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¿QUÉ SIGNIFICA SER VALIENTE?
Juan Yáñez
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 23 de enero de 2011
Amables amigos y consecuentes lectores, antes de dar comienzo a estas líneas es mi intención, con la mayor honestidad, decoro y también sin el menor ánimo de escandalizar, confesarles que no soy valiente. La valentía es una virtud que difícilmente brota espontánea y juiciosa en nosotros, sino que es explosiva e incontrolable como la ira y a la vez, noble y digna como la fe. Pocos valientes ha habido en la historia, pero si los suficientes para que la vida todavía merezca ser vivida.
El primer valiente que se me viene a la memoria es Jesús de Nazareth, - colosal ejemplo de valentía, amigos lectores- luchó solo porque nadie en aquellos tiempos comprendía el mensaje que traía. Asumió antes de nacer, y ante Dios Padre, la responsabilidad y el coraje de ser su mensajero y convertirse necesariamente en un hombre común y corriente y por lo tanto vulnerable al poder y capricho de los que lo detentan y se valen del mismo para amenazar, amedrentar y cometer iniquidades. No hay valentía y menos aún dignidad en aquellos que así proceden. En todo tiempo y lugar hubo seres de esa calaña que impulsados por su cobardía, ignorancia y malignos propósitos, buscaron medrar anunciando ficticios y engañosos valores. No están ausentes en estos tiempos, seres de similar naturaleza que desprecian y apartan a los que no comparten sus ideas ni las apoyan. Estos últimos son hombres y mujeres de bien, que caminan por las calles, van a su trabajo, luchan con denuedo por constituir una familia, para mantenerla, para educar a sus hijos, mandarlos a la escuela, vestirlos, alimentarlos, cuidar su salud y protegerlos. Son abnegadas madres y padres que con su trabajo y sacrificio hacen honor a nuestra condición humana.
Merecen respeto, amables amigos. Más aún todavía, consideración, aprecio y valoración. Se encuentran estos seres en diferentes niveles sociales, tienen diversas ideas, calidades de educación, pero tienen los mismos nobles sentimientos. Difícilmente van a pedir algo a alguien, tratan de valerse por si mismos, con el mayor esfuerzo y voluntad para seguir adelante, en las condiciones mas adversas y muchas veces humillantes por demás, siguen su derrotero de vida. Yo me pregunto, amables lectores, hasta cuando se podrá seguir así, tolerando el desprecio y los abusos que malbaratan la vida, nuestra buena voluntad y nos quieren despojar de un patrimonio, desde el más humilde hasta el mejor acabado, que son la generalidad de las veces, bien habidos, frutos de esfuerzos, de entusiasmos y de sacrificios de la familia toda. Merece que se incluya en esta nota, la bochornosa y ofensiva actitud de algunos diputados ante la Asamblea Nacional Venezolana que gozan de una injusta e indigna mayoría, que disponen de la protección y las ventajas del poder mayor, para tildar de cobardes y acusarlos de Traición a la Patria a sus colegas minoritarios y desprotegidos, que han acudido a instancias internacionales en busca de la justicia que aquí se les niega.
Los diputados de oposición fueron elegidos recientemente y legítimamente por voluntad popular y obtuvieron un mayor número de votos que el oficialismo, sin embargo ante un artificio legalizado del gobierno, son minoría. En respuesta a la pregunta que más arriba formulé, una voz suena en mi interior y me responde con estas palabras: Hasta que Dios quiera.… Y no existe nada ni nadie que pueda refutar esta respuesta. Del mismo modo es oportuno insistir que a un honorable parlamento no se va a hacer política de a tres por locha, señores diputados de cualquier gobierno, de cualquier nación y de cualquier ideología, que se precien y tengan al menos, pudor. Gobernar es un compromiso ético, es ir a favor de la Patria , por ella y para ella. Es defender los derechos ciudadanos contenidos en la Constitución ; de cumplir y hacer cumplir sus obligaciones y responsabilidades; de respetar a todo el mundo de la misma manera en que nos respeta Dios. Es propio de ignorantes creerse por encima de su voluntad.
Bájense de esa nube y dejen de hacer el ridículo, los que están en las alturas del poder de cualquier gobierno y cualquier país del planeta. Recuerden que todo lo que sube baja y tampoco se les olvide lo que está impreso en nuestra conciencia desde el momento de nacer. Nadie puede y debe ignorar que todos estamos hechos a imagen y semejanza de DIOS. Todos y cada uno somos sus emisarios e sus irrefutables testigos. Este mundo que tenemos la dicha y el privilegio de habitarlo, no es absurdo y menos aún injusto o imperfecto. Tiene reglas claras que necesariamente deben cumplirse y respetarse por todos por igual. Nadie está por encima de nadie y el hombre es cosa sagrada para el hombre. Esta es una precisa verdad. Necesario es aceptar humildemente estos enunciados aquellos que difieran de su autenticidad.
Busquen en el fondo de sus conciencias lo que es harto evidente y que no podrá ser jamás omitido y menos aún ocultado. Obrar con ventajismo es innoble y despreciable. Seamos todos hombres y mujeres de bien y también valientes. Es hora ya de dar comienzo a la dignidad que subyace en todos nosotros y en este caso particular, dirigido principalmente a los venezolanos todos; sin distingo de ideas ni de parcialidades políticas. La VALENTÍA proviene de DIOS y es necesario practicarla, porque no le incumbe a ÉL hacerlo, pero sí a nosotros. Sacudámonos el yugo de la ignorancia y de la irresolución. Los venezolanos estamos obligados a defender y mantener la DEMOCRACIA. Recordemos que, de la misma manera que flaquea el que se cree, el más valiente, se transforma en valiente, aquel que se considera, el más cobarde. No existe ser más valiente que aquel que se indigna de ser cobarde y para reparar la deshonra obra valientemente… Que pasen un feliz domingo, amigos todos.
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