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Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ¡ay, Dios!...




Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 29 de abril de 2012
                                                              La salsa no ha sido nunca nuestro fuerte, sin embargo no dejamos de reconocer su vigencia en la cultura popular. Canciones hechas, muchas de ellas con buen gusto, por músicos reconocidos, que inspirados en el inconfundible “son” de origen cubano, con el agregado de música caribeña y otras latinoamericanas, en conjunción con el jazz dieron como resultado el nacimiento de un pegajoso ritmo al que se le llamó salsa. En la década de los 70, un músico de origen panameño, compositor talentoso, también cantante y a posteriori político, llamado Rubén Blades alcanzó la fama con canciones de contenido social. Recordamos una de ellas, cuya letra hace alusión a las circunstancias no previstas que el destino tiene con aquellos que se arrogan atributos y se consideran invulnerables. Precisamente el título de la nota de este domingo, lo tomamos de la letra de una conocida canción salsera que hiciera furor en su época, que interpretara el propio Rubén Blades y que lleva por título “Pedro Navaja”. Personaje éste, que ya trajimos en otra oportunidad a la columna, descrito en la canción como matón de esquina, a quien el destino le sorprende con una muerte jamás sospechada. También el título satiriza el desenlace del bravucón y obra como precisa moraleja. Las personas de bien,  han aprendido a ser corteses, solidarias, amigables y desarrollaron el respeto y la prudencia. De allí se origina  la cordura que forma parte del equilibrio emocional, necesaria condición para relacionarnos. Toda persona íntegra no ignora que su calidad humana depende de su conducta y de la forma en que la ejercita.  Solo aquellos que por nacer alterados, faltarles educación, o no dispuestos a ella, equivocan su propósito y se transforman en confundidos personajes llenos de soberbia y engreimiento. Ejemplos los hay a montones en la historia universal. Desde Atila, que se creyera superlativamente invencible y en una tregua de una batalla agonizara sorpresivamente en el transcurrir de una noche, y muriera de una simple  hemorragia nasal; hasta Napoleón, uno de los más capaces militares de la historia, que derrotado y hecho prisionero en Waterloo, pereciera envenenado con sucesivas dosis de arsénico en la isla de Santa Elena, donde fuera confinado en la mayor soledad posible. Jamás imaginaron estos personajes que creyeron tener el mundo en sus manos, que todo tiene su epilogo y que difiere descomunalmente de sus aspiraciones. El mismísimo Adolfo Hitler, quien solo le bastaba  el puño para enardecer a las multitudes, llevar a cabo sus atrocidades y que imaginara haber creado un imperio que dominaría al mundo por mil años, no pasara de la ínfima cuenta de apenas doce y terminara su vida disparándose un tiro.  Aquellos que presumieran de grandes siempre los ha habido y su grandeza jamás dejó de ser efímera y fugaz, con el agravante que cuanto más alto han llegado, más difícil fue sustentarse y más estrepitosa su inevitable caída. La prudencia es la madre de la cordura y la hija de la entereza. La sorpresa llegó también a los súbditos españoles, quienes jamás hubieran imaginado que su rey fuera tan irresponsable de irse a cazar elefantes, sin haberlo participado y en medio de una crisis económica de magnitudes aún impredecibles. Lo malo de todo ello reside que la monarquía le cuesta al ciudadano común, dinero de su bolsillo que el rey dilapida en algo tan frívolo  e innoble como la muerte de animales protegidos, que a nadie hacen daño. Mal ejemplo para todos en especial para los niños, tan sensibles emocionalmente, que no son capaces de comprender que se mate por deporte a animales bondadosos y sociables. También por estos lares la sorpresa también hizo su agosto en pleno abril. Las declaraciones del ex magistrado Eladio Aponte Aponte, han causado un revuelo de proporciones.  Puso al descubierto la verdad inocultable, suficientemente conocida, más no declarada. Reveló un  tenebroso escenario donde la justicia no es justicia, sino una serie de componendas, pervertido hasta lo inimaginable. Un mundo de miserias donde la mentira es la soberana absoluta. Imposible encontrar en el seno de este gobierno un punto de luz, todo se desplaza en un oscuro subterráneo, ruin y abyecto donde la perversidad es ejercida por un grupo de pillos. Ahora solo nos queda la esperanza de que la sorpresa les llegue y les muestre el rigor de la justicia. El alma en pena de Pedro Navaja ronda por Venezuela, tratando de aleccionar o advertir ante tanto delito que a diario aquí se comete, ella carga sus culpas y ya ha aprendido que el crimen es una mala inversión y un peor negocio. Pasen un agradable domingo, amigos todos… 
material gráfico:   javieroquedds.worlpress.com 

POLICÍAS Y LADRONES




Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 22 de abril de 2012

                                                  En nuestra distante niñez, -la que a menudo traemos a colación, por ser un período inolvidable de nuestra vida- jugábamos sin necesidad de los desarrollados artilugios que los niños de hoy tienen a raudales. La tecnología ha cambiado las formas, más no las pautas de los juegos infantiles. Los niños de hoy, son exactamente como los de ayer, la diferencia que muchos notan es solo aparente. Esta radica en la distinta época que les ha tocado vivir. El mundo actual se maneja por medio de máquinas informáticas donde es posible reemplazar lo real por lo virtual. Por  ello cualquier niño frente a la pantalla de un monitor de computadora, juega con imágenes que le permiten divertirse sin moverse de su asiento. Los niños de otrora, no teníamos otra que disponer de nuestra propia imaginación para entretenernos  y lo hacíamos con el mejor entusiasmo, alegría y hasta la saciedad,  juegos que compartíamos en grupo. ¿Qué varón de nuestra contemporaneidad no recuerda haber jugado a los “Policías y ladrones”?  Era un pasatiempo sumamente divertido, para lo  que solo era necesario seguir las reglas dispuestas para  que cada grupo antagónico simulara  cumplir con sus funciones.  No existían las ventajas, los policías y los ladrones cumplían sus funciones en igualdad de condiciones y recursos. Quedaba claro que el juego acababa cuando se apresaban a todos los ladrones. Era solo un juego de niños, en que alternábamos actuar en un bando u otro con la misma intención de divertirnos. Ya hablando en serio, en la realidad tangible y concreta de este mundo, siempre existieron los ladrones y en consecuencia, los policías, aunque como en el juego descrito, al final de mismo, siempre debe triunfar la justicia. Pero por desgracia y pesar, lamentablemente ello no ocurre en estos últimos tiempos en Venezuela.  Desde hace años, sufrimos un  deterioro social, como nunca antes se había visto y que dio por resultado que la  delincuencia, haya superado los límites de lo aceptable; se ha desbordado y establecido por toda la geografía. No pudiendo ser de otra manera, -tanto el bien, como el mal conviven en el mismo espacio-  no se han aplicado las normas de control y prevención necesarias. La improvisación ha sido la norma de éste gobierno, que proclama ser socialista y pretende que todos comulguemos con ese dislate, que dicho de paso es írrito,  no está escrito en la Constitución Nacional.  Desde su inicio (el gobierno) persiste en su inoperancia generalizada en todo y en cuanto a sus funciones inherentes al orden y prevención de los delitos contra las personas y la propiedad han fracasado mayoritariamente.  Si ese mal no fuera suficiente, hasta el mismo primer mandatario, en sus discursos alienta ha quebrantar las normas. Ello produce entre tantos otros males, que la mengua de valores haya alcanzado a las instituciones como lo son la policía y la justicia. Es indudable que la falta de voluntad política  es la principal causa de ese desatino. Para nadie es un secreto que las fuerzas de choque estén formadas por delincuentes, (llámese “La Piedrita” y otras) que obran con la más absoluta impunidad y obedecen a lineamentos perfectamente calculados. Evidentemente el desbalance entre la legalidad y el delito ha alcanzado niveles tan desproporcionados que ya la caldera de lo soportable no aguanta más presión  y puede que estalle en el momento más impensado. Todos los días hay un sinnúmero de muertes por violencia, generadas por una multiplicidad de delitos que van desde el atraco, al secuestro, pasando por todas las fechorías inimaginables contra las cosas y personas.  De igual modo el tráfico de drogas ilícitas, van de la mano con el asesinato, la extorsión y demás crímenes; a ello se une la prevaricación de funcionarios públicos involucrados en los mismos hechos delictivos, que están obligados a vigilar y castigar.  A cualquiera matan por quitarle cuatro lochas sin importar las consecuencias, por la impunidad subyacente. La delincuencia es cada vez más sagaz para robar a sus víctimas. Los organismos de seguridad del estado poco resguardan; todos los ciudadanos, con la excepción de los jerarcas del régimen y otros beneficiados, marchan atiborrados de escoltas y guardaespaldas; los demás vamos por nuestro riesgo, sin otra protección que la divina. Mientras tanto el presidente, sólo se ocupa de ocultar la gravedad de su enfermedad y hacer campaña para ser reelecto como diere lugar en octubre próximo. A todo ello, la delincuencia, de la que jamás se ocupó, sigue cada vez con mayor desenvoltura e intensidad, perpetrando delitos a mansalva. En estos últimos tiempos han realizado secuestros de diplomáticos extranjeros y ello ha llevado a las naciones agraviadas y a otras  a poner en tela de juicio la futura seguridad de sus representantes. Es evidente que estas vicisitudes de incontables delitos pone de manifiesto el agotamiento de las instituciones que se encargan de la seguridad y que hacen de Venezuela la nación de mayor criminalidad en el mundo.
Sin ir más lejos, nuestra ciudad, San Juan de los Morros, otrora tan tranquila y acogedora es hoy día un potencial peligro para sus habitantes y visitantes. Malhechores de estos lares y de la inmediata cercanía, cometen a diario delitos con la más absoluta impunidad. Los que han ido a denunciar han visto frustrada su esperanza de justicia; la propia policía desestima sus argumentos y pareciera que estuviera para proteger a los antisociales en vez que a las víctimas  Así están las cosas, así seguiremos hasta que los cambios políticos se plasmen y para ello hace falta el esfuerzo y voluntad de muchos. La indiferencia es mala consejera, solidario es aquel que asume su responsabilidad ante la sociedad, su familia y su paso por la vida. Pasen un feliz domingo, amigos todos…

Esto es un simulacro de lo que pasa a diario en Venezuela. ¿No le da vergüenza al primer mandatario nacional venezolano
que su país sea el primero en el mundo en cuanto a criminalidad...?  Parece que no, a él le interesan otras cosas.

gráficas: elnacional.com   arcades2d.com

OTRA VEZ MAFALDA, EL ETERNO PERSONAJE DE QUINO…



Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 15 de abril de 2012
                                "Todos creemos en el país, lo que no se sabe es si a esta altura el país cree en nosotros"  (Quino por boca de Mafalda)
                                                                      El pasado mes de marzo, precisamente el día 15, pensamos, al igual que otros admiradores de Quino, que Mafalda festejaría su 50 cumpleaños, pero no fue así. Nos disponíamos a escribir sobre el tema, a propósito de su aniversario, pero el propio Quino, su creador, desmintió que esa fecha  sea la correcta. Puntualizó  que la equivocación provino  de  una noticia erróneamente divulgada. Señaló, que la edad del personaje correspondería con la fecha de su primera publicación, que se produjo el 29 de septiembre de 1964, en la desaparecida revista Primera Plana de Buenos Aires. Es entonces que la aguda e ingeniosa niña de la “comiquita”, aún no ha cumplido su 48 aniversario.  Demasiados años para una niña que vimos nacer y que nos encantó desde sus inicios y que todavía ronda por los espacios impresos del mundo entero y que definitivamente es una fiel referencia para los que estamos en protesta con  las hipocresías sociales, las arbitrariedades de los que ejercen el poder y los dogmatismos de todo tipo que pululan por dondequiera. Aquí de eso tenemos de sobra y entonces consideramos, que aunque no le festejemos su cumpleaños, por no ser la fecha indicada, no estaría de más recordarla y valorar su crítica franca y espontánea.  Nacida en el seno de una familia de la sociedad argentina de mediados del siglo pasado y el resultado de la imaginación de un ingenioso dibujante. Ciertamente nunca dejará de ser niña, porque la intención de Quino fue reflejar en el personaje de Mafalda, -chiquilla graciosa, puntual y atrevida- su personal actitud crítica hacia los tradicionales convencionalismos humanos y sociales. Él mismo lo afirma y lo hace desde su sitio Web: "Pensar en una cronología para un personaje de historieta es difícil, Mafalda sigue siendo niña y siempre será así”.  Desde hace 39 años, Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido por Quino, no dibuja, ni escribe su más trascendente historieta, Mafalda. Sus razones son perfectamente justificadas para dejar de hacerlo. Durante nueve años la tira ocupó considerable parte de su tiempo y llegó el momento que la exigencia de ideas para alimentar al personaje le demandaba aún más y es entonces que toma la indeclinable decisión de cesar su producción. Continuó su trabajo creativo, dibujando personajes que poco difieren de Mafalda y su entorno, pero ubicados en el presente extremadamente acelerado de estos últimos tiempos. Su mensaje es siempre el mismo, una actitud rebelde ante el dogmatismo y la rigidez de criterios de que adolece buena parte de la sociedad contemporánea, que conduce a los  lectores a reflexionar sobre las situaciones que se plantean en la tira. Quino se manifiesta como un ingenioso caricaturista que despliega con fino humorismo el diario acontecer de una ciudad, sus habitantes y el entorno social global,  donde las críticas subyacen en las imágenes y más aún en los diálogos; hechos con sobrado ingenio literario, todo dispuesto hábilmente y con una incuestionable elegancia.  El ambiente íntimo de Mafalda está compuesto por sus padres y un hermano menor, típica familia de clase media con una disposición de vida dentro de los parámetros normales de los ciudadanos de cualquier importante ciudad, que puede ser latinoamericana o europea, aunque Quino no oculta la evidente identidad gentilicia de la tira. Mafalda concurre a la escuela y se desenvuelve con una perfecta naturalidad familiar y social. Las situaciones ocurren entre su núcleo familiar y es compartida con sus compañeros, personajes estos con diferencias de opiniones o de estilos de vida, para crear distintos contextos sociales, donde se sustentará la historia. Son casi todos niños, pero en apariencia adultos que no dejan de ser niños,  con particulares tendencias individuales, que al interrelacionarse darán  lugar a situaciones donde se formalizará la ironía y la crítica. Las motivaciones éticas de la historieta están claramente indicadas; se centran principalmente en las situaciones que producen los intereses creados, las arbitrariedades, los absurdos, las injusticias, la incapacidad administrativa de los gobiernos y otros tantos males que aquejan al mundo moderno. Todo ello con una gran dosis de civilidad, donde jamás se irrespeta. La intención de su autor, es lograr la comprensión y la enmienda para alcanzar la avenencia.   Mafalda se instaura como la mensajera de las ideas morales que se afanan en Quino y lo motivaron a expresarlas gráficamente. Es evidentemente un artista plástico que obra como pensador que platónicamente piensa y considera que la sociedad  debería ser más abierta, más dada hacia la probidad y la simpleza de espíritu. En ese sentido se orientan sus ideas y utiliza a sus personajes para mostrarlas. Todos ellos, desde los puros y sinceros, los indiferentes y hasta aquellos que se encuentren en la acera de enfrente, cumplen con su cometido. Pasen un feliz domingo, amables y consecuentes lectores… 

 material gráfico: Quino (¿o acaso es de otro?)

TODO ESTABA MUY TRANQUILO… (Cuento) (Reedición)




Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 08 de abril de 2012
                                           Para mis hijos, Eleazar y Yenny.

                                                        Porfirio Rengifo debió morir antes del amanecer. En la mañana lo encontró la maestra Petra, como a eso de las ocho, cuando le llevó el café cerrero como todos los días lo hacía. El hombre ya estaba tieso y frío. En su rostro, la boca apenas entreabierta parecía esbozar una sonrisa. En la larga enfermedad que lo tumbó a una cama en la que no habría de levantarse jamás, pasó momentos terribles, que no siempre soportó con resignación y paciencia. Fue  un hombre duro, lleno de vitalidad y energía. Un llanero de pura cepa,  de los de antes.., capaz de realizar por si mismo las faenas más duras y  arriesgadas de su hacienda.
Su piel morena se tornó amarillenta y su otrora musculoso cuerpo se fue convirtiendo poco a poco en un saco de huesos descarnados.
Petra no necesitó llegar hasta su cama para darse cuenta que ya Porfirio había dejado este mundo.  Apenas pasó la puerta, en la suave penumbra del cuarto se reconocía ciertamente que la figura tendida, apenas insinuada, estaba demasiado quieta para estar viva.
La noche anterior Porfirio había sufrido un frío desacostumbrado e intenso que le hicieron castañetear los dientes. Las mantas que le habían echado encima en nada lograron aliviarlo. Se cerraron puertas y ventanas inútilmente. El calor llegó a ser tan intenso en el cuarto, que Petra y su hijo Miguelito sudaban a chorros, mientras que Porfirio temblaba acurrucado en el  lecho.  
Luego, después que le trajeran un caldo caliente pareció aliviarse y ya cerca de la medianoche el mismo se quitó las mantas y quedó cubierto solo con la sábana.
Esa noche Porfirio soñó como nunca antes lo había hecho. Soñó que vagaba por la sabana descalzo y bajo un fuerte aguacero. No encontraba cobijo alguno y estaba calado hasta los huesos
-¡Qué noche tan mala! -exclamó furioso-. Los relámpagos  centelleaban por doquier  cegando la vista  y los  truenos ofendían sus oídos. Al instante, se percató de la inutilidad de esa marcha desquiciada. Se detuvo, miró su cuerpo del pecho hasta los pies y se dio cuenta de que estaba completamente desnudo.  -¡Qué carajo estará pasando! -gritó con rabia e insolencia-. Se pasó las manos por el cuerpo para cerciorarse de su falta de vestido y al agacharse para alcanzar las pantorrillas sintió que las fuerzas le abandonaban y que caía y caía irremediablemente por un abismo profundo.
Cuando despertó, notó que no estaba ya en la cama. Descansaba placidamente en su propio chinchorro, que guindaba como siempre al fondo del corredor, donde acostumbraba a sestear en sus mejores tiempos.  Se oían algunos murmullos dispersos y olía a flores. Para  investigar de donde provenían esas voces, se sentó en su hamaca y encogiendo las piernas invirtió la posición del cuerpo. Desde allí alcanzaba a ver la sala que con sus puertas abiertas dejaba ver un catafalco  con una urna encima.  A su alrededor se distinguían algunas personas. Había unas viejas sentadas en las sillas del comedor, mudadas a la sala y colocadas ordenadas contra la pared, que chismeaban en voz baja. Hasta le pareció ver a su prima Remigia y su marido Pantaleón, que vivían en San Fernando. Al fondo, al lado de un gran crucifijo, con los brazos cruzados reconoció a su cuñado Hermenegildo, con su gruesa y corta figura era inconfundible. Próxima, vio a su hermana Leonor que vestida de luto, se apoyaba de brazos en el ataúd y lloraba como una niña. Ya no le quedó duda alguna de que era un velorio… -¿Pero a quién carrizo estarán velando? -se preguntó curioso-. Por respuesta  oyó un corto llanto, luego un murmullo apagado y silencio después. Todo estaba muy tranquilo y hacía tiempo que no se sentía tan a gusto. -Si hay un muerto, que lo entierren, -dijo convencido y despreocupado-, estiró las piernas, se acomodó en el chinchorro y sin la menor prisa se dispuso a dormir.
Gráfica: fotobrizio.blogspot.com

NO TODOS LOS SAPOS SON BATRACIOS…




Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 01 de abril de 2012 

                                  Es el sapo un animal sumamente útil y beneficioso. Ello bien  lo saben los que se dedican a las tareas agrícolas, quienes jamás molestarían a un sapo cuando lo encuentran entre sus cultivos. Conocen por experiencia que es este batracio un excelente depredador de insectos y hasta atrapa a los pequeños roedores que asolan los campos y destruyen las cosechas.  Sin embargo, amigos lectores, como verán a continuación no todos los sapos son batracios, como tampoco  es nuestra intención ocuparnos de las características de este provechoso animal, sino de mandar un alerta a la ciudadanía sobre la reforma legislativa, conocida vulgarmente como “Ley sapo”.  A esta reforma a la ley que se ocupa de ampliar la normativa contra el terrorismo, solo espera el ejecútese presidencial. Son muchos los que objetaron el contenido de esta reforma, por atentar contra las libertades individuales y los derechos ciudadanos. Por esta ley todos podemos ser acusados de terroristas aunque ejerzamos el derecho de organizarnos civilmente a partir del momento que sea publicada en Gaceta Oficial su texto. De igual manera la modificación también contempla sanciones a los que no denuncien (o delaten)  hechos y hasta las sospechas de transgresiones. De forma tal, que estaremos obligados a fisgonear a todo el mundo y señalar ante las autoridades aquello que se estime viole la ley. Es decir que seremos soplones, confidentes o vulgarmente “sapos” por obligación.  Pareciera que la era del oprobioso Stanilismo de la sepultada Unión Soviética se reeditara en Venezuela con todas sus alcahueterías, vejámenes, crímenes e impunidades. Fácil es imaginar las razones de este engendro político para asegurar el libre uso de atribuciones arbitrarias por parte del régimen y en contra de los que disientan o no acaten sus sinrazones. La mayoría oficialista de la Asamblea Nacional, fiel personera de la voluntad del Ejecutivo, aprobaron en segunda discusión esta ley que solo espera (como arriba expresamos) que el presidente se anime a firmar. Ello dependerá de la puntual observación la aguja de la balanza que sopesa la opinión pública mayoritaria y de acuerdo a su inclinación, -según la  estima del amo-  sea favorable su ejecución. (No sea cosa que luego haya que recular por lo inconveniente, del mismo modo que en otras oportunidades, con leyes de similar intención ha sucedido).  El diputado Julio Borges de la oposición, se ha interesado en alertar a la ciudadanía sobre los alcances de la  disposición y al respecto manifestó: “Esta ley vulnera el derecho a asociarse, el derecho a la protesta y presume que todos somos sospechosos. Dentro de los sujetos obligados se incluye a las ONG y a los partidos políticos. Esto desnaturaliza los avances que pueda tener la ley y abre un compás de criminalización al disenso y a la crítica en Venezuela".  De igual modo, su colega Eduardo Gómez Sigala expresó: "La ley que ahora reforman siempre permitió luchar contra la delincuencia organizada, pero la verdad es que este Gobierno nunca lo ha hecho. Ahí tenemos casos como el de las toneladas de alimentos descompuestos de Pdval. Estas modificaciones son tan imprecisas que incluyen a todas las personas y hacen que cualquier delito pueda ser considerado como delincuencia organizada o terrorismo", explica: "Bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo han construido un instrumento para intimidar y perseguir a las organizaciones civiles y a los actores políticos; un instrumento más bien de terrorismo de Estado que obliga a las personas a delatar a otros bajo la presión de castigos con multas de hasta mil unidades tributarias". 
De acuerdo al enfoque jurídico, varios especialistas se han manifestado en calificar esta ley como ambigua desde el punto de vista orgánico, al resultar una combinación de dos elementos de diferente propósito como son el  terrorismo y la delincuencia organizada, indudablemente orientada a la persecución política de aquellos que no comulguen con ideas afectas al régimen y hasta, llegado el caso, con sus propios discrepantes.  Todo ello no es más que una improvisación más de este sistema agotado y humillante, que no guarda el menor recato ante la opinión pública internacional y sus seguras reprobaciones,  al  intimidar y vejar a sus ciudadanos, apartados de la menor consideración y decencia. Es entonces, amables y consecuentes lectores que esta desatinada ley podría entrar en vigencia de acuerdo a la “discreción” gubernamental que podría derivar a catalogarse cualquier episodio de protesta como un acto terrorista y con ello acabar con el derecho a la disidencia y la libre expresión. Así están las cosas y oportuno será la integridad personal y la adhesión de las voluntades en pro de la unidad. Solos somos suficientemente capaces pero unidos somos la patria entera que lucha con decisión, constancia y valentía contra el servilismo y la humillación. Los tiempos en que se depositaron las esperanzas están llegando y dependerá de nuestras convicciones y determinaciones el destino de esta nación agobiada y hastiada hasta las últimas consecuencias. Pasen un feliz domingo, amigos todos…


Material Gráfico:   marthacolmenares.com   yadbeyad.wordpress.com