Henrique Capriles Radonski, futuro Presidente de Venezuela |
LA HORA DE VOTAR SE APROXIMA…
Juan
Yáñez
Para la política, el hombre es un
medio; para la moral es un fin. Herder
Este pensamiento justifica el compromiso
moral de incluir en nuestras notas el
tema político. Lo hemos hecho en este medio y paralelamente en un diario de la
prensa escrita de San Juan de los Morros, la que todos los domingos se
animaba, −con la mayor disposición y entusiasmo− a publicar la presente columna
y por ello siempre tendrán nuestro más sincero reconocimiento y gratitud. Volviendo al tema político, hemos explicado, quizás más de una
vez las razones de ello, sin embargo se nos hace necesario reiterar y
discúlpennos los amables y consecuentes lectores. Definitivamente nunca fue la política un tema plausible para ser cortejado desde el punto de
vista partidista, según nuestras
preferencias. Sin embargo, nos suscribimos plenamente a la célebre máxima,
aquella que dice: nobleza obliga y por ello nos es menester alegar, que las incongruencias políticas (léase gobiernos corruptos, arbitrarios,
ilegítimos) no deben jamás aceptarse por nadie, en especial por ningún
ciudadano digno y menos aún por aquellos
que disponen de alguna tribuna, aunque sea modesta, en la que puedan expresarse
cuando la palabra dicha o escrita les es ingénita y se sienten motivados a
practicarla.
Luego de este introito, solo nos queda entrar
en el tema que hemos elegido para esta oportunidad.
Pocas semanas quedan ya, para seguir hablando
del tema político de rigurosa actualidad y que se denomina: Campaña
Presidencial, Venezuela 2012. El próximo 7 de octubre, reiteramos, está
a la vuelta de la esquina, ambos candidatos en puja para dirigir el destino de
Venezuela para los próximos seis años, están en la recta final de una carrera de fondo. Ambos también, -como
les es perentorio- tienen sus estrategias para convencer a los electores de las
oportunidades que gozarían si le dieran su voto. Sin embargo, -y este es el porqué de la cuestión- el
candidato de la oposición se encuentra en inferioridad de condiciones,
ante el rival oficialista, que corre con deshonesta ventaja: Hace su campaña con una arbitrariedad de
recursos apabullarte y obscena. Días atrás en ocasión de la visita a San
Juan de los Morros, del candidato del gobierno hizo alarde de un aparataje
propagandístico excedido hasta el hartazgo, de una dimensión gigantesca, utilizando recursos y personal del estado, violando fundamentalmente la Constitución,
las reglas electores, la ética, aunado a
una desvergüenza incalificable e inaudita.
De ello
damos fe, porque hemos sido testigos, nos sorprendió la infraestructura
organizativa, tan sincronizada y
procesada para llevar a cabo el evento propagandístico con todo tipo de
componentes de primera línea. Desde los autobuses especialmente despachados
desde diversos puntos del país para llevar público al mitin, ganados a fuerza
de mañas, dádivas y promesas. También empleados públicos obligados a concurrir
con la consabida franela roja rojita, que de no hacerlo,
corren el riesgo de ser despedidos. Un
extraordinario despliegue de vehículos oficiales, nuevos, lujosos, sin
identificación alguna, ni placas, para el traslado y diligencias del personal
encargado de organizar la concentración. Todos ellos, (nos consta) incluidos en
nóminas oficiales, pagados con dinero del tesoro nacional. A pesar del esfuerzo, estas situaciones no
alcanzan los resultados que el gobierno espera por la caducidad de su
candidato, inocultablemente enfermo de gravedad, carente ya de discurso, que llega apenas a ser una repetición
grotesca de anteriores épocas, en que aún gozaba de crédito, aunque nunca no lo
mereciera. Se repiten a diario en todo el país estas artimañas políticas y
aquellos encargados de la salvaguarda de las leyes, principalmente sus más
inmediatos responsables, los rectores del CNE, permanecen ciegos y sordos ante
tanta ignominia.
Mientras
tanto y ello es motivo de optimismo, el majunche,
despectivo calificativo que Chávez utiliza para ofender a su oponente, −Enrique Carriles Radonski− se le
agranda día a día, sin importar a cuanta encuesta gobiernera y manipulada se lance a los medios El
desprestigio chavista intenta arroparse aún, con las mismas promesas que
durante catorce años incumplió a pesar de los .colosales recursos que no fue
capaz de administrar, en medio de una apabullante corrupción e ineptitud.
Chávez
y el PSUV no ignoran que Capriles es un hueso duro de roer, pues las encuestas
serias y los sondeos de opinión reflejan
resultados favorables para el candidato de la unidad y por el contrario Chávez pierde terreno
apresuradamente y sin pausa. Capriles
demuestra un incansable dinamismo y
posee una irrefutable vocación de liderazgo de notable potencial. Sin duda Enrique Capriles Radonski, el abanderado de todos aquellos que nos
duele la Patria, es una segura promesa de victoria, un candidato arrollador, con ideas, experiencia, probidad,
esperanza y firme carta de triunfo para
la presidencia de Venezuela. Los que así pensamos, solo nos quedan las urnas
para despertar de esta larga pesadilla y dar comienzo a la reconstrucción de
Venezuela. Dios así lo quiera…