Buscar este blog

Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




HACE MÁS RUIDO UN ÁRBOL QUE CAE QUE UN BOSQUE QUE CRECE

Juan Yáñez
              Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 4 de julio de 2010



No está de más escribir unas líneas sobre los deplorables y tristes sucesos que reseñó la prensa últimamente y que llenaron de bochorno a la Iglesia Católica y que alcanzaron inclusive a sus fieles. Nos estamos refiriendo a las acusaciones de pederastia que cayeron sobre los curas que descuidaron su apostolado y su misión con la grey y se entregaron a corromper la inocencia de niños y jóvenes.

 No existe la menor excusa para justificar ese indigno proceder, como tampoco lo fue el silencio encubridor por parte de aquellos que les correspondía el juzgar, remediar y escarmentar. Asimismo es conveniente puntualizar que nuestra columna es ante todo constructiva y jamás se prestará la misma, a la adjetivación o al sarcasmo.  

 Somos cristianos, integrantes de una gran familia que se identifica con las acciones, con la palabra y el mensaje de Jesús de Nazareth. También del mismo modo somos humanos y también somos falibles e imperfectos. Hemos de reconocer todos nosotros que es contrario a las enseñanzas de Cristo, el levantar el dedo acusador e inclemente sobre aquellos que han pecado sin habernos hecho previamente -nosotros mismos- un examen de conciencia. Lo inconveniente ronda siempre sobre nuestra pureza. Es más, el pecado no es extraño a nuestra naturaleza; y ello no debe ser motivo de un despiadado escarnio y humillación hacia nuestros hermanos que no pudieron mantenerse en la virtud y han caído.

Gloria siempre a Dios y paz a los hombres de buena voluntad. La vida al transitarla, obligatoriamente nos enseña sin darnos tregua; en este mundo no hay nadie que este libre de cometer errores; por ello debemos siempre honrar a la virtud en todos nuestros actos y expresiones; nunca olvidar que sin ella nunca podremos alcanzar nuestro primordial objetivo, que no es otro que servir y hacernos uno con Dios. A ese destino no escaparán ni santos, ni demonios, ni criatura alguna que exista sobre la Tierra.

 Para ser objetivos e imparciales, amables y consecuentes lectores es necesario que hagamos mención de un correo que nos envió un amigo, en el que incluyó una carta de un sacerdote católico, que aclara las conjeturas y pone las cosas en su lugar. El amigo del correo hace, -a modo personal- una interesante y sincera justificación previa: “Yo soy Cristiano por Bautismo, pero no por convicción; menos aún Católico, pero respeto otras creencias y pienso que esta carta dice la verdad, la cual es permanente distorsionada por los medios de comunicación.”

El escrito es espontáneo, veraz y su autor, Martín Lasarte, un salesiano, la envía desde Angola, África, donde reside y ejerce su ministerio y la comienza con la metáfora abierta y franca con que titulamos la columna de hoy: “Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece”. Él se identifica a si mismo así:

“Soy un simple sacerdote católico uruguayo que hace 20 años vivo en Angola. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación.”. Continúa: “Me da un gran dolor por el profundo mal que sacerdotes que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos” –y prosigue: “¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se abaten por millones de niños , por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo!”. -En otros párrafos nos dice: “No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a cero positivos.., o en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar”…

 “No es noticia que mi amigo, el Padre Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola…,..haya sido ametrallado,…. decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitado a su gente.”….. “En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región…, ninguno pasa los 40 años”… “La verdad que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó la noche de Pascua.”.., y termina…:

“El sacerdote no es un héroe ni un neurótico, es un simple hombre que con su humanidad busca servir a Jesús y servir a sus hermanos”… Por nuestra parte suscribimos enteramente lo expresado por este hermano, asimismo concertamos que es correcto y necesario que los comunicadores sociales no oculten jamás la verdad y la expresen con la mayor propiedad, consideración, dignidad y nobleza.

Material gráfico, agradecimientos:
shalombooksny.com  misionescatholic.net   misioneros en camino.com   naidobopastor.blogspot.com   blogs.clarin.com   razonesdevida.blogspot.com   revistafast.wordpress.com  blogscope.es

                                                     -----------------------------------------

Carta de Padre Martín Lasarte, saleciano, desde Angola, África.


Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.

No pretendo hacer una apología ni de la Iglesia ni de los sacerdotes.


Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos.


Soy un simple sacerdote católico uruguayo que hace 20 años vivo en Angola .


Me siento feliz y orgulloso de mi vocación.

Me da un gran dolor por el profundo mal que sacerdotes que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes.


No hay palabra que justifique tales actos.


Veo en muchos medios de información, la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo.


Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos más recientes…

¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo!


Pienso que a los medios de información no les interesa que yo haya tenido que transportar por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena ( Angola ), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas.

No ha sido noticia que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en Moxico mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas;
que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños...


No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU.

No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra la ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina; que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan hogares transitorios para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violados y buscan un refugio.


Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados.


No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a cero positivos… o en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.

No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, lo hayan transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino;


que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un asalto en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente.


En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región… Ninguno pasa los 40 años.


No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.


La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia , esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua.


Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.


No pretendo hacer una apología ni de la Iglesia ni de los sacerdotes.


El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico.


Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos.





P. Martín Lasarte, salesiano, en Angola , África.










Que Dios bendiga a los sacerdotes y les de muchisima fuerza