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Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




POLICÍAS Y LADRONES




Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 22 de abril de 2012

                                                  En nuestra distante niñez, -la que a menudo traemos a colación, por ser un período inolvidable de nuestra vida- jugábamos sin necesidad de los desarrollados artilugios que los niños de hoy tienen a raudales. La tecnología ha cambiado las formas, más no las pautas de los juegos infantiles. Los niños de hoy, son exactamente como los de ayer, la diferencia que muchos notan es solo aparente. Esta radica en la distinta época que les ha tocado vivir. El mundo actual se maneja por medio de máquinas informáticas donde es posible reemplazar lo real por lo virtual. Por  ello cualquier niño frente a la pantalla de un monitor de computadora, juega con imágenes que le permiten divertirse sin moverse de su asiento. Los niños de otrora, no teníamos otra que disponer de nuestra propia imaginación para entretenernos  y lo hacíamos con el mejor entusiasmo, alegría y hasta la saciedad,  juegos que compartíamos en grupo. ¿Qué varón de nuestra contemporaneidad no recuerda haber jugado a los “Policías y ladrones”?  Era un pasatiempo sumamente divertido, para lo  que solo era necesario seguir las reglas dispuestas para  que cada grupo antagónico simulara  cumplir con sus funciones.  No existían las ventajas, los policías y los ladrones cumplían sus funciones en igualdad de condiciones y recursos. Quedaba claro que el juego acababa cuando se apresaban a todos los ladrones. Era solo un juego de niños, en que alternábamos actuar en un bando u otro con la misma intención de divertirnos. Ya hablando en serio, en la realidad tangible y concreta de este mundo, siempre existieron los ladrones y en consecuencia, los policías, aunque como en el juego descrito, al final de mismo, siempre debe triunfar la justicia. Pero por desgracia y pesar, lamentablemente ello no ocurre en estos últimos tiempos en Venezuela.  Desde hace años, sufrimos un  deterioro social, como nunca antes se había visto y que dio por resultado que la  delincuencia, haya superado los límites de lo aceptable; se ha desbordado y establecido por toda la geografía. No pudiendo ser de otra manera, -tanto el bien, como el mal conviven en el mismo espacio-  no se han aplicado las normas de control y prevención necesarias. La improvisación ha sido la norma de éste gobierno, que proclama ser socialista y pretende que todos comulguemos con ese dislate, que dicho de paso es írrito,  no está escrito en la Constitución Nacional.  Desde su inicio (el gobierno) persiste en su inoperancia generalizada en todo y en cuanto a sus funciones inherentes al orden y prevención de los delitos contra las personas y la propiedad han fracasado mayoritariamente.  Si ese mal no fuera suficiente, hasta el mismo primer mandatario, en sus discursos alienta ha quebrantar las normas. Ello produce entre tantos otros males, que la mengua de valores haya alcanzado a las instituciones como lo son la policía y la justicia. Es indudable que la falta de voluntad política  es la principal causa de ese desatino. Para nadie es un secreto que las fuerzas de choque estén formadas por delincuentes, (llámese “La Piedrita” y otras) que obran con la más absoluta impunidad y obedecen a lineamentos perfectamente calculados. Evidentemente el desbalance entre la legalidad y el delito ha alcanzado niveles tan desproporcionados que ya la caldera de lo soportable no aguanta más presión  y puede que estalle en el momento más impensado. Todos los días hay un sinnúmero de muertes por violencia, generadas por una multiplicidad de delitos que van desde el atraco, al secuestro, pasando por todas las fechorías inimaginables contra las cosas y personas.  De igual modo el tráfico de drogas ilícitas, van de la mano con el asesinato, la extorsión y demás crímenes; a ello se une la prevaricación de funcionarios públicos involucrados en los mismos hechos delictivos, que están obligados a vigilar y castigar.  A cualquiera matan por quitarle cuatro lochas sin importar las consecuencias, por la impunidad subyacente. La delincuencia es cada vez más sagaz para robar a sus víctimas. Los organismos de seguridad del estado poco resguardan; todos los ciudadanos, con la excepción de los jerarcas del régimen y otros beneficiados, marchan atiborrados de escoltas y guardaespaldas; los demás vamos por nuestro riesgo, sin otra protección que la divina. Mientras tanto el presidente, sólo se ocupa de ocultar la gravedad de su enfermedad y hacer campaña para ser reelecto como diere lugar en octubre próximo. A todo ello, la delincuencia, de la que jamás se ocupó, sigue cada vez con mayor desenvoltura e intensidad, perpetrando delitos a mansalva. En estos últimos tiempos han realizado secuestros de diplomáticos extranjeros y ello ha llevado a las naciones agraviadas y a otras  a poner en tela de juicio la futura seguridad de sus representantes. Es evidente que estas vicisitudes de incontables delitos pone de manifiesto el agotamiento de las instituciones que se encargan de la seguridad y que hacen de Venezuela la nación de mayor criminalidad en el mundo.
Sin ir más lejos, nuestra ciudad, San Juan de los Morros, otrora tan tranquila y acogedora es hoy día un potencial peligro para sus habitantes y visitantes. Malhechores de estos lares y de la inmediata cercanía, cometen a diario delitos con la más absoluta impunidad. Los que han ido a denunciar han visto frustrada su esperanza de justicia; la propia policía desestima sus argumentos y pareciera que estuviera para proteger a los antisociales en vez que a las víctimas  Así están las cosas, así seguiremos hasta que los cambios políticos se plasmen y para ello hace falta el esfuerzo y voluntad de muchos. La indiferencia es mala consejera, solidario es aquel que asume su responsabilidad ante la sociedad, su familia y su paso por la vida. Pasen un feliz domingo, amigos todos…

Esto es un simulacro de lo que pasa a diario en Venezuela. ¿No le da vergüenza al primer mandatario nacional venezolano
que su país sea el primero en el mundo en cuanto a criminalidad...?  Parece que no, a él le interesan otras cosas.

gráficas: elnacional.com   arcades2d.com