Buscar este blog

Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




HUMBERTO FERNÁNDEZ MORÁN

 Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 24 de abril de 2011

                                             “…Soy un misionero y un solitario en mi propia tierra, como lo fue Miranda y como lo fue Bolívar…Persistiré en mi firme empeño de cumplir callado mi misión, como investigador científico y educador, ocultando con la jovialidad de Sancho mi tristeza neta de Quijote.”

                                                          Estas palabras de inocultable melancolía y desdicha, fueron pronunciadas por Humberto Fernández Morán, el más grande hombre de ciencia venezolano de todos los tiempos y uno de los más destacados científicos que hubo dado la humanidad. Había nacido nuestro ilustre sabio, el 19 de febrero de 1924,  en el Hospital Chiquinquirá de la capital zuliana, como lo describiera él mismo con una sencillez arrobadora muchos años después:…”nací en el hospitalito que quedaba cerca del Puente España y mi familia viene de un pueblo humilde llamado La Cañada”.

Ciudad de Nueva York
En 1929, en plena dictadura gomecista y cuando nuestro hombre contaba apenas 5 años de de edad la familia se ve obligada por razones políticas a emigrar a Nueva York y es allí donde  inicia en sus estudios primarios, para regresar a Venezuela en 1936 luego de la muerte del tirano. 

Aquí continuó sus estudios en el Colegio Alemán de Maracaibo. En 1937 cuando Fernández Morán contaba 13 años su padre lo envía a Alemania a continuar sus estudios en  un liceo enclavado en los bosques de Turingia. Allí lejos de su familia en un ambiente social  desconocido y poco comunicativo le resultó difícil la adaptación, sin embargo se sobrepuso y se destacó en lo académico y en el cuadrilátero, aunque éste último no tenía nada que ver con  la geometría, sino con el boxeo y se consagra campeón. 
Universidad de Munich, Alemania.

 A los 15 años decidió ingresar a la Universidad de Munich para estudiar medicina cuando ya la 2da. Guerra Mundial había comenzado y las hostilidades, una diaria rutina. Allí se doctoró con la distinción  Summa Cum Laude.  En 1945 regresa a Caracas para refrendar su título en la Universidad Central de  Venezuela y de allí comienza a ejercer en el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo donde se aplica en la investigación neurológica con un grupo de pacientes de esa experiencia publicará un estudio sobre la especialidad. Al finalizar ese año y ya decidido a continuar con la neurología y con la neuropatología y para ello se  trasladara a Washington, en los EE.UU., donde se encontraba el profesor Walter Freeman, el más afamado científico en esas materias. Se interesa en las investigaciones de Einstein en el campo molecular y se entrevista con el sabio en la Universidad de Princenton donde se encontraba su laboratorio.

Einstein reconoce el potencial de ese muchacho de apenas 22 años y lo conmina a que estudie en Suecia. Así lo haría y alcanzaría en poco tiempo la licenciatura en Biofísica y una maestría en Biología Celular y Genética para luego culminar con un PhD en Biofísica en la Universidad de Estocolmo en 1951 cuando había arribado a los 27 años. Un año después, cuando se desempeñaba como Profesor Asociado en esa universidad se le otorga la Orden de “Caballero de la Estrella Polar por el rey Gustavo de Suecia. En 1953 regresa a Venezuela y se incorpora a la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales. Fue este insigne maracucho el fundador de una institución que aún se mantiene en pie, aunque poco se sabe hoy de ella y que fuera creada durante la dictadura de Pérez Jiménez en 1954, que se llamó Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), el mismo que hoy se  conoce como el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). 


Está todavía ubicada esta institución en el estado Miranda, en los Altos de Pipe. Este era un proyecto ambicioso por demás, con más de 70 laboratorios de investigación que ocuparían 27 edificios. Asombra  hoy saber, amables y consecuentes lectores, que un año después, en 1955 ya todo estaba construido y en plena actividad. Si el asombro no fuera suficiente agregaremos que al año siguiente, en 1956 se inauguraba un Reactor Nuclear, un adelanto de envergadura a nivel latinoamericano que despertó curiosidad en  varios científicos prominentes del mundo, entre ellos varios Premio Nobel, que lo visitaron en 1957, bajo los auspicios de las Fundación Nobel y de la Sociedad Internacional de Neurología y Neurociencias.
Fernández Morán ante el microscopio atómico.

 Aquello que se construyó con los mejores auspicios de Fernández Morán y con los recursos del estado, administrados por un gobierno dictatorial y es correcto decir, que no escatimó ni buena voluntad, ni empeño para propiciar el desarrollo científico venezolano, no logró medrar y menos aún conservarse. La Venezuela de antes, como la de ahora, lamentablemente no escapa a la crítica.  Para muestra basta un botón, dice el refrán y a ello vamos, amables lectores. El 13 de enero de 1959, gobernaba como ya sabemos Marcos Pérez Jiménez, cuando nombró como Ministro de Educación a Humberto Fernández Morán. 
El Gral. Marcos Pérez Jiménez

Por supuesto nuestro científico, -nunca fue otra cosa- era el hombre de más prestigio del país en ese tenor y aceptó el cargo porque jamás el dictador le exigiera alguna parcialidad o apoyo político. Además es evidente que  esa envestidura, Fernández Morán, se sentía ampliamente capaz de ejercerla para propiciar cambios en la educación venezolana. (No olvidemos que fue un hombre formado en instituciones extranjeras del más alto nivel académico).  El destino implacable regente, le conserva en el cargo por solo 12 o 13 días. A la caída de Pérez Jiménez, marchó a la Universidad de Chicago, posteriormente desempeñó importantes cargos que beneficiaron a la ciencia Universal. Regresó esporádicamente a Venezuela, la que nunca bien le recibiera, no le quedó otra que morir en el exilio en 1999. Imaginamos, amigos lectores, que como maracucho de ley  habrá siempre sostenido, aún remachado y sin la menor reserva, soy venezolano hasta la muerte, aunque mal paguen mis paisanos. Pasen un feliz domingo… 

Centro de Biología Estructural Dr. Humberto Fernández Morán, de Venezuela


Material gráfico: lamaracucharadio.com   blogs.chueca.com   es.wikipedia.org   listas.20minutos.es   primicias24.com    reddigital.com   fundacitezulia.gov.ve   esespectador.com   cbe.ivic.ve