Buscar este blog

Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




EL OPTIMISMO COMO META

Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 31 de diciembre de 2011
La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante; de nosotros depende elegir el que más nos plazca.         Samuel Smiles (1812-1904) Escritor y reformista escocés.
                                                     El optimismo es una actitud ante la vida, amables amigos y consecuentes lectores.  Ser optimista es una disposición natural del ser humano que debe ser enaltecida y elogiada regularmente para no permitir que su antónimo, -el pesimismo, de tan nefastas consecuencias- la doblegue y nos convierta en personas abatidas. Las incongruencias que muchas veces nos ofrece la vida, nos suele  alterar el ánimo y por ello derivamos en actitudes desesperanzadoras y caemos en el pesimismo, una mala compañía que deriva de la servidumbre hacia  lo negativo o tendencia maligna al abatimiento y la depresión. El optimismo es el resultado de una fortaleza interior que ayuda a enfrentar las dificultades y  superarlas. Todos somos potencialmente optimistas o pesimistas, dependiendo de nuestras aptitudes mentales y espirituales. La diferencia estriba  en el desarrollo y la aplicación  de nuestras cualidades personales. Algunos de nosotros mostramos entusiasmo ante  las oportunidades que buscamos o que nos ofrece la existencia, aunque estas no sean suficientemente adecuadas o ventajosas. Otros con una personalidad altiva o inconforme, encuentran o imaginan, obstáculos que no se atreven a superar. Maligna es la apatía y también lo es la desmesura en las apetencias. Asimismo señalamos que,  benévola es la voluntad cuando va de la mano de la mesura. Los individuos de temple, moral y valor serán siempre los que indicarán el camino correcto y merecedores de ponderación y respeto. La moderación y la sensatez serán elementos infaltables para el desarrollo del optimismo. Del mismo modo es fundamental  el incremento y fortalecimiento de la autoestima. Estimarse es despertar los valores humanos y sensibilizar la existencia. También algunos de nosotros solemos ser criaturas débiles o inseguras y en otros casos con conductas inadecuadas o réprobas  que afectan nuestra relación con el entorno. Es importante que se cultive la percepción evaluativa de nosotros mismos, que seamos concientes de nuestra forma de ser, de comportarnos. Evaluarnos, corregir nuestras debilidades y potenciar nuestras virtudes.  La autoridad que establecen los principios éticos serán los factores determinantes de nuestra personalidad y de nuestra valía. Los seres íntegros, honestos y solidarios serán concientes de su probidad,  por ende claros y seguros de sus comportamientos.  También sus personas serán cónsonas con sus cualidades éticas, por sobre todo útiles a si mismos, competentes por su alta autoestima  en cualquier situación de la vida y  capaces de brindar ayuda a los demás.  Según Martin Seligman, psicólogo de la Universidad de Pensilvania que ha hecho todo tipo de estudios acerca de las diferencias entre la manera de pensar de los optimistas y la de los pesimistas,  opina:  “Un optimista es aquel que cuando le sale mal algo o quiere conseguir algo se plantea "que es lo que yo tengo que hacer o cambiar en esta situación", mientras que un "pesimista" es aquel que se ve a si mismo como impotente ante un mundo adverso, o a merced de su propio carácter, que le es imposible cambiar”. El optimismo es un apéndice  de la Esperanza que junto con la Fe y la Caridad constituyen según la teología cristiana, las Virtudes Teologales que son aquellas que el Creador propaga en la razón y en la voluntad del hombre para proyectar sus actos hacia Dios. Estar en paz consigo mismo, con nuestros semejantes y con toda la Creación es una actitud positiva y por lo tanto optimista. Todo lo contrario será una actitud desintegradota y conflictiva. Hasta la salud se beneficia o perjudica de acuerdo a nuestro temperamento. Las personas cuanto más desarrollan el optimismo mejoran su resistencia  a las enfermedades, fortalecen su personalidad, aumentan la confianza en si mismos y se afianzan para la superación de situaciones traumáticas o estresantes. El optimismo debe ser considerado como una meta y a la vez como un recurso. La perseverancia en los objetivos de la existencia, sustentados con una actitud positiva y la confianza en nuestras capacidades aumentan las expectativas de éxito en cualquier iniciativa que emprendamos. De esta manera, amables amigos, dejemos que las palabras se adentren en nuestra personalidad y nos sirvan para ser más  valiosos. Positivismo es sinónimo de optimismo y ambas serán apreciables metas ante la vida, que a cualquiera mortal le permitirá salvar obstáculos o dificultades, muchas veces consideradas insalvables. El nivel de optimismo obedece a la forma positiva de pensar y la capacidad indoblegable de la constancia. Pensemos entonces con la convicción que emana de la Fe y obremos con decisión,  entusiasmo y perseverancia. Oportuno sería adoptar estas premisas para emplearlas en el nuevo año que se inicia. El 2012 no será un año fácil, pero con optimismo y firmeza superaremos las dificultades, queridos amigos. Feliz y próspero 2012 para todos…  


Material gráfico: bligoo.com   feliz2012.net

UN MILAGRO DE NAVIDAD…


Juan Yáñez

Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 26 de diciembre de 2011
                                               
                              Si nos preguntaran, si creemos en los milagros, sin dudar un instante responderíamos que sí. Es más,  estamos absolutamente convencidos de que los milagros suceden a diario, que son obra y gracia del Creador. Muchas personas también creen, otras no tanto y aquellos que se consideran escépticos, transitar por el camino de la vida puede ser una experiencia desalentadora. Creer en Dios es una conquista de inconmensurable valor, que nos servirá principalmente para superar los trances más tristes  o dolorosos que muchas veces la existencia trae consigo. Los momentos más amargos pueden superarse con la resolución que emana en aquellos mortales que han desarrollado la Fe. Dudar es perfectamente racional, porque este mundo, con acontecimientos, tan desmesurados e incontrolados donde impera la hostilidad, la violencia, la intolerancia y otras tantas malignidades nos hacen creer que Dios se ha apartado de su creación, que nos ha abandonado, desprotegido, traicionado.  No.., amables amigos y consecuentes lectores, de ninguna manera…, Dios está y estará tan vigente, como lo estuvo el primer día de la Creación… Ese convencimiento que nos hace confiar en su presencia eterna  e infinita, es el resultado de la suma de dos virtudes:  FE Y ESPERANZA. Ambas son imprescindibles para la vida y ellas nos dan  entusiasmo, energía, capacidad para luchar y nos harán merecedores de aquello que es insoslayable en toda existencia: Descubrir la importancia de vivir.  Por esa conquista  es imperioso luchar para ser mejores cada día.  Existe un relato interesante y emocionante, absolutamente verídico, que está inspirado en una historia que  publicamos tiempo atrás y que en esta oportunidad volvemos a reeditar. Es fundamentalmente una semblanza sobre la vida y  hay en él una evidencia del cuidado infinito del Creador hacia nosotros. Dice así…: María, (es el nombre de la protagonista) era una joven mujer, que enferma de tuberculosis se hallaba postrada en una cama de un hospital. Su gravedad era extrema y se la consideraba desahuciada. Había contraído la enfermedad, por contagio de su esposo, quien desconocía estar enfermo cuando con ella se casó. La tuberculosis de él,  era moderada y no requería internación. Sin embargo a ella, el bacilo se alojó en un lóbulo inferior  de un pulmón y formó allí una caverna de imposible acceso. Se desestimaron los procedimientos quirúrgicos para alcanzar la zona afectada por lo complicado de la operación y el estado de debilitamiento extremo de la enferma. Se intentó un recurso no-quirúrgico, con la esperanza de ayudar a que la naturaleza eliminara la cavidad y hubo de suspenderlo por la intolerancia y el riesgo de muerte de la paciente. Ya no se intentó nada más,  para ese entonces, había perdido mucho peso, tenía una fiebre constante y un decaimiento general que presagiaban un desenlace irremediable. Su médico conciente de haber agotado todos lo procedimientos que la ciencia médica disponía en aquellos años  y sin otra alternativa que esperar la voluntad de Dios, fue sincero con María. Ella agotada y entregada, con una triste sonrisa aceptó su inexorable destino… Más, con lágrimas en los ojos suplicó al galeno que la dejara pasar la próxima Navidad en su casa, si todavía seguía con vida. El médico se inquietó, por la aspiración de María. Su enfermedad era altamente contagiosa, aunque no para su esposo que ya enfermo era inmune, pero sí,  para dos  pequeñas hijas de ambos que vivía en la casa, junto a su padre. El doctor compadecido, prometió a María que pasaría la Navidad con los suyos. Aceptó a pesar del grave riesgo de contagio a que se exponían las personas que se relacionaran con la enferma, por la sencilla razón de creer a cabalidad, que la paciente  no sobreviviría para aquella fecha……..Para sorpresa de todos, María sobrevivió, aunque muy  desmejorada y casi moribunda. El médico preocupado y sin otra alternativa que cumplir la promesa, autorizó a María a pasar la  Nochebuena en su casa. Le advirtió que no debía tocar a nadie y hablar cubriéndose la boca ante todas las personas, con la excepción de su marido….Regresó al hospital el día de la Navidad, por la tarde. Volvió a su cama, a su agonía, a su esperar la muerte… Su estado se complicaba día a día. Al poco tiempo su aspecto era impresionante, había bajado de peso, tanto que había quedado en piel y huesos. Empezó a padecer nauseas y otros síntomas propios del embarazo. Su médico dudó, dado su estado de debilidad, que hubiere sido fecundada. A pesar de ello ordenó los exámenes pertinentes y para el asombro de todos, dio positivo. Se consideró la inconveniencia de la gestación, pero  por la gravedad de su situación se aceptó su evolución, con el convencimiento de que su organismo rechazaría al feto. La salud de María empeoraba y se tenía la certeza de que más temprano que tarde, moriría…Un par de meses después, María comenzó inesperadamente a mejorar, descendió la fiebre, empezó a comer con apetito, aumentó de peso, ante la sorpresa de todo el hospital. Una radiografía reveló que el crecimiento  la cavidad se había detenido. A poco otra placa confirmó la causa. El diafragma de María, empujado por la criatura, hacía presión sobre el lóbulo enfermo y ocasionaba que las paredes de la cavidad se unieran y sanaran. ¡Su hijo la estaba salvando!... Cuando alumbró, ya estaba lo suficientemente recuperada para atender a su bebé, quien nació vigoroso y sano. Pocos  meses después mejoró y fue capaz de volver a su casa y hacer una vida normal……Es entonces consecuentes lectores, que sucedió el milagro…., la ciencia no fue  ajena a ello,  porque ella se nutre de ÉL.., quien con  su gracia y voluntad alcanza y supera los límites de aquello que consideramos imposible…  Pasen queridos amigos con la mayor de las dichas, este domingo de Navidad… 

MENTADA DE MADRE

Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 18 de diciembre de 2011

“Con la madre y con la patria, contra todo y contra todos, con razón y sin ella”.  (Refrán español)
                                              Desde tiempo inmemorial los insultos han sido moneda corriente y rutinaria en las relaciones humanas. Los hay para diferentes propósitos, variedad de tipos y de estilos; generalmente la educación del que lo exprese depende la dimensión  de la  destemplanza. Es de lo más normal que en el fragor del  tránsito de las ciudades se escuchen epítetos disparados por los conductores contra sus pares o contra los peatones y también de estos últimos hacia los conductores desconsiderados. Los más suaves, aunque expresados con incontrolada furia no pasan de rebuznos como: ¡Animal!, ¡Bruto! o ¡Gafo! También los hay de mayor calibre dependiendo de la causa que origina el insulto y también de la medida del mal día que ha tenido el que insulta. En esas situaciones es frecuente lo que en Venezuela y otros países de habla hispana se conoce como mentada de madre. ¿A quién no se la han mentado alguna vez? 
María Teresa Castillo, la madre agraviada
Tal insulto nos es sumamente ofensivo porqué la madre de uno es lo que más nos duele y a nadie le gusta que la nos la tilden de prostituta o igualmente que nos lancen la otra variante de la ofensa, aquella en que nos nombran el órgano de sus anatomía, por donde generalmente nacemos.  Pero esos epítetos no son otra cosa que producto de una ira momentánea, sin mayor trascendencia ni importancia. Sin embargo hay quienes hacen del insulto un medio de vida y siendo sus naturalezas serviles, se ocupan de ofender a los  adversarios de aquellos que con sus favores lograr medrar. Estos insultos son maquinados con toda alevosía, propio de mentes pervertidas que jamás han hecho nada útil ni positivo, donde el resentimiento hacia los valores y el esfuerzo es una clara consigna de la inmoralidad de su comportamiento. Los hay en todas partes, están siempre al acecho como fieras carniceras para salirles  al paso a cuanto mortal disienta de aquello que con todo derecho no comparta o tolere. Dice el refrán, amables amigos y consecuentes lectores, que para muestra basta un botón. Ciñéndonos a ello será oportuno ilustrar lo que más arriba hemos suscrito y lo haremos con una noticia publicada recientemente en la prensa escrita que dice así: <“La jueza 15 de Juicio, Dinorah Yosmar González, exoneró de responsabilidad penal a Mario Silva, conductor del programa La Hojilla, que se transmite por Venezolana de Televisión, por los delitos de difamación e injuria agravadas en perjuicio del presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero y su progenitora María Teresa Castillo. 
La defensa de Silva interpuso varias objeciones con el propósito de dejar sin efecto la querella formalizada en julio de 2011. Alegaron que Miguel Henrique Otero no tenía legitimidad para demandar a Silva, pues la agraviada habría sido María Teresa Castillo y sólo a ella correspondería ejercer las acciones judiciales en defensa de su honor y reputación. Los apoderados judiciales de los denunciantes, Juan Garantón y Juan Ernesto Garantón, replicaron que no hay duda de que Miguel Henrique Otero es víctima directa y que las grabaciones de las ediciones de La Hojilla correspondientes a los días 6, 8 y 11 de julio de 2011 constituyen plenas pruebas de los agravios denunciados. Sin embargo, la jueza les restó valor por considerar que no estaban certificadas por Conatel.  "En la audiencia Mario Silva volvió a admitir que se había referido a Miguel Henrique Otero como un hijo de puta. Pero la jueza, finalmente, determinó que la expresión hijo de puta no es difamatoria ni injuriante, sino que corresponde al ejercicio de la libertad de expresión", indicó Garantón.  Otero dijo que la decisión de la jueza González pasará a la historia como un grave precedente: "El Poder Judicial avaló las ofensas que impunemente se transmiten por el canal del Estado. ¿Es que acaso la expresión hijo de puta se podrá utilizar en cualquier instancia? La jueza no tomó en cuenta que Conatel nunca atendió nuestros requerimientos, por lo cual mal nos puede exigir la certificación de los programas de La Hojilla . La jueza ignoró los insultos en mi contra y sólo consideró los proferidos contra mi madre. Estamos indignados, pero seguiremos luchando por nuestros derechos y no nos van a amedrentar".>
Mario Silva

Sin duda este fallo bebería crear un precedente jurídico para legitimar este insulto en todas las instancias, como ya lo adelanta el  director de “El Nacional”, quién con toda seguridad estimamos, no saldría bien parado, si fuera su persona la que agraviara con ese insulto al conductor de “La Hojilla” o a otro cualquiera. Lo que es bueno para el pavo debería ser bueno para la pava. Las leyes son para cumplirlas y si no lo hacemos o si existen excepciones en su acatamiento estaremos adentrándonos en un terreno sembrado de cizaña que más temprano que tarde hará crisis. Ya las instituciones del estado no aguantan la menor credibilidad y la desconfianza se agiganta constantemente. La anarquía es una incoherencia desaconsejable y altamente peligrosa para todos y más aún para aquellos que detentan poder. La prudencia es elemental para todo aquel que le cabe la gestión pública. La Historia está repleta de referencias relacionadas con ello y mientras existan personas que pretendan llevarse todo por delante, sin medir sus consecuencias, engrosarán sus páginas. Pasen un feliz domingo, queridos amigos…  

Miguel Otero Silva y sus abogados luego enterarse del veredicto
Material gráfico: godessekhmet.blogspot.com  peru.indymedia.org   resistenciaccs.blogspot.com  lapatilla.com   elnacional.com 

EL DISPARATE

Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 11 de diciembre de 2011

Ay! ¡Qué disparate! 
Se casó una vieja y con un mocito.
De blanco vestida, y ramo de flores…

                    Este fragmento de un poema dedicado a acontecimientos irrelevantes y que continúa haciendo una sátira hilarante a una boda,  lo cantábamos cuando niños y nos causaba una particular gracia. Mi prima Dorita era la más atrevida y corría tras nosotros vociferando el estribillo impío ante nuestros oídos, sin darnos tregua y aturdiéndonos inclementemente.  Desde aquella lejana y amada época en que cualquier tontería nos causaba gracia ha pasado mucha agua bajo el puente. La existencia siguió su curso; logros y fracasos, alegrías y tristezas. Vivimos épocas buenas, otras no tanto; nos toco comer de las verdes, también de las maduras y ahora como están las cosas ya no quedan ni siquiera de las pintonas para ese propósito. A pesar de ello optimistas aún estamos y con entusiasmo para seguir adelante en el trecho que nos queda por recorrer. Aquel infantil poema que hoy recordamos, nos servirá para hacer una glosa que deviene de una triste realidad con visos de tragedia,  que nos incumbe a todos los que en este país vivimos. ¡Ay, Que disparate.., amigos lectores!   Disparate significa, según la Real Academia Española de la Lengua: Hecho o dicho disparatado. Coloquialmente, atrocidad.(…). Al insistir buscando disparatado nos encontramos con: Dicho de una persona que disparata. Contrario a la razón. Terrible, muy grande (…). Por ahí viene la cosa, amables amigos y consecuentes lectores. Muchos nos preguntamos: ¿A qué nos llevará todo este desbarajuste nacional? Solo Dios lo sabe, pero es posible imaginar que no será fácil encauzar el rumbo, inmersos como estamos en una  situación económica, política y social sumamente delicada y desfavorable,  producto de equivocaciones, improvisaciones y corrupción, que en esta última década han colapsado la nación en  todos sus  niveles.  Vivimos en un país endeudado e hipotecado a pesar de los extraordinarios ingresos por extracción petrolera que jamás nación alguna se ha beneficiado en estos últimos años. Un país que alguna vez fue próspero, digno y feliz, donde se ejercía el derecho y donde los gobiernos respetaban la Constitución y las leyes. Errores siempre los hubo y los seguirá habiendo. Correcto es enmendarlos, corregir sus causas y aplicar los correctivos que correspondieren. Del error brota el acierto, pero en estos últimos tiempos se han acumulado errores garrafales, unos tras otros y jamás se reflexionó, a pesar de las reiteradas advertencias de muchos a los que les duele el país, saben expresarse,  conminaran a las autoridades al diálogo, a la sensatez y al tino. Nada se consiguió. Estamos ante un gobierno que viola la Constitución a diario, que no oye, que tampoco ve, que su mente bulle de desatinos absurdos y descabellados, que sin embargo habla, habla y habla. Quiérase o no, debe oírsele sus reiteradas arengas partidistas por cadena nacional. Un gobierno que ordena, que exige, que abusa, que instaura, que organiza, sin la menor consulta y consideración por sus gobernados; que los irrespeta constantemente, que no deja de provocarlos  e intimidarlos. Días pasados  el presidente Chávez en declaraciones ante el canal del estado tildó gratuitamente  a los precandidatos de la oposición, de estafadores de sus ideas, como si las ideas tuvieran propiedad intelectual. “Ellos están tratando de disfrazarse, algunos de manera muy torpe, para tratar de venderse. Quieren parecerse a nosotros… Algunos dicen: 'Yo soy la esperanza de los pobres' (...) ¡Tremenda estafa! Pero no van a poder con un pueblo que despertó". Igualmente el pasado domingo al emitir su opinión en Venevisión, Chávez destacó que los seis precandidatos "están en función de un show que montan allí y en función de algunas preguntas que ya conocen, sin duda, y las respuestas las van elaborando". También los descalificó con frases fuera de contexto para un jefe de estado, sobre la continuación por parte de ellos de las misiones emprendidas bajo su gobierno. "Qué van a hacer nada de eso. Ellos están como el cuento de Caperucita Roja. Están tratando de vestirse de mansas palomas, del disfraz de la abuela y es el lobo", comentó. Inauditas declaraciones y procedimientos, amen de las  irracionales leyes promulgadas en estos últimos tiempos, bajo el amparo de los poderes especiales que la Asamblea Nacional delegó en el presidente. Negro es el futuro de la nación ante la aplicación de la Ley de Costos y Precios Justos y más negras aún serán las consecuencias de tal medida, que originarán el desabastecimiento de los más elementales artículos de primera necesidad, que dicho sea de paso, hace ya tiempo se corre un albur  para conseguirlos. Otro disparate es la Ley de Inquilinato que generará la imposibilidad de encontrar un techo donde cobijarse a aquellos que solo disponen para pagar un alquiler. Y no hablar de las 100.000 casas que el gobierno dice haber construido en el 2011 y según fidedignos datos no alcanzó ni a las 35.000. La verdad no miente ni ofende, interminable es el disparate y terminable el espacio en el papel, amigos lectores. Pasen un feliz y plácido domingo…




Material gráfico: soberania.org   ovariowordpress.com

EL MORIR, EL DECIR Y LA DIGNIDAD


Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 04 de diciembre de 2011
                                               Inevitable es morir, el  trascendental acto donde finaliza la existencia y donde la dignidad no debería quedar fuera de contexto. Morir es un trance inherente a la vida y está sujeto a ella como las cuentas de un rosario.  Morir es el último episodio de la vida y debería tener perfecta coincidencia con nuestras acciones pasadas, aunque si estas no alcanzaren a ser dignas o aceptables, una sincera y póstuma contrición enaltecería la conciencia de aquel que concluye su existencia. Evidente es, que la vida es una amalgama de errores y aciertos, donde nadie puede disponer de la certeza, ni de la infalibilidad como una cualidad personal. Plausible es reconocer el error y acertado enmendarlo. Seremos solemnemente ciegos si nos ahondamos la superficialidad que dan las presunciones; y alcancemos los valores absolutos y perdurables que se hallan en la profundidad de la conciencia. Ensoberbecernos es un fácil y complaciente derrotero que ocultará la virtud e invariablemente donde no hay virtud habrá ignorancia y envilecimiento. Todo ello será valioso para nuestras reflexiones y jamás será tiempo perdido. Somos criaturas imperfectas, aunque perfectibles y la revisión de nuestro obrar y disposición  será determinante para alcanzar la correcta pauta de la existencia.  El tema de hoy, amigos y consecuentes lectores, deriva de una puntual y precisa circunstancia  del pasado inmediato como lo fue la muerte de Muamar Gadafi. Este hecho nos dará oportunidad para ejercer el derecho de opinión sobre este acontecimiento y las declaraciones del Gobierno Venezolano que procedieron al suceso. La crítica va dirigida hacia el Ejecutivo Nacional, que aunque tardía, no carece de una relevante actualidad por la similitud de los acontecimientos que se están sucediendo en otro país (Siria)  con el cual Venezuela ha establecido recientemente vínculos políticos. Volviendo a Gadafi, destacamos que censurable es desde todo punto de vista y más desde los preceptos cristianos, la violenta muerte del dictador libio, a pesar que los que le dieron muerte le aplicaron la misma medicina que este sátrapa de cuidado, empleara desde hace muchísimos años a su propio pueblo. Es una larga historia de crímenes de la más abyecta naturaleza que soportara gente inocente que clamara por vivir en paz y armonía. Este dictador, lleno de codicia, amante de los lujos y los privilegios, ensombrecido por el poder, con la vileza más acrecentada por su vocación asesina, barrió con saña a cuanto ser no aceptara  sus designios. Sin embargo esa actitud arrogante se trastocó en una despreciable cobardía cuando fuera descubierto, apresado y ya en manos de sus captores temiera por su vida e implorara compasión.  Atrás quedaban sus acciones despóticas y crueles  contra su propio pueblo y hasta ciudadanos inocentes de  otras latitudes a los que alcanzara con sus actos terroristas, en represalia por restricciones económicas que otras naciones le impusieran.  La rebelión que dio origen a su caída se gestó durante años y muchas veces naufragó por culpa de las alcahueterías de gobernantes de países del primer mundo que aceptaban  los lenocinios para favorecer a intereses económicos. Mucho más podemos decir de este semejante, que se creyó Dios y abjuró de todas las probidades  humanas y los derechos de las personas. No hay duda que el pueblo libio agotó la tolerancia y estalló con una violencia incontrolada. Similares acciones comenzaran en otro pueblo árabe y continuarán seguramente por todo orbe donde aumente el descontento y  continúe el  despotismo. El otro tenor que nos ocupa hoy constituye el complemento de lo anteriormente tratado, tiene que ver con honorabilidad en el discurso. Honroso es morir con dignidad, como digno expresarse con templanza y decoro. El Gobierno Nacional por diferentes voceros, tras la muerte de Gadafi,  exteriorizó con  comunicados que enaltecen, sin el menor recato, la figura oprobiosa del dictador desaparecido; ignorando que el occiso jamás respetó los derechos, ni la dignidad humana. Absolutamente inapropiadas fueron las declaraciones del presidente Chávez quien expresara con sus propias palabras, que la muerte del líder libio Muamar Gadafi es un “asesinato” que constituye “un atropello más a la vida”, y afirmó que su ex aliado será ahora recordado como un “mártir”. “Lamentablemente se confirmó la muerte de Gadafi. Lo asesinaron, (es) un atropello más a la vida”, comentó Chávez, quien agregó que el fallecido líder norafricano será a partir de ahora considerado un “mártir” y un “gran luchador”. Estas fueron sus declaraciones a la prensa en la  ciudad de La Grita, donde fuera motivado por su fe en el Cristo,  homónimo de la ciudad, para rogar por su salud. 


Conocido por todo el orbe es la infeliz y bochornosa simpatía del que el presidente venezolano muestra y lo considera un amigo a quien  instaba a proseguir la lucha desmedida y brutal  contra su pueblo. Tal parcialidad impropia e innecesaria  por demás,  nos ofende y avergüenza, más aún por ser alentada por propio presidente.  Nos queda ahora esperar sus comentarios sobre el inevitable derrumbe del gobierno sirio.  Este vergonzoso  régimen  es una copia al carbón del la administración de Gadafi en su represión fraticida y que  su caída será solo cuestión de tiempo. Pasen un feliz domingo, amigos todos...




Material gráfico: personajescaricaturescosdel mundo.wordpress.com

MARK TWAIN, EL ESCRITOR DEL MISSISSIPPI

Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 27 de noviembre de 2011
                            A Carl Frank Newton, viejo amigo estadounidense,  quien nos  recordara la  emoción que viviera, cuando siendo niño, contemplara y tocara  las aguas del significativo río, llevado de la mano de su padre
                                                                              Amables y pacientes lectores, como han notado, seguimos en la onda literaria. La literatura es un agradable refugio que compensa con creces el estrés que provoca maremagno existencial de estos últimos tiempos. Hoy nos permitimos invitar a esta columna, a un escritor que  la literatura universal no puede dejar de mencionar y las razones porque sobresale en su oficio, se subordinan a la originalidad, la naturalidad, la frescura, la expresividad y el atrayente vigor narrativo de sus obras. El personaje de estas líneas es Samuel Langhorne Clemens,  mejor conocido como  MARK  TWAIN,   (1835-1910)  del que se cumplieron, el pasado año, 100 años de su muerte
Mark Twain


Muchos de nosotros, que desde niños nos apasionó la lectura, recordamos sus libros y entre ellos se destaca su más famosa obra: Aventuras de Huckelberry Finn,  aquella novela de aventuras que leímos por vez primera, al comenzar la adolescencia; en esa etapa de la vida en que se manifiestan las rebeldías más inexplicables e incomprensibles. Leer a Huckelberry, significaba compartir y hacernos cómplices de las correrías  del protagonista y su dilecto camarada Tom Sawyer. Acontecimientos plenos de osadías y ocurrencias que protagonizaban dos muchachos de nuestra misma edad y análogas aficiones. Esta obra es, según opinión de  Ernest Hemingway, el mejor libro que se haya jamás escrito y que fuera editado en 1884.  En su texto se relatan las aventuras de un muchacho inquieto, de humilde  extracción social, que con lenguaje popular narra en forma coloquial, vivencias de gran interés e ingenio. En la obra están  reflejadas sus primeras experiencias en la vida, del gran  río, que en torno a él se desarrolla la trama, que nos describe la vida de los lugareños,  de los esclavos negros, de las peculiaridades, costumbres y hábitos de la época. Escribió asimismo otras dos obras con similar contenido e importancia como son,  Las Aventuras de Tom Sawyer,  y Vida en el Mississippi. 

El escritor eligió su apodo de una expresión popular norteamericana que se utilizaba en la navegación  del Mississippi, el gran río de su niñez y juventud; y que significa “marca dos brazas”. La locución refiere a la expresión del encargado de medir la profundidad del cauce del río cuando se navegaba y de esa manera prevenía  al piloto el riesgo de encallar. Se le considera uno de los grandes escritores y el  más destacado humorista de la literatura norteamericana y el que más supo mostrar en sus obras el genuino espíritu nacional de su país. Este carácter disponía de una sutil pero marcada sátira e ironía y a la vez con un sentido afectuoso y  humano.  Criado en el ambiente aldeano y pobre  de los pueblos ribereños del Mississippi, se nutrió de su cultura y se formó a si mismo en el saber intelectual. Temprano dejó la escuela al morir su padre, del que solo heredó la pobreza y se inicia siendo poco más que un  niño en la actividad periodística en los talleres de imprenta de una publicación de su pueblo. Posteriormente realiza  el sueño que desde niño lo marcó definitivamente en su relación  con el río más emblemático y representativo de su nación. Fue aprendiz de piloto de vapores que navegaban en el gran río y de sus experiencias  provinieron las contingencias que más tarde contará  en Vida en el Mississippi. Al estallar la Guerra Civil (1861-65) fue reclutado por las fuerzas sureñas durante toda la contienda. Enviado a Nevada y California tuvo oportunidad en formarse intelectualmente y se desarrolló como escritor y conferencista. Al finalizar la guerra  escribía artículos de un humorismo nacional y popular  en un importante periódico de Nueva Orleáns. Luego en 1867 viaja a Europa, Asia y Áfica como corresponsal.  En 1868 publica una serie de cuentos en un libro con el jocoso título de La célebre rana saltarina del condado Calaveras. En 1870, ya convertido en un periodista destacado en el ambiente político del Congreso, publicado ya libros que lo reconocían como un escritor de mérito y en un conferencista solicitado y bien remunerado, se instala en el este y contrae nupcias. 

Comienza una etapa de su vida en que el éxito y la prosperidad lo galantean y lo convierten en una personalidad altamente apreciada y popular. Esa alta calidad de vida no duró mucho. A pesar de haber ganado mucho dinero y de haberlo disfrutado, su talento como escritor no hizo eco en las inversiones de alto capital que emprendiera en la industria gráfica, que lamentablemente lo llevaron a la ruina. En la última parte de su vida hubo de soportar la tragedia familiar.  Murieron sus dos jóvenes hijas, su mujer y desencadenaron estos sucesos una aguda crisis espiritual de la que a duras penas pudo apenas controlar. Sin embargo continuó produciendo en desigual lucha con su interior, pero con tesón, que a su muerte en 1910 dejó mayor número de manuscritos que la totalidad de su obra publicada. En sus últimos años escribió una Autobiografía que fuera publicada en 1924 en la que sintetiza su personalidad que se reconoce como nada excluyente, altamente solidaria y rica  en valores de contenido espiritual y humano. Pasen un feliz y plácido domingo, amables amigos…


Material gráfico: smorning.wordpress  1001libros.com   blocs.xtfc.cat

LAS LANZAS COLORADAS “

Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 20 de noviembre de 2011              
                                       “Destaqué al Sargento Ramón Valero con ocho soldados…, conminando a todos ellos con la pena de ser pasados por las armas si no volvían a la formación con las lanzas teñidas en sangre enemiga… Volvían cubiertos de gloria y mostrando orgullosos las lanzas teñidas en la sangre de los enemigos de la patria”.  José Antonio Páez
                                                       La Historia ha sido siempre una disciplina fundamental   y lamentablemente se pretende en estos últimos tiempos, por algunos que poco les interesa o les incomoda, obviarla. Pero será tiempo perdido ese absurdo propósito, porque la Historia posee testimonios indefectibles y precisos con los que se va nutriendo a cada instante, que es imposible prescindir u ocultar.  A pesar de ello, no renuncian a tergiversarla o acomodarla a sus intereses o caprichos, sin percatarse que no conseguirán  otra cosa que envilecerla, desvirtuarla, adulterarla y entonces perderá la autenticidad que le es esencial y no quedaría  otra cosa que  patraña. Pareciera que olvidando el pasado se pretendiera construir un presente ficticio, lleno de simulaciones y embustes. Por ello la Historia será siempre eficaz consejera y servirá para dar el verdadero y justo valor a los hombres y a sus obras. Es Venezuela rica en historia y en ella están reportados acontecimientos plenos de valor y osadía que se suscitaron durante la Guerra de la Independencia que se escenificara en el territorio de lo que fuera la Capitanía General de Venezuela y que consolidara luego la idea de patria o nación. La Independencia se gestó con personajes de la más diversa condición, que lucharon en cruentas acciones, tan feroces y salvajes que aquellos que no fueran temerarios o valientes  debieron serlo a juro, es decir, apremiadamente; porque no quedaba otra alternativa posible. Es nuestra intención ocuparnos en esta nota, amables y consecuentes lectores, no precisamente de historia, sino de literatura histórica, lo que equivale a hacer de  hechos reales, una representación imaginada por el autor, aunque ceñida y veraz a lo objetivamente acontecido. La obra elegida ya se ha citado en el título, es una novela que se convertiría junto con otras, también de autores latinoamericanos, en lo que se llamó narrativa regionalista. Arturo Uslar Pietri, escribió “Las Lanzas Coloradas”, en una estadía en París y que publicara en 1931 en España. El escritor logró en esa narración, mostrar el esteriotipo del llanero venezolano en su faz guerrera o combatiente. La obra se convertiría en una de sus más difundidas creaciones intelectuales y que le diera reconocimiento universal. La  corriente literaria en que está encuadrada la narración, se iniciara a principios del siglo XX. Similares connotaciones de forma y estilo las encontramos en La Vorágine, del escritor colombiano José Eustaquio Rivera, publicada en 1924, también en “Don Segundo Sombra”, del argentino Ricardo Güiraldes de 1926 y posteriormente en 1929, aparece “Doña Bárbara”, de su compatriota Rómulo Gallegos. De la misma forma que Uslar Pietri logra en su libro una descripción fiel del llanero de esta tierra, Rivera la hace con el hombre de la selva colombiana y también Güiraldes esboza al gaucho argentino. Todas las obras nombradas tienen como factor común un simbolismo acentuado por las particulares características de las regiones donde habitara el hombre que dará vida a cada uno de los relatos.  Uslar, en “Las Lanzas Coloradas” prescinde del paisaje y del expresivo regionalismo para enfocar directamente el desnudo drama humano. Ese aspecto bien lo explica el escritor en la Presentación de sus Obras Selectas (Madrid-Caracas, 1956). Detalla que la redactó: “(…) frente a una ventana que daba a una calle gris, sin mirar la ventana ni la calle, sino asediado de las visiones de mi país. No entré por el camino de la novela histórica  por gusto arqueológico o por manía reconstructiva, sino porque pensé que para expresar lo nacional, fuera del mero paisajismo, había que comenzar por buscarlo en las horas en que alcanzó su más alta y reveladora tensión. Sentía que en el impulso destructor y creador de la Guerra de Independencia se había revelado de un modo pleno la condición criolla de nuestra humanidad. Fue el primer momento en que el alma criolla pudo entregarse con  fruición posesiva a la irrestricta expresión de su ser. Por eso en mi novela lo reconstructivo tiene una mera importancia de marco y todo el esfuerzo de expresar está concentrado en los seres y en su relación con los sucesos.”
Se hace necesario explicar que la novela no constituye una crónica general sobre la guerra independentista, sino que refleja en su texto, la particular contienda sobre los sucesos acaecidos en 1814, que se dieron lugar, cuando los patriotas se debatieron en lo que se llamó: Guerra a Muerte, protagonizada con las huestes realistas en pleno llano venezolano. Bolívar subyace en la novela como una figura invisible que lo impregna todo sin tomar cuerpo en ningún hecho. Para las fuerzas realistas compuestas por llaneros que comandaba Boves, el Libertador significaba la amenaza aciaga y fatídica. Para las fuerzas patrióticas en contraposición a las anteriores, aunque  constituidas también por llaneros que lideraba  Páez, simbolizaban la esperanza y la libertad. Tendrían que pasar muchos años, salvarse numerosos obstáculos, devenir un sinfín de  acontecimientos para que se reafirmara y perdurase el concepto de patria y se declarara la independencia nacional.  Pasen un feliz y plácido domingo, queridos amigos…  

Material gráfico: Biblioteca Ayacucho   memoriachilena.com

UN LLANERO EN LA CAPITAL

Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 13 de noviembre de 2011
                                                             Este es precisamente el título de una obra de un escritor llanero, que supo transmitir con su pluma la vida y costumbres de su tierra, quizás la más representativa de la identidad venezolana. El autor de esta narración es el calaboceño Daniel Mendoza. Quien hubo nacido en 1823, cuando Calabozo ya sobresalía como la más importante ciudad guariqueña.  Nuestro llano y en particular el del Guárico, rico en episodios históricos y una fuente inagotable de tradiciones que aún perduran y difícilmente se desdibujen con el correr del tiempo. Es el llanero en su generalidad un individuo avisado, que posee una especial picardía, que rebosa de ironía y hasta de socarronería. Ello viene de lejos, desde que se establecieron los primeros poblados  y hubo que luchar con un medio rústico en demasía, donde la supervivencia no se alcanzaba sino con mucho esfuerzo, tesón  y constancia. En contraste con la vida urbana, donde todo se facilita y se encuentra al alcance de la mano; el medio rural es sumamente agreste, donde hasta lo más sencillo demanda  férrea voluntad. La extensión de su territorio hace que  las distancias se tornen inconmensurables y el aislamiento una circunstancia  insalvable. Igualmente las condiciones de vida hacen que hasta la más simple comodidad sea un lujo inalcanzable y sobresaliendo entre todo ello hubo de soportar desde siempre abusos, despotismos e ingratitudes de la burocracia y la indiferencia citadina. Todo ello inspiró a Daniel Mendoza, el autor de “Un llanero en la capital” a  escribir las peripecias de un personaje típico del llano,  llamado Palmarote, un hombre de pueblo que visita Caracas y desperdiga todo su locuaz  ingenio, pleno de jocosas ocurrencias, mordacidad, con una fingida ingenuidad.  Despliega este personaje toda la sabiduría llanera empleando los refranes populares de su tierra  con los que fustiga a la sociedad capitalina de la mitad del siglo XIX, caracterizada por procedimientos demasiado rígidos, plagados de formalismos estéticos y perfectamente prescindibles. Es entonces que Mendoza ahonda en su relato la crítica a las diferencias culturales, es decir entre lo rural y lo urbano de la venezonalidad y lo hace en forma graciosa, amena y deleitable. Este guariqueño conocía perfectamente las costumbres y las particularidades caraqueñas. Se había educado en El Seminario Tridentino de la ciudad y posteriormente cursó jurisprudencia en la Universidad Central. Una vez graduado regresó a Calabozo para fundar un colegio que no alcanzó a mantenerse por los conflictos políticos que se suscitaron en su época. Luego se dedicó a ejercer el derecho y es a partir de 1844 que su nombre adquiere fama de poeta y de escritor costumbrista. Esta última apreciación es en la que ha de destacarse y despuntar como una de  las figuras centrales del costumbrismo venezolano.  Otras obras de las mismas características y autoría, son: “Muchachos a la Moday “Gran Sarao o las Niñas a la Moda”. Ambas son una sátira a la juventud de la época, llena de frivolidades y cursilerías, que como en todo tiempo y lugar, han dado material para el divertimento social. Mendoza escribe de manera animada y precisa para solaz de jóvenes y viejos. Son unas muestras literarias plenas de gracia y humor que lograra este importante escritor, hoy injustamente poco recordado que muriera muy joven, en 1877 a los 44 años. Otros autores se han ocupado de él, entre ellos Arturo Uslar Pietri nos dice a propósito de “Un Llanero en la Capital y de su autor lo siguiente: “Daniel Mendoza a mediados del siglo, (XIX) relata las jocosas aventuras del rudo hombre de los llanos en la capital, y, en un libro corto e henchido. El llanero allega los materiales y los personajes, y hasta el tono del diálogo y el vocabulario, para una novela de la vida rural en las grandes llanuras”  de igual modo Pedro Díaz Seijas, el ilustre profesor vallepascuense, recientemente fallecido, complementa lo anterior diciendo: “El lenguaje franco, la “fisgonearía” de “Un Llanero en la Capital”, son como la culminación del costumbrismo nacional. Daniel Mendoza ya no irá ya a buscar inspiración en los cuadros de Larra  o Mesoneros Romano, sino que hurgará dentro de lo criollo para extraer la materia prima de sus escritos de costumbres”.
Apropiado es, amables amigos y consecuentes lectores, transcribir un fragmento de esta obra para que apreciemos la original expresividad del diálogo que Palmarote mantiene con un ciudadano caraqueño a quien visita y llama “dotor”  
“…-Hablemos claro, Dotor: aquí se conseña a papelero: aquí es que se apriende a Dotor; pero ya nadie quiere aprender a cura, no, señor ¡Papeles ban y papeles bienen; pero naide dice "dominos bobisco". Cuando saben haser cuatro gasetas, se cren ya unos hombresitos; pero coja U. un Dotor y póngale una soga en la mano, pa que lo bea too regao en la siya. Ni sabe apiársele a un toro, ni arriar una madrina, ni trochar una potranca, ni pasar su siya, ni maldita la cosa. ¡Y esto no es sensia!. No señor: gasetas ban y gasetas bienen: Dotores por ayí; y ni el toro se tumba, ni se jierra el beserro, ni se arrea la madrina, ni se trocha la potranca y se moja la siya. ¡Y too esto no es sensia!
-Qué disparates, Palmarote! ¿Qué sería de la sociedad si todos fuéramos ARREADORES DE MADRINAS, como dice U.? Los cultivadores de las ciencias, como los industriales, como los que ejercen oficios, etc., todos, todos prestan un gran servicio a la sociedad, auxiliándose recíprocamente, y es necesario que todos desempeñen funciones distintas… “
Disfruten de un feliz y placido domingo, amables amigos…


Material gráfico: cuentaelabuelo.blogspot.com   artelista.com


MANDAR O GOBERNAR…

Juan Yáñez

Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 6 de noviembre de 2011

                                                 "El gobierno será perfecto cuando en él aparezca la virtud de cada individuo, es decir, cuando sea fuerte, prudente y justo"  (Platón, La República, libro VI)

                                               

                                               Mandar y  gobernar son dos verbos con igual acepción pero con diferentes propuestas, amables y consecuentes lectores. Es más, parecen ser sinónimos y en realidad lo son y no carecen de reciprocidad. En  el correcto significado de estas dos palabras, es pertinente asociarlas para expresar conceptos, como por ejemplo: "El mandatario hizo un buen gobierno" o "El gobernante ejerció su mandato adecuadamente". Sin embargo  mando y gobierno pueden ser tan disímiles e incompatibles como lo son el agua y el aceite. Es precisamente en las intolerancias de un gobernante cuando se nota la costura y se sabe para donde van sus intenciones. Mandar dista mucho de gobernar; se gobierna cuando se respetan los derechos, cuando existe equidad, cuando prevalece  la vocación de servicio, cuando la ética y la moral son insoslayables y muchas otras cosas más. Mandar significa imponer, impresionar, alarmar, sobrecoger, afectar, irrespetar, amedrentar, dominar y cuanto disparate se le ocurra a aquellos que arroguen mando. Gobiernos los hay de todas clases, ideologías, ideales, doctrinas.


También es ejercido por personas capacitadas, responsables, sensatas. Del otro lado de la moneda están los chapuceros, mentirosos, indignos. Desde la más remota antigüedad, ha sido más fácil encontrar malos gobernantes antes que buenos. Hoy día, a pesar del desarrollo humano, en lo social, económico, político, tecnológico etc. etc. de esta nueva era, estamos rodeados  de gobernantes indecorosos e incapaces. Felizmente la evolución de la existencia, ha desarrollado una percepción global, donde ya no se toleran actitudes que ofenden y degradan a la condición humana. A pesar de ello, los derechos humanos se violan aún a mansalva, sin embargo a estos desacertados poderes, por fortuna, la opinión pública mundial los hostiga y persigue, aunque lenta, indefectiblemente. Todo gobierno arbitrario tiene sus días contados, sus dignatarios lo saben, viven intranquilos, llenos de miedo y amenazan a más no poder; es el miedo el causante de su ansiedad y desestabilidad emocional.   No es necesario dar nombres, porque son suficientemente conocidos y no valen ni la tinta que se emplearía  para incluirlos. Son figuras que deambulan en el espectro político mundial, siempre interesan a la prensa por sus escándalos y torpezas.  En el tapete están los países árabes y otros, que con su despotismo y la forma brutal y despiadada con que espolean a sus adversarios Uno tras otros de esos oprobiosos regímenes van cayendo a fuerza del desgaste político y las atrocidades que cometen.


Años atrás estuvieron de moda las dictaduras militares en algunos países  latinoamericanos,  hoy felizmente superadas, aunque no escaparon en algunos casos de un posterior y malsano flagelo del populismo; animadversión extendida  en algunos países de la región, que consiste en seducir a los que menos tienen con falsas promesas,  también a  los que les gusta vivir a expensas del estado para recibir indulgencias, subsidios, dádivas, chantajes y cuanta cosa sea necesaria para ganar su voto. Cuantiosos recursos se han malgastado por gobiernos de este talante que han escamoteado y dispuesto el peculio público como una hacienda personal.  Otra característica de estas modalidades  es la impunidad absoluta ante delitos flagrantes en contra de los ciudadanos y el enriquecimiento escandaloso de gobernantes, de sus personeros, familiares y amigos con dineros públicos. Estos gobiernos se autodefinen como democráticos, porque fueron elegidos mediante sufragio popular, pero apelando al juego sucio plagado de cínicas corruptelas. Sin duda pasarán muchos años lograr curar las heridas de un patrimonio público desvastado por “revoluciones” que más apropiadamente deberían llamarse de  otra manera, mucho más precisa y no el cuento chino que insisten en contar. 


Don Quijote aconsejando a Sancho

Sacado del Quijote, la obra cumbre de Cervantes, es apropiado ilustrar la presente nota con los consejos que dio Don Quijote a Sancho antes de irse éste a gobernar la Ínsula Barataria. Tomaremos algunos de ellos para precisar nuestras palabras.  Este inmortal dúo, personajes de una obra maestra de la Literatura, que trasluce la sabiduría del escritor Miguel de Cervantes Saavedra  expresando lo que todo gobernante debe  tener en cuenta al momento de administrar.

“Primeramente, ¡oh, hijo!, has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada. Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra.  Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontificia o imperatoria; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran…” De los seres que ejercen el decoro y la dignidad siempre se aprende. Enriquecedor es para gobernantes y gobernados ajustarse a los principios del honor, la ética y despreciar la transgresión y el envilecimiento. Pasen un feliz y plácido domingo amigos todos… 

material gráfico: deisysfermaqueo.wordpress.com   dzacatecas.com.mx   paquele-cla.blogspot.com