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Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




“LA CONSTITUCIÓN SIRVE PARA TODO…”


gráfica: elp.dip.com

Juan Yáñez

No hay tiranía más cruel que la que se perpetra bajo el escudo de la ley y en nombre de la justicia.    Barón De Montesquieu

                                                       La frase con que titulamos la presente nota, no es nueva, queridos amigos y consecuentes lectores; es de vieja data. La historia está plagada de insolencias expresadas por malos políticos y peores gobernantes, que se afincaron en el poder para desde allí transgredir impunemente. No es necesario apartarnos del sub-continente latinoamericano para ubicar especimenes de este talante, donde siempre abundaron y jamás escasean. En nuestra propia Venezuela, las insolencias  nunca han faltado y todavía no nos hemos librado de ellas. Suceden a diario, en menoscabo de la buena crianza y del elemental respeto que los gobernantes les deben a los ciudadanos. Las provocaciones están dirigidas a un sector que es mayoritario en la población venezolana, que no comulga con viejos estereotipos políticos, caducos y malintencionados, que al gobernante de turno se le ha antojado imponer arbitrariamente, no obstante de haber recibido un rotundo NO  en un anterior plebiscito. También es oportuno recordar que en la Asamblea, a pesar  de haber obtenido mayor cantidad de votos la oposición, cuenta con menos diputados que el oficialismo, por una artimaña ventajista, a todas luces arbitraria e inconstitucional.
 Aquellos no habituados a callar cuando es prudente, no pueden controlar las impertinencias que salen a tropel por su boca y que son una sarta de iniquidades. Son raras las ocasiones en que el discurso presidencial se atiene a la cordura para lograr controlar la imprudencia.  Los epítetos más suaves que emplea en estos tiempos,  rondan por el apelativo de “burgueses”, palabra relativamente ofensiva, salvo por la irreverente tono y la licencia que se toma al pronunciarla. Lo demás es humillación innecesaria -reiterativa por demás- que cuando transciende las fronteras se convierte en motivo de curiosidad y esparcimiento para gente acostumbrada a oír discursos formales o juiciosos.  Releyendo la historia, interesante pasatiempo que disfrutamos sin la menor molestia y con  el mayor agrado, evidenciamos que nada de lo que acontece es original, ya que  otros transitaron por idéntico sendero en el circunstancial paso  por la vida; lo que es igual a decir:  Nada es nuevo en la viña del señor.  Correcto es señalar que tampoco en el siglo antepasado se acostumbraba a respetar a los gobernados en este país y del mismo modo sucede hasta el presente.  En la Caracas de 1848, se oyó decir: La Constitución sirve para todo”, un epíteto cargado de cinismo e inmoralidad, que  fuera expresado por José Tadeo Monagas, a la sazón presidente de la República, luego que sus esbirros embistieran con violencia en el Congreso Nacional, que se disponía a enjuiciarlo. Tomaron por asalto el recinto de sesiones, matando de una puñalada en el pecho a Santos Michelena y también quitándoles la vida a otros tres diputados. Atemorizados los presentes, hasta tal grado, que nadie se atrevió a enfrentarlos; huyeron sin ser perseguidos, para luego, con una actitud de desfachatada inocencia, Monagas hace  convocar nuevamente al resto de los diputados a continuar sus funciones e incorpora a la historia la frase, arriba anotada,  que lo definirá como un tirano más, de los que hubo de soportar. José Tadeo Monagas no fue más que un rústico dictador que  aparento legalidad en todo tiempo. Luego de unos años de turbulencias, desafueros, abusos, insurrecciones y cuanta violación se le ocurrió desde su cargo, fue obligado a renunciar y se exiló por seis años. En 1864 regresa al país y se suceden nuevas oposiciones, disputas, violaciones constitucionales y demás trapacerías, hasta que finalmente con artimañas se logra convocar a elecciones para designar al nuevo presidente de la República. Es entonces que José Tadeo Monagas, candidato factible, pero ya viejo y enfermo no alcanza su anhelo, muere al poco tiempo de una enfermedad pulmonar, sin poder ver la  culminación  del proceso eleccionario que seguramente lo proclamaría.  Paradojas de la vida que se asientan en la historia  que no dejan de repetirse, una y otra vez. Hoy día, la Constitución Nacional se desacata sin el menor prurito y sin dar mayores explicaciones. Son precisamente quienes tienen la obligación de respetarla y exigir el cumplimiento de su contenido, sus acérrimos transgresores.
  La Constitución no sirve para nada, es letra muerta si se incumplen sus artículos y disposiciones, sin embargo no deja de estar vigente y será a su letra a la que habrá atenerse cuando resurja la legalidad.  Equivocados están aquellos que creen que se puede subestimar, doblegar, condicionar a lo que en ella se ha establecido. La Constitución es el principal elemento que sustenta la legalidad de una nación, lo que salvaguarda el orden, los derechos, obligaciones y todo aquello que se ajusta a la justicia. Ya llegará el momento de su supremacía sobre cualquier otra norma del ordenamiento jurídico; la mayor y eficaz  salvaguarda de la legitimidad. Pasen un feliz y agradable domingo, amigos todos…