“Cómo fue que llegamos hasta aquí”
25.12.2014
Juan Yáñez
El pasado jueves 11 de diciembre del 2014, tuvimos los sanjuaneros la
ocasión de compartir, la amable presencia de Rafael Arráiz Lucca, un
intelectual de viejo cuño, de aquellos que durante lo que se dio en llamar “cuarta
república” ilustraron con sus notas y su verbo el acontecer nacional venezolano
y aún continúan en ello.
El evento se desarrolló en el auditorio del Colegio Médico
de San Juan de los Morros, donde nuestro ilustre huésped, pronunciara una
conferencia que auspiciara la
Cámara de Comercio y Producción del municipio Juan Germán
Roscio Nieves, estado Guárico, Venezuela.
Suficientemente sugestivo encontramos al título elegido
para la disertación: “Cómo fue que
llegamos hasta aquí”, sin duda de particular atracción para la generalidad
de aquellos que en este país vivimos, dadas las circunstancias socio-políticas actuales.
El discurso del profesor Rafael Arráiz Lucca significa el oír in situ una
autorizada opinión, esclarecedora de los motivos que suscitaron la situación
crítica a la que llegamos y a partir de allí, encontrarle una solución viable al
problema.
Ante un nutrido
auditorio el Ingeniero Alejandro Haddad, presidente de la entidad
patrocinadora, dio inicio al evento, anunciando una representación artístico-musical,
en la que intervinieron jóvenes valores de de nuestra región. Músicos típicos y una
pareja danzante interpretaron magníficamente el joropo llanero. Luego de los
aplausos con que los premiaron, continuó
el presidente Haddad presentado al ilustre invitado, dando un extenso testimonio
de su resumen curricular.
Dio comienzo el
disertante agradeciendo la invitación y manifestándonos la satisfacción de
volver a nuestra ciudad después de muchos años de ausencia en que nuevamente
admirara los morros de San Juan como otrora.
Como introito al tema, precisó que el enfoque para explicar el significado de “Cómo llegamos hasta aquí”, lo haría
desde el punto de vista histórico por ser éste, el recurso más acertado para
comprender el proceso que nos ocupa.
En una ilustrativa y
amena exposición encaró la realidad histórica venezolana, desde los inicios del
antepasado siglo, para que de esta perspectiva se comprendiera lo devenido,
dicho en otras palabras lo acontecido hasta llegar al momento histórico actual.
Se refirió
a lo sucedido el 24 de enero de 1848, (a grandes rasgos trataremos de
recordar los conceptos de Arráiz Lucca) cuando el gobierno del General José
Tadeo Monagas perpetró lo que los historiadores han calificado como “El Fusilamiento del Congreso Nacional”. Hecho
que marcara la barbarie que en el transcurrir de la historia venezolana se
mostrara en diferentes ocasiones y de diferentes formas. Aquel hecho no fue
otra cosa que la irrupción violenta e irracional de hombres armados en plena
sesión de la Cámara
de Representantes cuando se debatía la moción de enjuiciar al Presidente por el
delito de violación de las leyes y la malversación de las rentas públicas.
La
consecuencia de ese criminal atentado
contra la representación de la soberanía nacional, dio por resultado el
asesinato, nada menos que de Santos Michelena, entre otros diputados que
también perdieran la vida.
A partir de ese hecho, José Tadeo Monagas, dio comienzo al
gran desorden institucional que convirtiera a los congresos en servidores del
ejecutivo.
El militarismo se hizo presente durante 115 años en la historia
nacional. Los generales gobernaron de 1830 hasta 1945, con la excepción de solo
tres gobiernos civiles en el siglo XIX (Rojas Paúl, Andueza Palacio, Andrade)
gobernantes con el agravante, de representar siempre y de modo irrevocable, al
hombre fuerte de turno que los postulara.
Lo que aconteciera históricamente después, alcanza nuestra
contemporaneidad y los hechos muestran a las claras que lo que no se aprende se repite. Eso es una constante en la
historia universal y ello da una inequívoca respuesta al título de la
conferencia.
Al finalizar con su
alocución el profesor Arráiz Lucca invitó al publico presente a formular las
preguntas que hubiera lugar. Luego de algunas intervenciones, casi todas
planteando dudas sobre la recuperación del país. Las respuestas del disertante
fueron elocuentes y por sobre todo ampliamente esperanzadoras, llenas de
optimismo y fe.
En sus últimas palabras se mostró partidario del diálogo, de la
democracia social, de la vigencia de la constitución, de la lucha por la recuperación
de las instituciones para alcanzar una sociedad igualitaria y unida para el
2015, definitivamente un año difícil, pero que con mucho esfuerzo, mucha constancia
y optimismo, superable, precisó.
En el socialismo no todo está perdido: Enrique Tierno Galván, para honra de España.
ENRIQUE TIERNO
GALVÁN (Madrid,1918-1986)
Un merecido homenaje
Doctor en Derecho,
Doctor en Filosofía y Letras, Catedrático de Derecho Político desde 1948 hasta 1953 en la Universidad
de Murcia, y desde 1953 hasta 1965 en la Universidad de Salamanca. En 1966 se traslada a Estados Unidos donde
fue profesor en la Universidad de
Princeton(1966–1967).
Juan Yáñez
La cesantía de su
cátedra salamanquina y el posterior viaje académico a los EE.UU. fueron dados
por motivaciones políticas. En agosto de 1965, junto con los también profesores universitarios José
Luis López Aranguren y Agustín García Calvo, fue Tierno Galván apartado de la
universidad de Salamanca, acusado junto a los nombrados de adoctrinar a los
estudiantes para dar lugar a protestas contra la dictadura de Francisco Franco.
Esta situación dejaba en evidencia que la universidad dejaba de ser una entidad soberana, para ser una institución más, controlada por el régimen franquista y que se doblegara
ante la dictadura luego de muchos años de existir en su seno un miedo sustanciado en la circunstancia política española.
Oportunas,
sinceras y carentes de la menor hostilidad o rencor, son sus palabras respecto
a la sociedad salmantina y otras vigentes en aquellos difíciles años, que encontramos en su
libro “Cabos Sueltos”, editado por Editorial Bruguera en 1982 (páginas 208/209)
que demuestran sus amplitudes y calidades políticas y sociales. Dicen así:
“… En aquella España inhóspita,
hambrienta y dolorida en la que todos los españoles, o casi todos, tenían más
enemigos que amigos, porque las propias dificultades generaban una convivencia
en la que la suspicacia y el temor se transformaban en amargura y hostilidad,
yo, y en esto mis recuerdos no me engañan, no tengo razón para quejarme de
nadie”.
Entre otros cargos
políticos, fue Alcalde de Madrid, durante dos periodos, por reelección, desde 1979 a 1986, fecha de su muerte en pleno ejercicio
de su investidura. Su popularidad como
alcalde fue enorme. Reelegido, como ya anticipamos, en 1983 con mayoría absoluta, siendo, hasta la fecha, el único socialista en lograrlo.
Su labor
como alcalde suscitó una extraña unanimidad a su favor, que fue más allá de su
filiación política y su fama traspasó las fronteras del país llegando a
presidir la
Federación Mundial de Ciudades Unidas.
Madrid vivió en esos
años un espectacular renacimiento de su vida cultural, artística y social,
adormecida durante el franquismo, que se conoció como «movida madrileña» y que
llegó a identificarse con la figura misma del «viejo Profesor», así era
conocido con el mayor cariño y reconocimiento, por estudiantes, por todos
aquellos que le trataron y hasta por sus adversarios) Su particular
popularidad, que se pronunciaba desde la juventud y alcanzaba la tercera edad.
En su sepelio, el 20 de enero de 1986 en Madrid, fue despedido por los
madrileños con una multitudinaria manifestación de duelo que colapsó la ciudad
entera.
Fuentes: Wikipedia,
www.biografiasyvidas.com
Facundo Cabral en la Venezuela del nunca jamás...
Una crónica del diario vivir en Venezuela...
Juan Yáñez
Días pasados estuve a punto de pedirle a un chofer de un transporte público,
aquí en San Juan de los Morros, que parara su vehículo, para bajarme por la
forma irracional de conducir.
No era yo el único de los que viajábamos
que mostrara una justificada angustia por el exceso de velocidad, las maniobras
violentas y peligrosas que atentaban contra nuestra seguridad y la de los que
circulaban por la vía, vehículos y peatones.
Opté por reclamarle en alta voz y furioso,
y hasta algunos se animaron y me hicieron coro.
El chofer un alborotado; por su
aspecto, definitivamente bronco y grosero, inhibía porque la respuesta hacia
nosotros, sus demandantes podría estar ajustada a su estampa.
Viejo zorro en estas malas mañas, este
individuo luego de mirarnos hostilmente, a través del espejo retrovisor,
automáticamente cobró mesura, como si nada hubiera pasado. Seguramente sopesó
las consecuencias de continuar así la marcha, o acaso de lanzarnos una
respuesta precipitada cuando son muchos los que protestan y con sobrada
inquina. Suponemos que por instinto eligió la conveniencia de “meter violín en
bolsa”, como dice el Perogrullo y continuar su ruta con normalidad.
Agresiones similares, o de diferente
forma, abusos, delitos de todo tipo, de la mayor gravedad, atracos, homicidios
y paremos de contar, se viven a diario en nuestro país y en otros con parejas
connotaciones.
Las estadísticas son lo suficientemente
claras, mostrando que la cantidad de delitos contra las personas, unida a la
perdida de los valores de una sociedad es directamente proporcional a la
corrupción de su sistema de gobierno. Gobernantes, sus acólitos o allegados y
sus representantes gozan de la más absoluta impunidad y esta se hace
extensiva a la delincuencia común quienes medran gracias a la indiferencia y también al apoyo gubernamental, que utiliza
esta ralea como fuerza de choque y hasta los arma y uniforma como tropa
oficialista. Un obtuso despotismo en desmedro del resto de la sociedad, que
soporta, calla o muestra indiferencia, porque teme represalias.
Venezuela ocupa el primer lugar en el
mundo, de muertes por violencia y registra que solo el 7% de los homicidios son
resueltos y el 93% permanece impune. (*ver datos abajo, en Apendice)
Viene a nuestra memoria, Facundo
Cabral, ese cantautor que hiciera con sus canciones y sus glosas un compendio
de la filosofía de la vida, (y que lamentablemente perdiera la vida en el 2011,
en un hecho delictivo, en la ciudad de Guatemala). Este artista platense, había
nacido en La Plata, Argentina, poseía un fino humorismo, pleno de
suspicacia. Jamás desertaba en sus presentaciones, de dejar una
enseñanza, para ponernos a pensar y de hecho sacar conclusiones, para aceptar
este mundo con sus aciertos y errores. Empleaba un estilo metafóricamente
inducido para que nadie se sintiera directamente aludido y a la vez sonriendo
reconociera sus propios errores o tal vez los, ajenos, aunque estuviera metido
hasta el cuello en la culpa o en el error.
El tiempo está más cerca de la sabiduría,
que de la ignorancia. Un filósofo dijo una vez “el tiempo es gran señor y
grande el tendal que deja”. Vivir es sinónimo de perseverar, de
debatir, de bregar, de reconocer nuestros errores y enmendarlos si fuera
posible, de exigir aquello que es justo. Lo que no es conveniente es aceptar
como válido aquello que esté mal hecho y que estuviera bajo nuestra responsabilidad, mejorarse o transformarlo en
bueno, si las circunstancias lo permitieren.
De equivocados está el mundo lleno y
es compromiso de los justos, que el respeto por los derechos y la vida de los
demás no sea quebrantado por nada, ni por nadie.
En Venezuela la irracionalidad se ha
vuelto un mal endémico y pareciera que la PAZ, ha quedado apenas en ser una
palabra breve de solo tres letras. PAZ también significa RESPETO, DECENCIA,
JUSTICIA, y muchas otras cosa más en las que no debe faltar la VALENTÍA.
Con toda seguridad, hoy si Facundo Cabral
cobrara vida, sería aún más implacable con sus canciones, propias de un rebelde
con causa, que nos haría recordar en sus letras, que imperdonable es para
los gobiernos obrar contra su propio pueblo y del mismo modo seremos
corresponsables los habitantes, cuando nos comportamos indiferentes ante las
injusticias. Todo ello es señal de cobardía, es acción perversa que
envilece el alma.
* APÉNDICE
Fuentes de la
Universidad Central de Venezuela dicen que la nación, lidera el ranquín de
la
violencia mundial,
donde por cada 100 mil habitantes, 44 son asesinados a tiros. En América Latina
el promedio es de 30 homicidios por cada 100.000 habitantes. En Venezuela es 44 homicidios,
es decir que estamos un 63% (19 homicidios) por encima de la media latinoamericana y según la
UNESCO es la tasa más elevada del mundo. Ello significa que aproximadamente, cada media hora
ocurre un asesinato en nuestro país.Expertos en las distintas áreas del sistema de administración de justicia coinciden en que sólo 7%de los homicidios cometidos son resueltos y 93% permanecen impunes.
el promedio es de 30 homicidios por cada 100.000 habitantes. En Venezuela es 44 homicidios,
es decir que estamos un 63% (19 homicidios) por encima de la media latinoamericana y según la
UNESCO es la tasa más elevada del mundo. Ello significa que aproximadamente, cada media hora
ocurre un asesinato en nuestro país.Expertos en las distintas áreas del sistema de administración de justicia coinciden en que sólo 7%de los homicidios cometidos son resueltos y 93% permanecen impunes.
La Providencia también sabe jugar al fútbol...
Juan Yáñez
El fútbol es solo un juego, pero tiene en sus entrañas mucho de belicismo o agresividad; una manera de establecer poderío y sometimiento hacia los rivales. Es el circo de los romanos e indudablemente un espectáculo de primer orden. Ello es fácilmente demostrado en la celebración de este mundial de fútbol, por el precio de las entradas y más aún por los escandalosos precios de la reventa de las mismas. Por supuesto que los políticos de todas partes, saben la importancia de este deporte-espectáculo y tratan de aprovechar para sus artimañas y simulaciones, los beneficios del mismo para llevar agua para su molino…. y para allá vamos.
Fútbol, deporte de mayorías y en Brasil,
más que en cualquier otra parte del mundo. En esta práctica todo lo que se haga
viene al caso; no solo juegan los integrantes de cada equipo con un balón que
es redondo y tratan de embocarlo en el arco contrario, sino que diversos
elementos intervienen en el juego. El arco con sus dos palos y un travesaño,
también juega, la terna arbitral, el público, la grama, las líneas pintadas con
cal, el clima y un sinfín de cosas más, tantas que hasta la suerte no puede
dejarse de lado y como lo señalamos anteriormente, debe incluirse hasta la
política. La Copa
del Mundo significaba para los gobernantes brasileños de turno, un as
oculto en la manga. Detrás de esa ostentación y despilfarro de recursos se
escondía la reelección de Dilma Rousseff, otro de los males que se han puesto
de moda, especialmente en la mediocridad política latinoamericana, pero el tiro
les salió por la culata.
Ahora habrá mucho que explicar, la gloria del título
se esfumó con la escandalosa derrota propinada por los alemanes, -siete a
uno es inconcebible - se tratará de echar tierra sobre todo este descalabro
deportivo, social, político, administrativo, económico, engendrado con una gran
dosis de soberbia.
El Partido de los Trabajadores, que ganara las
elecciones y pusiera a Lula como el renovador de las políticas sociales en el
Brasil y que continuara la
Rousseff , se agotó por la mala administración, incapacidad y
los inocultables sucesos de corrupción.
La mandataria no logró
soluciones satisfactorias para los graves problemas sociales de la nación. Los
disturbios y protestas forman ya parte del escenario de disconformidad que se
ha extendido en las principales ciudades de Brasil.
Se protesta por todo lo
anterior y se incluyen los altos costos que demandara la realización de la Copa. La impopularidad
demostrada principalmente por jóvenes se lo hizo saber. Faltaba solo la guinda para la torta De golpe y
porrazo el fútbol finiquitó algo que no estaba en los planes de la Providencia y echara
todo para el mismo demonio.
A todo
ello se no ocurre pensar que es preciso aquel viejo refrán que dice: “El hombre
propone y Dios dispone” Es evidente que todo obedece a una suprema voluntad y
es nimiedad lo que los hombres procuran.
Pareciera
que la inexorable Providencia también sabe jugar al fútbol...
Camilo José Cela: el rostro oculto de un premio nobel
ESCRITORES Y ESCRITURAS
Juan Yáñez
Juan Yáñez
Escritores y escrituras serán siempre tema para hurgar o curiosear, que partiendo del interés intelectual o literario de los lectores, se sitúa y se convierte en exigencia o poco menos, para los amantes de los libros y las letras. Con seguridad, desde la prehistoria ha habido escritores, expresión solo limitada por su por la carencia del lenguaje escrito. Sin embargo la idea que subyace en los escritores debe existir antes de volcarla a los caracteres. Suponemos que se escribiría sobre la mente y ciertamente se guardaría en la memoria lo allí escrito y de hecho podría devenir en literatura de tradición oral. Hoy aún ese es un método para muchos que escriben y moldean la idea para después trasladarla a la escritura. Definitivamente, para ser escritor se necesitan valores o por lo menos franqueza; la ética es fundamental, como un límite infranqueable para no caer en la carencia de decencia. El poeta Homero, el legendario autor de la Ilíada y la Odisea, obras fundamentales de la cultura clásica, fueron consideradas por los griegos de aquella época y por las generaciones posteriores como las obras más importantes en la literatura de la Antigua Grecia y sirvieron como fundamentos de la pedagogía griega de todos los tiempos. A nadie se le ocurrirá poner en duda la honestidad y dignidad de Homero. No existiendo tampoco elementos para ello; el legendario Homero transitó la senda del conocimiento, la virtud, la educación, la cultura del mundo civilizado. El artículo que presentamos a continuación, titulado "Camilo José Cela: el rostro oculto de un premio nobel" y lleva la firma de Cristóbal García Vera, es el reverso de éste, que anotamos como comentario y sirve como consecuencia de la nota, que pone en tela de juicio al fallecido escritor, premio nóbel, Camilo José Cela.
......
Camilo José Cela: el rostro oculto de un premio nobel
Cristóbal García Vera
Tras la muerte de Camilo
José Cela, el 17 de enero del año 2002, los medios de comunicación españoles
reprodujeron y ampliaron una auténtica avalancha de elogios sobre la obra y la
vida del académico de la lengua y premio Nobel de literatura. No podía ser de
otro modo. Es una vieja tradición española demostrar el respeto por los
difuntos - o al menos por algunos- resaltando sus bondades e intentando olvidar
sus defectos. Aún así, resulta especialmente reveladora la amnesia colectiva
que afectó a políticos, periodistas, eclesiásticos, escritores y editores a la
hora de enjuiciar la trayectoria del escritor gallego. Entre sus colegas - con
algunas excepciones como la del catalán Juan Marsé - los reconocimientos fueron
generales.
En el área editorial esta unánime devoción fue rota tan solo por la aparición de una biografía que bajo el título "Desmontando a Cela"(Ediciones Libertarias) vino a constituir un solitario contrapunto en ese bosque de cumplidos y bombos mutuos en el que, a menudo, se convierte la investigación periodística española. Tomas García Yebra, el autor de este magnífico trabajo, traza una semblanza de Cela en la que se ponen al descubierto facetas de su recorrido personal y literario que habían permanecido oportunamente encubiertas tras el brillo de los premios y los honores institucionales.
Y es que, Don Camilo fue lo que suele reconocerse en nuestra sociedad como un "hombre de éxito": prestigioso y cotizadísimo novelista, articulista sin precio y dueño de un millonario patrimonio. Frecuentó a ministros - Federico Trillo fue el padrino en su boda con la periodista Marina Castaño- e incluso llegó a ejercer brevemente como senador gracias al democrático dedo de Juan Carlos I. Sin duda, esta consagrada posición social influyó decisivamente en la edulcorada imagen que se fabricó de él para su consumo popular: La de un genial escritor, íntegro aunque algo mal hablado y con un carácter difícil.
Así pues, no es extraño que los últimos descubrimientos sobre el personaje hayan sido acogidos por muchos con cierta sorpresa. Muy recientemente, el diario londinense The Guardian acusaba a Cela - basándose en unos documentos descubiertos por el historiador Pere Ysàs- de haber sido espía de la dictadura franquista y delator de otros escritores e intelectuales durante la década de los sesenta. Un viejo informe del Ministerio de Información ha desvelado que Camilo José Cela no se conformaba con denunciar a sus compañeros; sino que se permitía sugerir a los jerarcas del régimen - en ese caso concreto a Manuel Fraga- que utilizaran el soborno como procedimiento para "recuperar" a los intelectuales disidentes con convicciones menos arraigadas. En realidad, esta sucia y hasta ahora ignorada historia encaja a la perfección con la calidad humana del difunto marqués. Nos brinda, por tanto, una magnífica oportunidad para recordar quién fue realmente este aclamado "prohombre" al que,
aún hoy, recuerdan con veneración en ciertos círculos supuestamente progresistas.
LOS BUENOS "OFICIOS" DE DON CAMILO DURANTE
Aunque en cierta ocasión Cela llegó a expresar solemnemente "es muy amargo, más que triste, que los hombres se denuncien los unos a los otros para seguir viviendo. Se puede vivir sin caer en la delación"; el insigne escritor no se caracterizó, precisamente, por asumir los consejos que ofrecía a los demás.
En 1938 - cuando los ya victoriosos ejércitos de Franco imponían el terror y la venganza sobre
"Que el Glorioso Movimiento Nacional se produjo estando el solicitante en Madrid…" -expresaba el escritor- "y que por lo mismo cree conocer la actuación de determinados individuos… cree poder prestar datos sobre personas y conductas que pudieran ser de utilidad…"
El autor de "
Aunque han transcurrido muchos años desde entonces, las indiscretas hemerotecas aún conservan algunos de sus escritos de esta época. Como el poema publicado en el libro Laureados (Ediciones Fermina Bonilla. Madrid, 1940) que comienza:
"Mussolini nos dijo que - la historia se mueve con la rueda de la sangre..." para terminar reclamando "la bendición de Dios - Para Francisco Franco, nuestro Caudillo y Padre".
O el artículo publicado en el diario "El Alcázar" en 1949 con el título "A pie y sin dinero" (Loa del Arma de Infantería en el día de su patrona). He aquí algunos interesantes extractos de las reflexiones con las que el joven Cela comenzaba su carrera como brillante articulista:
"La guerra no es triste porque da salud- que no se me lleven las manos a la cabeza los timoratos-…la guerra no es triste, porque levanta las almas. La guerra no es triste porque nos enseña que fuera de la bandera, nada, ni aún la vida, importa…"
Don Camilo dedicaba estas patrióticas líneas a "mi coronel, el general Millán Astray". Y, a tenor de su contenido, muy bien podría haber concluido el intelectual de Iria Flavia con la famosa frase de su admirado coronel "¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia!"
¿Expresaban estos escritos un sentimiento genuino o tan solo la genuina intención de medrar a cualquier costa? Sea como fuere, durante la dictadura franquista - que condenó al exilio o al ostracismo a lo más valioso de la intelectualidad española- Cela publicó sus mejores novelas, escribía asiduamente en la prensa, recibió múltiples premios e ingresó por la puerta grande en
ODIO ETERNO
También en los avatares de su ascenso hacia la posición de escritor consagrado dejó Camilo José Cela buenas muestras de su calidad humana. Según declaraciones de su propio hijo y de uno de sus biógrafos, Mariano Tudela, el escritor gallego jamás perdonó a los académicos que se habían opuesto a su entrada en
Un buen ejemplo de esta cristiana actitud nos lo ofrece la historia de "La catira", una novela escrita por encargo por la que recibió la entonces fabulosa suma de tres millones de pesetas del dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez. Por esta obra le otorgaron además el "Premio de
en en los años setenta realizó una crítica negativa de su obra "Oficio de tinieblas 5". En esa ocasión, Cela alimentó pacientemente su resentimiento durante veinte años; hasta que, ya en la década de los noventa, se le presentó una ocasión propicia para castigar la terrible ofensa. Por aquel entonces Azancot ejercía la crítica literaria y también escribía una columna de opinión en "El Independiente". Cela no dudó en llamar a su director, Pablo Sebastián, para exigirle que despidiese a su empleado. Solo a medias consiguió sus objetivos, ya que Sebastián mantuvo a su crítico con la condición de que éste evitara mentar al insigne Nobel aunque, eso sí, le retiró su columna de opinión.
LA DECADENCIA INTELECTUAL: DE ESCRITOR A COMERCIANTE DE FERIA
Acaso haya quien considere que en nada afecta la oculta biografía de Camilo José Cela a la calidad de su obra literaria y que, en cualquier caso, se trata de dos aspectos que deben analizarse por separado. Nosotros mantenemos, por el contrario, que enjuiciar cualquier obra de arte partiendo de una arbitraria división entre estética y ética o entre su contenido y su forma, impide aprehenderla en su totalidad y que, por lo tanto, este procedimiento se convierte en una pobre herramienta para desarrollar una crítica aceptable. Pero tampoco nos parece necesario justificar teóricamente esta concepción, seguramente será mucho más ilustrativo mostrar alguna de las maneras en las que la personalidad de nuestro distinguido novelista afectó a su producción intelectual.
Muy posiblemente, si Cela se hubiera limitado a escribir "La familia de Pascual Duarte" (1942), "Viaje a
En cualquier caso, en estas tres obras alcanzó Cela la cumbre de su producción artística. Nada de cuanto alumbró más tarde conseguiría igualar la fuerza transmitida en
Muy pocos autores han sabido rentabilizar mejor la ciega admiración y los privilegios que lleva aparejada la posesión de este premio. En realidad, Cela siempre fue un maestro de la autopromoción y a menudo consiguió mantener su popularidad gracias a sus extravagancias y sus truculentas salidas de tono. Pero llegada esta etapa de su vida el escritor fue eclipsado por el comerciante y dedicó buena parte de sus esfuerzos a vender el prestigio de su pluma y de su imagen a todo aquel que pudiera permitirse pagar su nada menguado caché. Cela cobraba absolutamente por todo, conferencias, entrevistas, apariciones televisivas, prólogos para libros, asistencias a actos públicos o meras exhibiciones. Un artículo firmado por el maestro, 250.000 pesetas, publicidad de
Don Camilo tuvo la fortuna de encontrar una emprendedora apoderada para sus negocios en su segunda esposa, Marina Castaño, una periodista treintañera que alegró los últimos años de su vida y que a cambio recibiría, a la muerte del escritor, una suculenta fortuna. A Charo Conde, la que había sido su mujer durante más de cuarenta años; la madre de su único hijo; la transcriptora de sus manuscritos; la que en su día evitó que los pliegos de
Dentro del impresionante tinglado comercial que concienzudamente fue construyendo el empresario - escritor merece una mención especial
En cuanto a la producción literaria de Don Camilo, en las últimas décadas de su existencia lo cierto es que ésta fue más bien escasa y, todo hay que decirlo, de muy dudosa autoría. En las tertulias literarias y entre ciertos periodistas al parecer se hablaba de los numerosos "negros" que utilizó Cela a lo largo de su peculiar andadura como comerciante de las letras. Existen al menos dudas razonables que permiten cuestionar la originalidad de obras como Mazurca para dos muertos, ambientada en una región de Ourense desconocida por Cela, o de su última e indigesta novela, Madera de Boj.
EL ESCÁNDALO DEL PLAGIO
Sin embargo, el gran escándalo - tan grande que fue imposible evitar que trascendiera a la opinión pública- tuvo lugar cuando una desconocida escritora gallega denunció que Cela había plagiado una obra suya para escribir La cruz de San Andrés, ganadora del Premio Planeta en 1994. Sucedió que la señora María del Carmen Formoso, que así se llama la damnificada - ignorando que
en el registro de la propiedad intelectual, de manera que fue posible cotejar ambos textos, operación que demuestra, sin lugar a dudas, la existencia del plagio. Idéntico argumento y estructura, parecidos personajes e incluso frases enteras reproducidas textualmente lo atestiguan.
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La escritora Carmen Formoso |
No tardaron mucho en salir en defensa de Cela escritores y periodistas de diferente calaña, como Raúl del Pozo, Juan Manuel de Prada, Jaime Campmany o Francisco Umbral. Desde sus tribunas de los rotativos de la derecha estos mercenarios de la pluma hicieron causa común con "el maestro". El singular "izquierdista" de tertulia y columnista de El Mundo, Raúl del Pozo, achacaba a la sempiterna envidia española lo que para él era una acusación tan injustificable como el intento de rescatar, de entre los viejos documentos, el pasado de Don Camilo. No disponemos de los datos necesarios para poder juzgar si su aversión contra la memoria histórica es general o si se manifiesta tan solo cuando la porquería amenaza con salpicar a sus escritores más dilectos.
Francisco Umbral, íntimo amigo del aristócrata de Iria Flavia, no contento con proteger el honor del Marqués, decidió aprovechar también su habitual columna en El Mundo para ensañarse con Carmen Formoso a la que se refirió como "Una señora de Santiago o así" o "esa concursante de embarazo literario tardío…". En opinión de Umbral, solamente la pataleta de la derrota podía explicar una acusación tan descabellada. Según su reputado criterio, "los únicos paralelismos de ambas novelas consisten en el tema", y "donde la concursante se muestra prosaica, vulgar, anónima, Cela se muestra una vez más creador, poeta, transfigurador de realidades y sueños".
Aunque cada uno con su peculiar estilo, las loas que Jaime Campmany y Juan Manuel de Prada le dedicaron a Cela desde la páginas del monárquico ABC vinieron también a reforzar esta alianza de la intelectualidad establecida contra las osadas pretensiones de justicia de la escritora gallega. Al fin y al cabo, y según las palabras del propio Umbral: "la concursante debe estar agradecida, porque el Nobel la ha mejorado".
MUERTE Y FUNERAL DEL PROHOMBRE
De esta forma, arropado por el incondicional apoyo de éstos y otros ilustres caballeros, bien instalado en su sillón de académico de la lengua, y sin tener que malgastar su genio escribiendo para ganarse la vida, llegó don Camilo hasta los 85 años de edad. La muerte lo encontró en compañía de su querida Marina Castaño, que se encargaría desde entonces de gestionar en solitario el Emporio Cela. El funeral del ilustre Marqués no careció de toda la pompa oficial que exige el protocolo. Como correspondía, la misa fue convenientemente santificada con la participación de Antonio María Rouco Varela, Presidente de
EL NEGOCIO DEBE CONTINUAR
Pocos meses después de su terrible pérdida, Marina Castaño, protagonizaba la presentación de "Cuaderno de El espinar". Una supuesta obra póstuma de Cela compuesta por doce pequeños textos y trece grabados. Se preparó una cuidada y elitista edición de 300 ejemplares, cada uno de los cuales se vendió por la respetable suma de 400.000 pesetas. Debió de pensar Marina que bien podía la figura de su difunto esposo emular las gestas del legendario Cid y vencer algunas batallas pecuniarias incluso desde la tumba. Quizá estas filantrópicas aportaciones a la cultura,
Tampoco Francisco Umbral quiso desaprovechar la ocasión para rendir su sincero homenaje al camarada desaparecido y se dio buena prisa en publicar un libro titulado "Cela, un cadáver exquisito". Sin el más mínimo escrúpulo, el escritor madrileño se dispuso a rentabilizar el morbo del momento aireando algunos chimes o retratando a una Marina Castaño "rapaz de lujos, vestidos, champán y fama social... o nueva rica". Pero el aporte más significativo de este libro de Umbral - por lo que contiene de autorretrato- es su increíble reconocimiento del famoso plagio de Cela: "Luego, el argumento lo denunció una concursante también galaica, que era quien había escrito la historia. La habían tomado el libro para pasarlo por la máquina estilística de Cela". Algo de carnaza había que ofrecer para fabricar un betseller y seguramente Umbral no encontró mejor manera de seguir sacando provecho de su vieja amistad.
Al fin y al cabo, las exequias de Cela se convirtieron en un expresivo reflejo de lo que había sido su propia vida: un lucrativo negocio en el que, esta vez, él no pudo participar.
San Juan de los Morros nuevamente en concierto
Juan Yáñez
El pasado viernes 25 de abril en el Centro Cultural “Simón Bolívar”, tuvimos nuevamente los sanjuaneros la grata presencia de los músicos que componen la Orquesta Sinfónica del Estado Guárico, quienes se presentaron juntamente con los integrantes de la Orquesta Sinfónica de la Juventud Guariqueña “Antonio Estevez” para darnos un nuevo testimonio de su calidad musical.
En esta oportunidad y de igual modo, en el anterior concierto celebrado el 11 de abril se sumó a nuestros músicos, un director asociado que a pesar de su juventud ha desarrollado una extensa y apreciada labor en el Sistema.
Nos referimos al profesor Luis Castro, a quien le damos la más cordial bienvenida y nuestros mejores deseos de éxito en su gestión musical en el Estado.
Este ilustre músico se inició en la dirección orquestal en 1999 y desde allí ha recorrido un dilatado camino en el que se distinguiera en las principales orquestas del Sistema como lo son la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño, la Sinfónica Juvenil de Caracas, la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela y la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela.
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Profesor Luis Castro |
Comenzaremos nuestro relato, con el más reciente, nos referimos al del pasado viernes 25, el que se titulara, (en consenso con la fecha conmemorativa del Día Internacional del Libro) “Gran Concierto en la Jornada del Libro y el Idioma 2014”. Se interpretó en primer término el Concierto para clarinete y orquesta en la mayor, de Wolgang Amadeus Mozart, en el que se luciera un solista de excepción, el joven y talentoso Carlos Alexis Escalona, quien integra en la actualidad la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, quien nos asombrara con sus dotes musicales.
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Profesor Carlos Alexis Escalona |
Para completar la crónica, haremos referencia al concierto anterior y que se oficiara el viernes 11 de abril, que correspondiera a la presentación en San Juan de los Morros, de nuestro director asociado, el profesor Luís Castro, de quien ya hemos hecho mención. En aquella oportunidad el concierto fue dedicado a los Niños y Niñas del Núcleo Jesús María Torrealba de San Juan de los Morros.
Se dio inicio con el Concierto Nº 1 para corno y orquesta de Richard Strauss, siendo el solista, Daniel Graterol, un eximio ejecutante que se lució y fuera aplaudido con cálidas muestras de entusiasmo por los asistentes.
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Profesor Daniel Graterol |
Sin duda, con estos dos conciertos, se abre un nuevo ciclo para la música académica en nuestro estado y ello redundará en mejor música para una mejor sociedad.
NO SOY CATÓLICO, PERO…
Una
entrevista en la Radio Fe y
Alegría San Juan de los Morros, Guárico
Juan Yáñez
Evidentemente la gran mayoría de los venezolanos nos identificamos con
el catolicismo y ello forma parte de la tradición religiosa de este pueblo.
Aclaro que no nací aquí, pero aquí nacieron mi esposa, mis hijos y aquí me
aceptaron como un venezolano más. Los aquí nacidos, del mismo modo que otros
muchos latinoamericanos, fuimos bautizados en la pila bautismal de alguna
iglesia de los tantos pueblos o ciudades de la extensa geografía de éste
subcontinente.
Ciertamente,
cuando decimos iglesia, en la generalidad más extensa, nos referimos a la iglesia
católica, con la excepción de aquellos que han adoptado alguna de las tantas
iglesias reconocidas como cristianas, aunque no católicas.
Ser católico en la más estricta expresión,
conlleva una serie de condiciones que parten por sobre todo en aceptar la
autoridad doctrinal de la Iglesia. Corresponderá a un verdadero católico, además de apartarse del pecado, deberá
comprender su religión, ayudar a sus semejantes, practicar el bien, asistir
regularmente al culto y por sobre todo cumplir a cabalidad con los Sacramentos
de la Iglesia
Católica.
Todo ello y otras disposiciones
más, completan el exigente calificativo de católico, algo de no fácil
consecución.
A propósito de ello, oportuno será referimos que el pasado sábado, en que dio comienzo el primer día
del mes de febrero de 2014, asistimos a un espacio radial que se transmite
regularmente en la radio de Fe y Alegría, filial San Juan de los Morros,
llamado “La Cara
del Esfuerzo” que fuera animado por un gran amigo, el profesor e ingeniero
Ernesto Rangel de la Unerg ,
un hombre ducho en el mundo de la
comunicación y en otros menesteres en que tiene que ver la cultura y la
ciencia.
En cuanto a mi presencia allí, respondiendo a
la amable invitación del profesor al programa, que compartiéramos con dos de sus alumnos, versó sobre temas diversos y algunos
proyectos que pensamos llevar a la radio, entre ellos un programa sobre la Orquesta Sinfónica
del Estado Guárico. Abreviando ya, amables lectores, contesté algunas preguntas
que se me hizo, sobre temas de actualidad, entre ellos se incluyó al Papa
Francisco, y este es el quid de la cuestión.
Mi apreciado compatriota a quien aprecio más
por sus cualidades humanas que por su designación papal. Un hombre poseedor de una
dignidad sobresaliente, con suficiente amplitud de espíritu que excluye
cualquier dogmatismo religioso y llamado a reafirmar la universalidad de la fe cristiana
desde el alto cargo al que fue elegido. Esa es la esencia de su ministerio, una clara señal, para nada excluyente que va mucho más allá de lo estrictamente católico.
Entonces, amables
lectores, volviendo al título de la nota, no queda otra que ratificarlo con la
mayor convicción: No soy católico, pero…
El misterio del hombre que cayó del cielo y se estrelló en las calles de Londres
enero 2,
2014
Publicado
en: LA PATILLA Curiosidades, Titulares
Eran las
7:30 de la mañana en Mortlake, un barrio a las afueras de Londres. No había
nadie en la calle. De repente, un hombre cayó del cielo. Como si de un
meteorito se tratara se estampó contra el pavimento, de cabeza. La policía
llegó media hora después, tras recibir la llamada de un vecino. El cuerpo se
encontraba en una posición tan extraña, y un estado tan lamentable, que los
investigadores de homicidios eran incapaces de saber que había pasado con aquel
hombre. ¿Cómo imaginar que venía de un avión?, publica El Confidencial.
Mortlake
está justo debajo de una de las vías aéreas de acceso al aeropuerto de
Heathrow. El detective encargado del caso, Jeremy Allsup, ató cabos, llamó
a las compañías aéreas y descubrió que el cadáver que tenía entre manos
era el de un polizón que había viajado en un vuelo proveniente de
Angola, escondido en el hueco que hay en el depósito donde se guardan las
ruedas tras el despegue. El momento de la caída coincidida con el instante en
que el piloto había desplegado las ruedas.
Parece
una historia más propia de una novela de ficción que de un periódico, pero el
suceso ha protagonizado la última edición de The Sunday Times, y ha puesto
al descubierto un fenómeno que pocos conocían. El caso de Mortlake no es
un hecho aislado.
Desde
1947 se han identificado a 99 polizones que han viajado en el compartimento de
las ruedas de un avión. 23 sobrevivieronEn un Boeing 777, como en el que
viajaba el polizón, queda un pequeño hueco en el compartimento donde se recogen
las ruedas en el que es posible viajar si se tiene muy poco aprecio a la
vida. Si la seguridad del aeropuerto no es la que debiera –algo que sucede
en muchos países africanos–, es posible acceder a este espacio antes de que el
avión despegue. La cavidad no es mucho más grande que un ataúd pero,
por increíble que parezca, se tiene constancia de polizones que han sobrevivido
a vuelos transatlánticos.
Desde
1947, según ha estudiado el doctor Stephen Veronneay, de la Administración Federal
de Aviación de EEUU, se han identificado a 99 personas que han viajado en la
cavidad de las ruedas, en 88 vuelos. De estos, 23 sobrevivieron. Según el
doctor Rob Chapman, el patólogo que examinó el cadáver de
Mortlake, lo más probable es que el polizón estuviera vivo cuando cayó del
avión. A lo que no sobrevivió, lógicamente, es al choque contra el
pavimento.
A tanta
altura, ha explicado Chapman, el oxígeno es reducido y hace mucho frío: el
cuerpo entra en un estado de hibernación, para no consumir tanto. Lo más
probable, en cualquier caso, es sufrir hipoxia: el estado de privación de
oxígeno que acaba provocando la muerte. Hay quien sobrevive, pues, a medida que
el avión descendiente, el cuerpo se calienta y el polizón puede recobrar la
conciencia. A juzgar por los datos, un tercio tiene suerte, el otro tercio
se estampa contra el suelo (ya que no está despierto para evitar que
las ruedas se lo lleven por delante al desplegarse) o llega cadáver a la pista
de aterrizaje.
Averiguando la
identidad del polizón
¿Quién
era el hombre que cayó del cielo en Mortlake? No tenía ningún tipo de
identificación, sólo unos billetes angoleños, uno de Botswana y una moneda de
una libra; un tatuaje, en el que se leía “ZG” y, por suerte, un teléfono móvil.
El terminal estaba destrozado, pero Allsup logró recuperar parte del contenido
de la tarjeta SIM. Entre otros un mensaje a un número de Suiza que decía
“por favor amor call me” (sic).
Sólo hay
dos cosas que pueden llevar a alguien a hacer un vuelo de ocho horas y media
junto a las ruedas de un avión: el amor o la miseriaPasaron unas semanas hasta
que Allsup logró contactar con el número suizo, pero finalmente descolgó el
teléfono una mujer con un perfecto inglés. Su nombre era Jessica
Hunt y tenía toda la información sobre el polizón, Josef
Matada, de 26 años. Su familia había contratado a Josef en su casa de
Sudáfrica pero hacía un tiempo que le había perdido la pista. Lo último
que había sabido de él es que estaba en Angola y quería viajar a Europa para
encontrar una vida mejor.
Esa es la
historia que Hunt contó al detective. Pero había algo más. Hunt y Matada
eran mucho más íntimos de lo que parecía. El redactor de The Sunday
Times, David James Smith, viajó a Ginebra para reunirse con la mujer,
y descubrió que Matada no se había metido en el tren de aterrizaje en busca de
una vida mejor, se había metido en busca de la mujer que amaba.
Aunque
Hunt mantiene que nunca tuvo una relación amorosa con Matada, se hicieron muy
amigos –“éramos como hermanos”– y huyeron de casa cuando el marido de Hunt, un
acaudalado hombre de negocios, expulsó al joven africano del servicio. Pasaron
un tiempo juntos en una casa en la playa pero pronto se quedaron sin dinero, y
acabaron en la calle. Hunt decidió viajar a Berlin, donde vivía su madre, para
pedir ayuda. Intentó por todos los medios ayudar a Matada, pero el dinero nunca
llegó a su destino. Su “hermano” africano desapareció, hasta que
encontraron su cuerpo, destrozado, en una calle de Londres. Sólo hay dos cosas
que pueden llevar a alguien a hacer un vuelo de ocho horas y media junto a las
ruedas de un avión: el amor o la miseria. Matada sufría de ambas.
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