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Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




SE LE AGOTÓ EL TIEMPO, CAMARITA…

Gráfica: nuestrorelojdearena.blogspot.com

Juan Yáñez   Publicado el 05.08.2012
                        El  tiempo, es una magnitud física que se ocupa de  la duración de las cosas, que establece la secuencia de los sucesos y quien  instituye el pasado, el presente y el futuro. Es el supremo catalizador; nada escapa a su influencia y al poder de su metamorfosis. El  tiempo es capaz de desgastar la piedra más dura  y es hábil para trasformar aquello que física o químicamente lo requiera para sus debidos procesos. Sin embargo como todo lo creado es finito y mucho más finito aún es el límite que el tiempo dispone para dar la oportunidad de probar a aquellos que presumen de ser sus personas o lo que ellas ofrecen,  una panacea política, −en definitiva−  muestren las pruebas de que realmente lo son.  En este mismo contexto,  atinado será decir que a algo o a alguien SE LE AGOTÓ EL TIEMPO al no lograr concretar apropiadamente por lo menos una porción aceptable de las ventajas ofrecidas. Para ilustrar y de paso ir directo al meollo de la cuestión, nos cabe preguntarnos:    Si acaso, catorce largos años de iniquidades, corrupciones y arbitrariedades y cuanto desafuero organizó el gobernante actual,  no fueron suficientes pruebas de las ineptitudes que ese mismo mandatario mostrara con ideas más que estrambóticas, cual será la medida para aceptar como correcta semejante componenda presidencial.   A todo ello, imposible será tomar por cuerdo a alguien que aún no acepte como cierto y evidente el desbarajuste en que se haya sumergida la nación en todos sus niveles. Reiteramos, señor presidente, difinitivamente: SE LE AGOTÓ EL TIEMPO. Sin embargo aún se cree invencible, dispone a su arbitrio de los bienes públicos, de la infraestructura del estado  para su campaña, hace uso y abuso de los recursos humanos nacionales y estadales, injuria a más no poder al candidato opositor y si ello no fuera suficiente violación a los preceptos constitucionales, tergiversa y oculta, que tras 14 años de desgobierno   ha dejado en  la carraplana a un país que gozaba de una situación política, social y económica envidiable; con el agravante de haber despilfarrado, en ejercicio de su cargo, ingresos extraordinarios de una magnitud apabullante, nunca antes vista.
 Propios y extraños ven llegar el fin de un camino que se agotó irremisiblemente. Día tras día se van apagando las luces de aquel gobernante que se creyó mesias y no paso de aventurero, que medrara a fuerza de promesas, que más que promesas fueron ardides en desprecio de su propio pueblo y aún funge de “Tío Rico” a tantos  gobernantes del orbe sin mayores honras que mostrar y  que no tienen el menor recato en adularlo servil e indignamente para echar mano al dinero, del que bien saben proviene del tesoro nacional y es de ilícita disposición,  que un manirroto jefe de estado, les ofrece con la intención de le exalten su desmesurado ego. En la historia reciente pocos fueron los investidos de mando que han mostrado un mínimo de decoro y dignidad. La mayoría de ellos se encuentran en la región y presumen de estadistas por no tener otra valiosa cosa que mostrar,  salvo la codicia que ocultan tras la sonrisa de cuidadas dentaduras.
 También lo anecdótico tiene cabida en este sainete populachero. Hasta los flemáticos ingleses no escapan a una inmoralidad más que supina.    
Amigos y consecuentes lectores, una muestra irrefutable de esta descarada puñetería, la dio un “ilustre” alcalde londinense, elegido por los ciudadanos de la propia capital del Reino Unido, orgullosa nación de grandes hombres que la historia acredita,  que forma parte del primer mundo; insignes cultores de la aristocrática más “rancia”  y distinguida, no tuvieron el menor reparo en aceptar complacidos las dádivas petroleras que el héroe del Museo Militar les enviaba  para abaratar el transporte público a los “bien cuidados” ancianos ingleses, mientras que en nuestro país, muchos viejos apenas sobreviven con limosnas y deben caminar al no poder pagar su pasaje y  así evitar el maltrato y desprecio de choferes y colectores.     
Todo lo que sube infaliblemente bajará, caerá por su propio peso y su caída dependerá del impulso con que ha sido arrojado. Del mismo modo el tiempo se está agotando y pronto algún paisita de a pié, paseando frente a Miraflores, dirá al pasar ante a la reja: SE  LE AGOTÓ EL TIEMPO, CAMARITA…
gráfica: impactonna.com