Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 18 de diciembre de 2011
“Con la madre y con la patria, contra todo y contra todos, con razón y sin ella”. (Refrán español)
Desde tiempo inmemorial los insultos han sido moneda corriente y rutinaria en las relaciones humanas. Los hay para diferentes propósitos, variedad de tipos y de estilos; generalmente la educación del que lo exprese depende la dimensión de la destemplanza. Es de lo más normal que en el fragor del tránsito de las ciudades se escuchen epítetos disparados por los conductores contra sus pares o contra los peatones y también de estos últimos hacia los conductores desconsiderados. Los más suaves, aunque expresados con incontrolada furia no pasan de rebuznos como: ¡Animal!, ¡Bruto! o ¡Gafo! También los hay de mayor calibre dependiendo de la causa que origina el insulto y también de la medida del mal día que ha tenido el que insulta. En esas situaciones es frecuente lo que en Venezuela y otros países de habla hispana se conoce como mentada de madre. ¿A quién no se la han mentado alguna vez?
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María Teresa Castillo, la madre agraviada |
Tal insulto nos es sumamente ofensivo porqué la madre de uno es lo que más nos duele y a nadie le gusta que la nos la tilden de prostituta o igualmente que nos lancen la otra variante de la ofensa, aquella en que nos nombran el órgano de sus anatomía, por donde generalmente nacemos. Pero esos epítetos no son otra cosa que producto de una ira momentánea, sin mayor trascendencia ni importancia. Sin embargo hay quienes hacen del insulto un medio de vida y siendo sus naturalezas serviles, se ocupan de ofender a los adversarios de aquellos que con sus favores lograr medrar. Estos insultos son maquinados con toda alevosía, propio de mentes pervertidas que jamás han hecho nada útil ni positivo, donde el resentimiento hacia los valores y el esfuerzo es una clara consigna de la inmoralidad de su comportamiento. Los hay en todas partes, están siempre al acecho como fieras carniceras para salirles al paso a cuanto mortal disienta de aquello que con todo derecho no comparta o tolere. Dice el refrán, amables amigos y consecuentes lectores, que para muestra basta un botón. Ciñéndonos a ello será oportuno ilustrar lo que más arriba hemos suscrito y lo haremos con una noticia publicada recientemente en la prensa escrita que dice así: <“La jueza 15 de Juicio, Dinorah Yosmar González, exoneró de responsabilidad penal a Mario Silva, conductor del programa La Hojilla, que se transmite por Venezolana de Televisión, por los delitos de difamación e injuria agravadas en perjuicio del presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero y su progenitora María Teresa Castillo.
La defensa de Silva interpuso varias objeciones con el propósito de dejar sin efecto la querella formalizada en julio de 2011. Alegaron que Miguel Henrique Otero no tenía legitimidad para demandar a Silva, pues la agraviada habría sido María Teresa Castillo y sólo a ella correspondería ejercer las acciones judiciales en defensa de su honor y reputación. Los apoderados judiciales de los denunciantes, Juan Garantón y Juan Ernesto Garantón, replicaron que no hay duda de que Miguel Henrique Otero es víctima directa y que las grabaciones de las ediciones de La Hojilla correspondientes a los días 6, 8 y 11 de julio de 2011 constituyen plenas pruebas de los agravios denunciados. Sin embargo, la jueza les restó valor por considerar que no estaban certificadas por Conatel. "En la audiencia Mario Silva volvió a admitir que se había referido a Miguel Henrique Otero como un hijo de puta. Pero la jueza, finalmente, determinó que la expresión hijo de puta no es difamatoria ni injuriante, sino que corresponde al ejercicio de la libertad de expresión", indicó Garantón. Otero dijo que la decisión de la jueza González pasará a la historia como un grave precedente: "El Poder Judicial avaló las ofensas que impunemente se transmiten por el canal del Estado. ¿Es que acaso la expresión hijo de puta se podrá utilizar en cualquier instancia? La jueza no tomó en cuenta que Conatel nunca atendió nuestros requerimientos, por lo cual mal nos puede exigir la certificación de los programas de La Hojilla . La jueza ignoró los insultos en mi contra y sólo consideró los proferidos contra mi madre. Estamos indignados, pero seguiremos luchando por nuestros derechos y no nos van a amedrentar".>
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Mario Silva |
Sin duda este fallo bebería crear un precedente jurídico para legitimar este insulto en todas las instancias, como ya lo adelanta el director de “El Nacional”, quién con toda seguridad estimamos, no saldría bien parado, si fuera su persona la que agraviara con ese insulto al conductor de “La Hojilla” o a otro cualquiera. Lo que es bueno para el pavo debería ser bueno para la pava. Las leyes son para cumplirlas y si no lo hacemos o si existen excepciones en su acatamiento estaremos adentrándonos en un terreno sembrado de cizaña que más temprano que tarde hará crisis. Ya las instituciones del estado no aguantan la menor credibilidad y la desconfianza se agiganta constantemente. La anarquía es una incoherencia desaconsejable y altamente peligrosa para todos y más aún para aquellos que detentan poder. La prudencia es elemental para todo aquel que le cabe la gestión pública. La Historia está repleta de referencias relacionadas con ello y mientras existan personas que pretendan llevarse todo por delante, sin medir sus consecuencias, engrosarán sus páginas. Pasen un feliz domingo, queridos amigos…
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Miguel Otero Silva y sus abogados luego enterarse del veredicto |
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