Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 13 de septiembre de 2010
El Maestro Marcos Carrillo, a sus espaldas la Orquesta Sinfónica del Estado Guárico, Venezuela |
La noche del pasado sábado 4 de septiembre el imprevisible destino, tan ineludible como imperioso, -como siempre lo es- nos ofrendó un delicado presente de la más exquisita factura y del más grato buen gusto. Fue la Música, la soberana diva de las artes, interpretada con insuperable maestría y desplegando su más hondo sentimiento, que si careciera de esa cualidad no sería otra cosa que una absurda sucesión de notas y silencios.
Es entonces, como ya hemos dicho, amables y consecuentes lectores, que la Música se hizo presente en el Auditórium E.B.N. “República del Brasil, con un magnífico concierto que fuera impreso en el papel y dado a conocer como: Reencuentro Ex – Integrantes OSEG. Estas últimas siglas identifican a la Orquesta Sinfónica del Estado Guárico, institución que tiene su sede en nuestra ciudad de San Juan de los Morros.
Por iniciativa de los integrantes de la totalidad de sus áreas, los ex directivos, los amigos, los apasionados y fieles melómanos; y en primer lugar los fervorosos jóvenes músicos de su actual plantilla, que desde hace largos años se han formado musicalmente bajo su amparo y mística; y aún siguen dando lo mejor de su arte; incluyendo también aquellos nuevos músicos, valores de la más reciente generación.
En esa disposición surgió entonces de manera colectiva y espontánea la idea de reunir para un concierto memorable y apropiadamente llamado REENCUENTRO. Un concierto que reuniría a aquellos pioneros que dieron inicio al símbolo más distinguido e importante de la cultura guariqueña y hasta nos atrevemos a decir -sin la menor duda- de Venezuela, nuestra querida Orquesta Sinfónica del Estado.
Como todas las buenas y sinceras iniciativas se abordó la labor por el principio, previsión indispensable para asegurar la viabilidad de la idea y llevarla a buen fin. Se dio comienzo invitando a aquel que sembrara la semilla de esa maravillosa gesta, el Maestro Marcos Rubén Carrillo, su genial artífice, quien con el mayor entusiasmo y dedicación comenzara en aquellos tiempos cuando lo que abundaba eran precisamente las carencias y que confiara sobre todo en si mismo y en aquellos jóvenes que se agruparon a su lado.
Luchó con denuedo, sacrificio y pasión; y valiéndose de su oficio, de su laboriosidad y de su encanto logró pulir esa preciosa gema musical que nos conquistara con su belleza y que se convirtiera en nuestro mayor orgullo. Luego se convocó a aquellos músicos que se formaron bajo su batuta y se esparcieron -como se hace con la buena semilla- por otras orquestas de Venezuela y el mundo, y en sus genes conservaban todas las virtudes aprendidas para luego sembrarlas pacientemente en las nuevas generaciones de músicos.
Aquí en San Juan quedaron sus viejos compañeros de armas, quienes como abnegados, solidarios y valientes soldados cubrieron las ausencias y fueron los celosos custodios de nuestra institución musical. Esa inolvidable noche, la presencia del Maestro Marcos Carrillo, -uno de lo Directores con los mayores méritos musicales que ha dado nuestro país- al frente de la orquesta estadal, luego de un largo paréntesis- colmó todas las expectativas y previsiones y se convirtió en un acontecimiento trascendental en la vida de nuestra ciudad.
La notable personalidad del Maestro, increíblemente humilde y sencilla, con una cortesía que hasta cuando se ve obligado a regañar lo hace con una bondad y una consideración propia de los grandes hombres. Amigo de todo el mundo, comedido, amable interlocutor y con una clase, presencia y don de gente que lo hace invalorable, irremplazable y querido.
Es entonces amables y consecuentes lectores, oportuno y necesario aclarar que no es nuestra intención halagar a nuestro personaje, -a quien además de no agradarle, no lo necesita- sino dejar un testimonio de la más absoluta neutralidad posible. El halago no tiene dolientes y no es lo nuestro; no tiene mayor valor, es efímero e intrascendente como un instante.
Entrevisrado en la radio por el amigo Miguel Angel Nieves |
*************** **************** *****************
PROGRAMA DEL CONCIERTO