EL OPTIMISMO COMO META
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 31 de diciembre de 2011
La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante; de nosotros depende elegir el que más nos plazca. Samuel Smiles (1812-1904) Escritor y reformista escocés.
El optimismo es una actitud ante la vida, amables amigos y consecuentes lectores. Ser optimista es una disposición natural del ser humano que debe ser enaltecida y elogiada regularmente para no permitir que su antónimo, -el pesimismo, de tan nefastas consecuencias- la doblegue y nos convierta en personas abatidas. Las incongruencias que muchas veces nos ofrece la vida, nos suele alterar el ánimo y por ello derivamos en actitudes desesperanzadoras y caemos en el pesimismo, una mala compañía que deriva de la servidumbre hacia lo negativo o tendencia maligna al abatimiento y la depresión. El optimismo es el resultado de una fortaleza interior que ayuda a enfrentar las dificultades y superarlas. Todos somos potencialmente optimistas o pesimistas, dependiendo de nuestras aptitudes mentales y espirituales. La diferencia estriba en el desarrollo y la aplicación de nuestras cualidades personales. Algunos de nosotros mostramos entusiasmo ante las oportunidades que buscamos o que nos ofrece la existencia, aunque estas no sean suficientemente adecuadas o ventajosas. Otros con una personalidad altiva o inconforme, encuentran o imaginan, obstáculos que no se atreven a superar. Maligna es la apatía y también lo es la desmesura en las apetencias. Asimismo señalamos que, benévola es la voluntad cuando va de la mano de la mesura. Los individuos de temple, moral y valor serán siempre los que indicarán el camino correcto y merecedores de ponderación y respeto. La moderación y la sensatez serán elementos infaltables para el desarrollo del optimismo. Del mismo modo es fundamental el incremento y fortalecimiento de la autoestima. Estimarse es despertar los valores humanos y sensibilizar la existencia. También algunos de nosotros solemos ser criaturas débiles o inseguras y en otros casos con conductas inadecuadas o réprobas que afectan nuestra relación con el entorno. Es importante que se cultive la percepción evaluativa de nosotros mismos, que seamos concientes de nuestra forma de ser, de comportarnos. Evaluarnos, corregir nuestras debilidades y potenciar nuestras virtudes. La autoridad que establecen los principios éticos serán los factores determinantes de nuestra personalidad y de nuestra valía. Los seres íntegros, honestos y solidarios serán concientes de su probidad, por ende claros y seguros de sus comportamientos. También sus personas serán cónsonas con sus cualidades éticas, por sobre todo útiles a si mismos, competentes por su alta autoestima en cualquier situación de la vida y capaces de brindar ayuda a los demás. Según Martin Seligman, psicólogo de la Universidad de Pensilvania que ha hecho todo tipo de estudios acerca de las diferencias entre la manera de pensar de los optimistas y la de los pesimistas, opina: “Un optimista es aquel que cuando le sale mal algo o quiere conseguir algo se plantea "que es lo que yo tengo que hacer o cambiar en esta situación", mientras que un "pesimista" es aquel que se ve a si mismo como impotente ante un mundo adverso, o a merced de su propio carácter, que le es imposible cambiar”. El optimismo es un apéndice de la Esperanza que junto con la Fe y la Caridad constituyen según la teología cristiana, las Virtudes Teologales que son aquellas que el Creador propaga en la razón y en la voluntad del hombre para proyectar sus actos hacia Dios. Estar en paz consigo mismo, con nuestros semejantes y con toda la Creación es una actitud positiva y por lo tanto optimista. Todo lo contrario será una actitud desintegradota y conflictiva. Hasta la salud se beneficia o perjudica de acuerdo a nuestro temperamento. Las personas cuanto más desarrollan el optimismo mejoran su resistencia a las enfermedades, fortalecen su personalidad, aumentan la confianza en si mismos y se afianzan para la superación de situaciones traumáticas o estresantes. El optimismo debe ser considerado como una meta y a la vez como un recurso. La perseverancia en los objetivos de la existencia, sustentados con una actitud positiva y la confianza en nuestras capacidades aumentan las expectativas de éxito en cualquier iniciativa que emprendamos. De esta manera, amables amigos, dejemos que las palabras se adentren en nuestra personalidad y nos sirvan para ser más valiosos. Positivismo es sinónimo de optimismo y ambas serán apreciables metas ante la vida, que a cualquiera mortal le permitirá salvar obstáculos o dificultades, muchas veces consideradas insalvables. El nivel de optimismo obedece a la forma positiva de pensar y la capacidad indoblegable de la constancia. Pensemos entonces con la convicción que emana de la Fe y obremos con decisión, entusiasmo y perseverancia. Oportuno sería adoptar estas premisas para emplearlas en el nuevo año que se inicia. El 2012 no será un año fácil, pero con optimismo y firmeza superaremos las dificultades, queridos amigos. Feliz y próspero 2012 para todos…
Material gráfico: bligoo.com feliz2012.net
UN MILAGRO DE NAVIDAD…
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 26 de diciembre de 2011
Si nos preguntaran, si creemos en los milagros, sin dudar un instante responderíamos que sí. Es más, estamos absolutamente convencidos de que los milagros suceden a diario, que son obra y gracia del Creador. Muchas personas también creen, otras no tanto y aquellos que se consideran escépticos, transitar por el camino de la vida puede ser una experiencia desalentadora. Creer en Dios es una conquista de inconmensurable valor, que nos servirá principalmente para superar los trances más tristes o dolorosos que muchas veces la existencia trae consigo. Los momentos más amargos pueden superarse con la resolución que emana en aquellos mortales que han desarrollado
MENTADA DE MADRE
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 18 de diciembre de 2011
“Con la madre y con la patria, contra todo y contra todos, con razón y sin ella”. (Refrán español)
Desde tiempo inmemorial los insultos han sido moneda corriente y rutinaria en las relaciones humanas. Los hay para diferentes propósitos, variedad de tipos y de estilos; generalmente la educación del que lo exprese depende la dimensión de la destemplanza. Es de lo más normal que en el fragor del tránsito de las ciudades se escuchen epítetos disparados por los conductores contra sus pares o contra los peatones y también de estos últimos hacia los conductores desconsiderados. Los más suaves, aunque expresados con incontrolada furia no pasan de rebuznos como: ¡Animal!, ¡Bruto! o ¡Gafo! También los hay de mayor calibre dependiendo de la causa que origina el insulto y también de la medida del mal día que ha tenido el que insulta. En esas situaciones es frecuente lo que en Venezuela y otros países de habla hispana se conoce como mentada de madre. ¿A quién no se la han mentado alguna vez?
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María Teresa Castillo, la madre agraviada |
Tal insulto nos es sumamente ofensivo porqué la madre de uno es lo que más nos duele y a nadie le gusta que la nos la tilden de prostituta o igualmente que nos lancen la otra variante de la ofensa, aquella en que nos nombran el órgano de sus anatomía, por donde generalmente nacemos. Pero esos epítetos no son otra cosa que producto de una ira momentánea, sin mayor trascendencia ni importancia. Sin embargo hay quienes hacen del insulto un medio de vida y siendo sus naturalezas serviles, se ocupan de ofender a los adversarios de aquellos que con sus favores lograr medrar. Estos insultos son maquinados con toda alevosía, propio de mentes pervertidas que jamás han hecho nada útil ni positivo, donde el resentimiento hacia los valores y el esfuerzo es una clara consigna de la inmoralidad de su comportamiento. Los hay en todas partes, están siempre al acecho como fieras carniceras para salirles al paso a cuanto mortal disienta de aquello que con todo derecho no comparta o tolere. Dice el refrán, amables amigos y consecuentes lectores, que para muestra basta un botón. Ciñéndonos a ello será oportuno ilustrar lo que más arriba hemos suscrito y lo haremos con una noticia publicada recientemente en la prensa escrita que dice así: <“La jueza 15 de Juicio, Dinorah Yosmar González, exoneró de responsabilidad penal a Mario Silva, conductor del programa La Hojilla , que se transmite por Venezolana de Televisión, por los delitos de difamación e injuria agravadas en perjuicio del presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero y su progenitora María Teresa Castillo.
La defensa de Silva interpuso varias objeciones con el propósito de dejar sin efecto la querella formalizada en julio de 2011. Alegaron que Miguel Henrique Otero no tenía legitimidad para demandar a Silva, pues la agraviada habría sido María Teresa Castillo y sólo a ella correspondería ejercer las acciones judiciales en defensa de su honor y reputación. Los apoderados judiciales de los denunciantes, Juan Garantón y Juan Ernesto Garantón, replicaron que no hay duda de que Miguel Henrique Otero es víctima directa y que las grabaciones de las ediciones de La Hojilla correspondientes a los días 6, 8 y 11 de julio de 2011 constituyen plenas pruebas de los agravios denunciados. Sin embargo, la jueza les restó valor por considerar que no estaban certificadas por Conatel. "En la audiencia Mario Silva volvió a admitir que se había referido a Miguel Henrique Otero como un hijo de puta. Pero la jueza, finalmente, determinó que la expresión hijo de puta no es difamatoria ni injuriante, sino que corresponde al ejercicio de la libertad de expresión", indicó Garantón. Otero dijo que la decisión de la jueza González pasará a la historia como un grave precedente: "El Poder Judicial avaló las ofensas que impunemente se transmiten por el canal del Estado. ¿Es que acaso la expresión hijo de puta se podrá utilizar en cualquier instancia? La jueza no tomó en cuenta que Conatel nunca atendió nuestros requerimientos, por lo cual mal nos puede exigir la certificación de los programas de La Hojilla . La jueza ignoró los insultos en mi contra y sólo consideró los proferidos contra mi madre. Estamos indignados, pero seguiremos luchando por nuestros derechos y no nos van a amedrentar".>
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Mario Silva |
Sin duda este fallo bebería crear un precedente jurídico para legitimar este insulto en todas las instancias, como ya lo adelanta el director de “El Nacional”, quién con toda seguridad estimamos, no saldría bien parado, si fuera su persona la que agraviara con ese insulto al conductor de “La Hojilla ” o a otro cualquiera. Lo que es bueno para el pavo debería ser bueno para la pava. Las leyes son para cumplirlas y si no lo hacemos o si existen excepciones en su acatamiento estaremos adentrándonos en un terreno sembrado de cizaña que más temprano que tarde hará crisis. Ya las instituciones del estado no aguantan la menor credibilidad y la desconfianza se agiganta constantemente. La anarquía es una incoherencia desaconsejable y altamente peligrosa para todos y más aún para aquellos que detentan poder. La prudencia es elemental para todo aquel que le cabe la gestión pública. La Historia está repleta de referencias relacionadas con ello y mientras existan personas que pretendan llevarse todo por delante, sin medir sus consecuencias, engrosarán sus páginas. Pasen un feliz domingo, queridos amigos…
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Miguel Otero Silva y sus abogados luego enterarse del veredicto |
Material gráfico: godessekhmet.blogspot.com peru.indymedia.org resistenciaccs.blogspot.com lapatilla.com elnacional.com
EL DISPARATE
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 11 de diciembre de 2011
Material gráfico: soberania.org ovariowordpress.com
EL MORIR, EL DECIR Y LA DIGNIDAD
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 04 de diciembre de 2011
Inevitable es morir, el trascendental acto donde finaliza la existencia y donde la dignidad no debería quedar fuera de contexto. Morir es un trance inherente a la vida y está sujeto a ella como las cuentas de un rosario. Morir es el último episodio de la vida y debería tener perfecta coincidencia con nuestras acciones pasadas, aunque si estas no alcanzaren a ser dignas o aceptables, una sincera y póstuma contrición enaltecería la conciencia de aquel que concluye su existencia. Evidente es, que la vida es una amalgama de errores y aciertos, donde nadie puede disponer de la certeza, ni de la infalibilidad como una cualidad personal. Plausible es reconocer el error y acertado enmendarlo. Seremos solemnemente ciegos si nos ahondamos la superficialidad que dan las presunciones; y alcancemos los valores absolutos y perdurables que se hallan en la profundidad de la conciencia. Ensoberbecernos es un fácil y complaciente derrotero que ocultará la virtud e invariablemente donde no hay virtud habrá ignorancia y envilecimiento. Todo ello será valioso para nuestras reflexiones y jamás será tiempo perdido. Somos criaturas imperfectas, aunque perfectibles y la revisión de nuestro obrar y disposición será determinante para alcanzar la correcta pauta de la existencia. El tema de hoy, amigos y consecuentes lectores, deriva de una puntual y precisa circunstancia del pasado inmediato como lo fue la muerte de Muamar Gadafi. Este hecho nos dará oportunidad para ejercer el derecho de opinión sobre este acontecimiento y las declaraciones del Gobierno Venezolano que procedieron al suceso. La crítica va dirigida hacia el Ejecutivo Nacional, que aunque tardía, no carece de una relevante actualidad por la similitud de los acontecimientos que se están sucediendo en otro país (Siria) con el cual Venezuela ha establecido recientemente vínculos políticos. Volviendo a Gadafi, destacamos que censurable es desde todo punto de vista y más desde los preceptos cristianos, la violenta muerte del dictador libio, a pesar que los que le dieron muerte le aplicaron la misma medicina que este sátrapa de cuidado, empleara desde hace muchísimos años a su propio pueblo. Es una larga historia de crímenes de la más abyecta naturaleza que soportara gente inocente que clamara por vivir en paz y armonía. Este dictador, lleno de codicia, amante de los lujos y los privilegios, ensombrecido por el poder, con la vileza más acrecentada por su vocación asesina, barrió con saña a cuanto ser no aceptara sus designios. Sin embargo esa actitud arrogante se trastocó en una despreciable cobardía cuando fuera descubierto, apresado y ya en manos de sus captores temiera por su vida e implorara compasión. Atrás quedaban sus acciones despóticas y crueles contra su propio pueblo y hasta ciudadanos inocentes de otras latitudes a los que alcanzara con sus actos terroristas, en represalia por restricciones económicas que otras naciones le impusieran. La rebelión que dio origen a su caída se gestó durante años y muchas veces naufragó por culpa de las alcahueterías de gobernantes de países del primer mundo que aceptaban los lenocinios para favorecer a intereses económicos. Mucho más podemos decir de este semejante, que se creyó Dios y abjuró de todas las probidades humanas y los derechos de las personas. No hay duda que el pueblo libio agotó la tolerancia y estalló con una violencia incontrolada. Similares acciones comenzaran en otro pueblo árabe y continuarán seguramente por todo orbe donde aumente el descontento y continúe el despotismo. El otro tenor que nos ocupa hoy constituye el complemento de lo anteriormente tratado, tiene que ver con honorabilidad en el discurso. Honroso es morir con dignidad, como digno expresarse con templanza y decoro. El Gobierno Nacional por diferentes voceros, tras la muerte de Gadafi, exteriorizó con comunicados que enaltecen, sin el menor recato, la figura oprobiosa del dictador desaparecido; ignorando que el occiso jamás respetó los derechos, ni la dignidad humana. Absolutamente inapropiadas fueron las declaraciones del presidente Chávez quien expresara con sus propias palabras, que la muerte del líder libio Muamar Gadafi es un “asesinato” que constituye “un atropello más a la vida”, y afirmó que su ex aliado será ahora recordado como un “mártir”. “Lamentablemente se confirmó la muerte de Gadafi. Lo asesinaron, (es) un atropello más a la vida”, comentó Chávez, quien agregó que el fallecido líder norafricano será a partir de ahora considerado un “mártir” y un “gran luchador”. Estas fueron sus declaraciones a la prensa en la ciudad de Conocido por todo el orbe es la infeliz y bochornosa simpatía del que el presidente venezolano muestra y lo considera un amigo a quien instaba a proseguir la lucha desmedida y brutal contra su pueblo. Tal parcialidad impropia e innecesaria por demás, nos ofende y avergüenza, más aún por ser alentada por propio presidente. Nos queda ahora esperar sus comentarios sobre el inevitable derrumbe del gobierno sirio. Este vergonzoso régimen es una copia al carbón del la administración de Gadafi en su represión fraticida y que su caída será solo cuestión de tiempo. Pasen un feliz domingo, amigos todos...
Material gráfico: personajescaricaturescosdel mundo.wordpress.com
MARK TWAIN, EL ESCRITOR DEL MISSISSIPPI
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 27 de noviembre de 2011
A Carl Frank Newton, viejo amigo estadounidense, quien nos recordara la emoción que viviera, cuando siendo niño, contemplara y tocara las aguas del significativo río, llevado de la mano de su padre…
Amables y pacientes lectores, como han notado, seguimos en la onda literaria. La literatura es un agradable refugio que compensa con creces el estrés que provoca maremagno existencial de estos últimos tiempos. Hoy nos permitimos invitar a esta columna, a un escritor que la literatura universal no puede dejar de mencionar y las razones porque sobresale en su oficio, se subordinan a la originalidad, la naturalidad, la frescura, la expresividad y el atrayente vigor narrativo de sus obras. El personaje de estas líneas es Samuel Langhorne Clemens, mejor conocido como MARK TWAIN, (1835-1910) del que se cumplieron, el pasado año, 100 años de su muerte.
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Mark Twain |
Muchos de nosotros, que desde niños nos apasionó la lectura, recordamos sus libros y entre ellos se destaca su más famosa obra: Aventuras de Huckelberry Finn, aquella novela de aventuras que leímos por vez primera, al comenzar la adolescencia; en esa etapa de la vida en que se manifiestan las rebeldías más inexplicables e incomprensibles. Leer a Huckelberry, significaba compartir y hacernos cómplices de las correrías del protagonista y su dilecto camarada Tom Sawyer. Acontecimientos plenos de osadías y ocurrencias que protagonizaban dos muchachos de nuestra misma edad y análogas aficiones. Esta obra es, según opinión de Ernest Hemingway, el mejor libro que se haya jamás escrito y que fuera editado en 1884. En su texto se relatan las aventuras de un muchacho inquieto, de humilde extracción social, que con lenguaje popular narra en forma coloquial, vivencias de gran interés e ingenio. En la obra están reflejadas sus primeras experiencias en la vida, del gran río, que en torno a él se desarrolla la trama, que nos describe la vida de los lugareños, de los esclavos negros, de las peculiaridades, costumbres y hábitos de la época. Escribió asimismo otras dos obras con similar contenido e importancia como son, Las Aventuras de Tom Sawyer, y Vida en el Mississippi.
El escritor eligió su apodo de una expresión popular norteamericana que se utilizaba en la navegación del Mississippi, el gran río de su niñez y juventud; y que significa “marca dos brazas”. La locución refiere a la expresión del encargado de medir la profundidad del cauce del río cuando se navegaba y de esa manera prevenía al piloto el riesgo de encallar. Se le considera uno de los grandes escritores y el más destacado humorista de la literatura norteamericana y el que más supo mostrar en sus obras el genuino espíritu nacional de su país. Este carácter disponía de una sutil pero marcada sátira e ironía y a la vez con un sentido afectuoso y humano. Criado en el ambiente aldeano y pobre de los pueblos ribereños del Mississippi, se nutrió de su cultura y se formó a si mismo en el saber intelectual. Temprano dejó la escuela al morir su padre, del que solo heredó la pobreza y se inicia siendo poco más que un niño en la actividad periodística en los talleres de imprenta de una publicación de su pueblo. Posteriormente realiza el sueño que desde niño lo marcó definitivamente en su relación con el río más emblemático y representativo de su nación. Fue aprendiz de piloto de vapores que navegaban en el gran río y de sus experiencias provinieron las contingencias que más tarde contará en Vida en el Mississippi. Al estallar la Guerra Civil (1861-65) fue reclutado por las fuerzas sureñas durante toda la contienda. Enviado a Nevada y California tuvo oportunidad en formarse intelectualmente y se desarrolló como escritor y conferencista. Al finalizar la guerra escribía artículos de un humorismo nacional y popular en un importante periódico de Nueva Orleáns. Luego en 1867 viaja a Europa, Asia y Áfica como corresponsal. En 1868 publica una serie de cuentos en un libro con el jocoso título de La célebre rana saltarina del condado Calaveras. En 1870, ya convertido en un periodista destacado en el ambiente político del Congreso, publicado ya libros que lo reconocían como un escritor de mérito y en un conferencista solicitado y bien remunerado, se instala en el este y contrae nupcias.
Comienza una etapa de su vida en que el éxito y la prosperidad lo galantean y lo convierten en una personalidad altamente apreciada y popular. Esa alta calidad de vida no duró mucho. A pesar de haber ganado mucho dinero y de haberlo disfrutado, su talento como escritor no hizo eco en las inversiones de alto capital que emprendiera en la industria gráfica, que lamentablemente lo llevaron a la ruina. En la última parte de su vida hubo de soportar la tragedia familiar. Murieron sus dos jóvenes hijas, su mujer y desencadenaron estos sucesos una aguda crisis espiritual de la que a duras penas pudo apenas controlar. Sin embargo continuó produciendo en desigual lucha con su interior, pero con tesón, que a su muerte en 1910 dejó mayor número de manuscritos que la totalidad de su obra publicada. En sus últimos años escribió una Autobiografía que fuera publicada en 1924 en la que sintetiza su personalidad que se reconoce como nada excluyente, altamente solidaria y rica en valores de contenido espiritual y humano. Pasen un feliz y plácido domingo, amables amigos…
Material gráfico: smorning.wordpress 1001libros.com blocs.xtfc.cat
LAS LANZAS COLORADAS “
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 20 de noviembre de 2011
“Destaqué al Sargento Ramón Valero con ocho soldados…, conminando a todos ellos con la pena de ser pasados por las armas si no volvían a la formación con las lanzas teñidas en sangre enemiga… Volvían cubiertos de gloria y mostrando orgullosos las lanzas teñidas en la sangre de los enemigos de la patria”. José Antonio Páez
Se hace necesario explicar que la novela no constituye una crónica general sobre la guerra independentista, sino que refleja en su texto, la particular contienda sobre los sucesos acaecidos en 1814, que se dieron lugar, cuando los patriotas se debatieron en lo que se llamó: Guerra a Muerte, protagonizada con las huestes realistas en pleno llano venezolano. Bolívar subyace en la novela como una figura invisible que lo impregna todo sin tomar cuerpo en ningún hecho. Para las fuerzas realistas compuestas por llaneros que comandaba Boves, el Libertador significaba la amenaza aciaga y fatídica. Para las fuerzas patrióticas en contraposición a las anteriores, aunque constituidas también por llaneros que lideraba Páez, simbolizaban la esperanza y la libertad. Tendrían que pasar muchos años, salvarse numerosos obstáculos, devenir un sinfín de acontecimientos para que se reafirmara y perdurase el concepto de patria y se declarara la independencia nacional. Pasen un feliz y plácido domingo, queridos amigos…
Material gráfico: Biblioteca Ayacucho memoriachilena.com
UN LLANERO EN LA CAPITAL
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 13 de noviembre de 2011
Este es precisamente el título de una obra de un escritor llanero, que supo transmitir con su pluma la vida y costumbres de su tierra, quizás la más representativa de la identidad venezolana. El autor de esta narración es el calaboceño Daniel Mendoza. Quien hubo nacido en 1823, cuando Calabozo ya sobresalía como la más importante ciudad guariqueña. Nuestro llano y en particular el del Guárico, rico en episodios históricos y una fuente inagotable de tradiciones que aún perduran y difícilmente se desdibujen con el correr del tiempo. Es el llanero en su generalidad un individuo avisado, que posee una especial picardía, que rebosa de ironía y hasta de socarronería. Ello viene de lejos, desde que se establecieron los primeros poblados y hubo que luchar con un medio rústico en demasía, donde la supervivencia no se alcanzaba sino con mucho esfuerzo, tesón y constancia. En contraste con la vida urbana, donde todo se facilita y se encuentra al alcance de la mano; el medio rural es sumamente agreste, donde hasta lo más sencillo demanda férrea voluntad. La extensión de su territorio hace que las distancias se tornen inconmensurables y el aislamiento una circunstancia insalvable. Igualmente las condiciones de vida hacen que hasta la más simple comodidad sea un lujo inalcanzable y sobresaliendo entre todo ello hubo de soportar desde siempre abusos, despotismos e ingratitudes de la burocracia y la indiferencia citadina. Todo ello inspiró a Daniel Mendoza, el autor de “Un llanero en la capital” a escribir las peripecias de un personaje típico del llano, llamado Palmarote, un hombre de pueblo que visita Caracas y desperdiga todo su locuaz ingenio, pleno de jocosas ocurrencias, mordacidad, con una fingida ingenuidad. Despliega este personaje toda la sabiduría llanera empleando los refranes populares de su tierra con los que fustiga a la sociedad capitalina de la mitad del siglo XIX, caracterizada por procedimientos demasiado rígidos, plagados de formalismos estéticos y perfectamente prescindibles. Es entonces que Mendoza ahonda en su relato la crítica a las diferencias culturales, es decir entre lo rural y lo urbano de la venezonalidad y lo hace en forma graciosa, amena y deleitable. Este guariqueño conocía perfectamente las costumbres y las particularidades caraqueñas. Se había educado en El Seminario Tridentino de la ciudad y posteriormente cursó jurisprudencia en la Universidad Central. Una vez graduado regresó a Calabozo para fundar un colegio que no alcanzó a mantenerse por los conflictos políticos que se suscitaron en su época. Luego se dedicó a ejercer el derecho y es a partir de 1844 que su nombre adquiere fama de poeta y de escritor costumbrista. Esta última apreciación es en la que ha de destacarse y despuntar como una de las figuras centrales del costumbrismo venezolano. Otras obras de las mismas características y autoría, son: “Muchachos a la Moda ” y “Gran Sarao o las Niñas a la Moda ”. Ambas son una sátira a la juventud de la época, llena de frivolidades y cursilerías, que como en todo tiempo y lugar, han dado material para el divertimento social. Mendoza escribe de manera animada y precisa para solaz de jóvenes y viejos. Son unas muestras literarias plenas de gracia y humor que lograra este importante escritor, hoy injustamente poco recordado que muriera muy joven, en 1877 a los 44 años. Otros autores se han ocupado de él, entre ellos Arturo Uslar Pietri nos dice a propósito de “Un Llanero en la Capital ” y de su autor lo siguiente: “Daniel Mendoza a mediados del siglo, (XIX) relata las jocosas aventuras del rudo hombre de los llanos en la capital, y, en un libro corto e henchido. El llanero allega los materiales y los personajes, y hasta el tono del diálogo y el vocabulario, para una novela de la vida rural en las grandes llanuras” de igual modo Pedro Díaz Seijas, el ilustre profesor vallepascuense, recientemente fallecido, complementa lo anterior diciendo: “El lenguaje franco, la “fisgonearía” de “Un Llanero en la Capital ”, son como la culminación del costumbrismo nacional. Daniel Mendoza ya no irá ya a buscar inspiración en los cuadros de Larra o Mesoneros Romano, sino que hurgará dentro de lo criollo para extraer la materia prima de sus escritos de costumbres”.
Apropiado es, amables amigos y consecuentes lectores, transcribir un fragmento de esta obra para que apreciemos la original expresividad del diálogo que Palmarote mantiene con un ciudadano caraqueño a quien visita y llama “dotor”
“…-Hablemos claro, Dotor: aquí se conseña a papelero: aquí es que se apriende a Dotor; pero ya nadie quiere aprender a cura, no, señor ¡Papeles ban y papeles bienen; pero naide dice "dominos bobisco". Cuando saben haser cuatro gasetas, se cren ya unos hombresitos; pero coja U. un Dotor y póngale una soga en la mano, pa que lo bea too regao en la siya. Ni sabe apiársele a un toro, ni arriar una madrina, ni trochar una potranca, ni pasar su siya, ni maldita la cosa. ¡Y esto no es sensia!. No señor: gasetas ban y gasetas bienen: Dotores por ayí; y ni el toro se tumba, ni se jierra el beserro, ni se arrea la madrina, ni se trocha la potranca y se moja la siya. ¡Y too esto no es sensia!
-Qué disparates, Palmarote! ¿Qué sería de la sociedad si todos fuéramos ARREADORES DE MADRINAS, como dice U.? Los cultivadores de las ciencias, como los industriales, como los que ejercen oficios, etc., todos, todos prestan un gran servicio a la sociedad, auxiliándose recíprocamente, y es necesario que todos desempeñen funciones distintas… “
Disfruten de un feliz y placido domingo, amables amigos…
Material gráfico: cuentaelabuelo.blogspot.com artelista.com
MANDAR O GOBERNAR…
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 6 de noviembre de 2011
"El gobierno será perfecto cuando en él aparezca la virtud de cada individuo, es decir, cuando sea fuerte, prudente y justo" (Platón, La República, libro VI)
Mandar y gobernar son dos verbos con igual acepción pero con diferentes propuestas, amables y consecuentes lectores. Es más, parecen ser sinónimos y en realidad lo son y no carecen de reciprocidad. En el correcto significado de estas dos palabras, es pertinente asociarlas para expresar conceptos, como por ejemplo: "El mandatario hizo un buen gobierno" o "El gobernante ejerció su mandato adecuadamente" . Sin embargo mando y gobierno pueden ser tan disímiles e incompatibles como lo son el agua y el aceite. Es precisamente en las intolerancias de un gobernante cuando se nota la costura y se sabe para donde van sus intenciones. Mandar dista mucho de gobernar; se gobierna cuando se respetan los derechos, cuando existe equidad, cuando prevalece la vocación de servicio, cuando la ética y la moral son insoslayables y muchas otras cosas más. Mandar significa imponer, impresionar, alarmar, sobrecoger, afectar, irrespetar, amedrentar, dominar y cuanto disparate se le ocurra a aquellos que arroguen mando. Gobiernos los hay de todas clases, ideologías, ideales, doctrinas.
También es ejercido por personas capacitadas, responsables, sensatas. Del otro lado de la moneda están los chapuceros, mentirosos, indignos. Desde la más remota antigüedad, ha sido más fácil encontrar malos gobernantes antes que buenos. Hoy día, a pesar del desarrollo humano, en lo social, económico, político, tecnológico etc. etc. de esta nueva era, estamos rodeados de gobernantes indecorosos e incapaces. Felizmente la evolución de la existencia, ha desarrollado una percepción global, donde ya no se toleran actitudes que ofenden y degradan a la condición humana. A pesar de ello, los derechos humanos se violan aún a mansalva, sin embargo a estos desacertados poderes, por fortuna, la opinión pública mundial los hostiga y persigue, aunque lenta, indefectiblemente. Todo gobierno arbitrario tiene sus días contados, sus dignatarios lo saben, viven intranquilos, llenos de miedo y amenazan a más no poder; es el miedo el causante de su ansiedad y desestabilidad emocional. No es necesario dar nombres, porque son suficientemente conocidos y no valen ni la tinta que se emplearía para incluirlos. Son figuras que deambulan en el espectro político mundial, siempre interesan a la prensa por sus escándalos y torpezas. En el tapete están los países árabes y otros, que con su despotismo y la forma brutal y despiadada con que espolean a sus adversarios Uno tras otros de esos oprobiosos regímenes van cayendo a fuerza del desgaste político y las atrocidades que cometen.
Años atrás estuvieron de moda las dictaduras militares en algunos países latinoamericanos, hoy felizmente superadas, aunque no escaparon en algunos casos de un posterior y malsano flagelo del populismo; animadversión extendida en algunos países de la región, que consiste en seducir a los que menos tienen con falsas promesas, también a los que les gusta vivir a expensas del estado para recibir indulgencias, subsidios, dádivas, chantajes y cuanta cosa sea necesaria para ganar su voto. Cuantiosos recursos se han malgastado por gobiernos de este talante que han escamoteado y dispuesto el peculio público como una hacienda personal. Otra característica de estas modalidades es la impunidad absoluta ante delitos flagrantes en contra de los ciudadanos y el enriquecimiento escandaloso de gobernantes, de sus personeros, familiares y amigos con dineros públicos. Estos gobiernos se autodefinen como democráticos, porque fueron elegidos mediante sufragio popular, pero apelando al juego sucio plagado de cínicas corruptelas. Sin duda pasarán muchos años lograr curar las heridas de un patrimonio público desvastado por “revoluciones” que más apropiadamente deberían llamarse de otra manera, mucho más precisa y no el cuento chino que insisten en contar.
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Don Quijote aconsejando a Sancho |
Sacado del Quijote, la obra cumbre de Cervantes, es apropiado ilustrar la presente nota con los consejos que dio Don Quijote a Sancho antes de irse éste a gobernar la Ínsula Barataria. Tomaremos algunos de ellos para precisar nuestras palabras. Este inmortal dúo, personajes de una obra maestra de la Literatura , que trasluce la sabiduría del escritor Miguel de Cervantes Saavedra expresando lo que todo gobernante debe tener en cuenta al momento de administrar.
“Primeramente, ¡oh, hijo!, has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada. Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra. Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontificia o imperatoria; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran…” De los seres que ejercen el decoro y la dignidad siempre se aprende. Enriquecedor es para gobernantes y gobernados ajustarse a los principios del honor, la ética y despreciar la transgresión y el envilecimiento. Pasen un feliz y plácido domingo amigos todos…
material gráfico: deisysfermaqueo.wordpress.com dzacatecas.com.mx paquele-cla.blogspot.com
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