
En el interior. Al fondo la puerta de entrada. A la derecha
la vitrina-ceibó



Aquel hombre que contagiara su entusiasmo a una sociedad que no le quedaba otra posibilidad  que renacer o morir definitivamente,  y los  animara a  continuar con sacrificio,  fe y esperanza; dejó mucho de su aliento y tenacidad en los claustros de La Rodriguera. 


La biblioteca de Don Nicanor Rodríguez
Encontramos su implícita presencia al traspasar la puerta de entrada, en el mobiliario, en el corredor, en las cañas bravas de su techo,  en las cosas, en las matas, en los libros de su biblioteca. 


Visitamos este recinto, que se conserva con el mismo cuidado que mantuviera don Nicanor en vida. Están sus libros perfectamente conservados y clasificados, su escritorio, su sillón y los objetos de uso cotidiano.
Ante el escritorio de Don Nicanor




 Sobre el corredor,  encontramos una vitrina-ceibó  que en su angosta verticalidad nos muestra la cristalería y el menaje de aquellas épocas en que el romanticismo tenía una rutinaria presencia que se extendía a las cosas y al uso que a aquellas se les daba.
Miguel Otero Silva

 En ese espacio Miguel Otero Silva y la cineasta Margot Benacerraf oyeron  de primera mano  las precisas descripciones sobre el pasado orticeño que  don Nicanor relatara y que motivara a Miguel Otero Silva, a escribir “Las Casas Muertas”.
Margot Benacerraf

Allí llegaron ambos personajes con la intención de recabar información para un proyecto cinematográfico que reflejara los infortunados sucesos que en el pasado asolaron al pueblo. Don Nicanor guardaba en su memoria imborrables recuerdos que comenzaban en su niñez en que fungía de monaguillo y con su propio nombre de pila,  Otero Silva lo eternizara en la novela. 
El fondo del corredor


El escritor al oír aquellos  relatos llenos de gallardía, de vivencias, de emociones, lo motivó y  encendió  la inspiración necesaria para escribir su novela, la cual sobreviviera  a la película, la que nunca llegara a filmarse. 

Nicanor Rodríguezdejó este mundo en 1990, y a partir de allí su hijo Fernando se convirtió en  su sucesor de hecho y de derecho, en el continuador de aquella voluntad que se esforzara en mantener viva la fe y la esperanza de su pueblo. 
Hoy día, el Profesor Fernando Rodríguez Mirabal, nuestro amigo desde aquellos lejanos  años en que llegamos a San Juan de los Morros, sigue firme y participando activamente en la vida de su ciudad y es la referencia obligada para dar a conocer el pasado y el presente de Ortiz. En la actualidad, la ciudad y el municipio se ha consolidado en su desarrollo económico, social y cultural después de largos años de esfuerzo y dedicación  de sus pobladores.
Ante el micrófono de la emisora de radio donde trasmite
su programa sabatino


 Aún, -nos dice Fernando, con su particular entusiasmo- queda mucho por alcanzar y para allá vamos. La vocación por educar, por trasmitir los valores humanos lo ha ocupado desde su juventud y hoy día continúa en la brega con el mismo cuidado, perseverancia y civismo de siempre.  La investigación histórica que por largos años ha desarrollado en esta ciudad lo ha convertido con suficiente mérito en su Cronista Oficial. Solo nos queda decirle al Profesor Fernando Rodríguez Mirabal,  con todo nuestro afecto y reconocimiento de siempre: Adelante profesor...
La  esquina de Av. Bolívar y Sucre en la actualidad. Todo el inmueble corresponde a La Rodriguera
A la derecha, sobre la calle Sucre, el frente de la casa.

Material gráfico del autor y de: sanjuandelosmorros.blogspot.com    por12metrosdecultura.blogspot.com   womenandholywood.com, a quienes se les agradece.