Buscar este blog

Bienvenidos amables amigos y consecuentes lectores de nuestra................. COLUMNA DE PAPEL

Blog de Juan Yáñez, desde San Juan de los Morros, Venezuela....

LA FINALIDAD DEL PRESENTE BLOG ES PARA EXPRESAR IDEAS, COMENTAR LO QUE CONSIDERAMOS DIGNO DE ELLO Y HASTA PARA DECIR LO INCONVENIENTE SI FUERA NECESARIO...




PAN Y CIRCO



 Juan Yáñez

Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela el 10 de julio de 2011
                      
             Roma lo inventó todo, queridos amigos y consecuentes lectores. Ese extraordinario imperio que sobrevivió durante un milenio se ocupó de todo aquello que hace a la civilización un medio imprescindible para la vida. Roma marcó pautas que nada ni nadie, hasta el presente se lograran superar o al menos igualar. Roma fue cultura, florecimiento, inteligencia, instrucción, desarrollo, progreso. También fue rusticidad, crueldad, despotismo, violencia, traición,  inmoralidad. Todo lo hizo con la preeminencia más absoluta, con una supremacía y una superioridad que aún envidiarían muchas naciones que se ensalzan de su desarrollo y poderío. Sus gobernantes, sus jefes militares, sus filósofos, escritores, poetas, artistas, juristas, etc., fueron figuras prominentes y punteros de la civilización que aún gravitan en la cultura universal. No fueron dioses,  eran concientes de sus limitaciones, lograron ser grandes sin ostentaciones; habían aprendido a fuerza de sus errores y empleando una gran dosis de constancia. 

Hechos para la conquista no aceptaban la menor vacilación que impidiera llevarla a cabo. Entre muchas otras cosas, no ignoraban que la diplomacia es primordial para someter y si ella no funciona, la audacia, el arrojo y la determinación son virtudes imprescindibles para consolidar las grandes ambiciones. Sabían de política, porque eso era el eje de su acometida; aprendieron que subestimarla o ignorarla siempre traía nefastas consecuencias y se ocupaban de ella con dedicación, pasión y entusiasmo. La célebre locución latina, Panem et circenses, que se interpreta como: Pan y circo, proviene de su cultura. Es altamente peyorativa, es decir que guarda cierta burla que pone al descubierto los ardides de los gobiernos para mantener tranquilo y en orden al pueblo, y así ocultar o distraerlo de hechos inconvenientes que van en su detrimento o mengua. Sintetizando significa: Proveer a las masas de alimento, acompañado de  entretenimiento. Vieja práctica que aún palia las carencias e incapacidad de muchos gobiernos, generalmente con poca imaginación y menos virtud que tutelan pueblos débiles y poco ambiciosos.  La frase salió a la luz en el primer siglo de nuestra era y fue Juvenal, un poeta romano su creador. Satirizaba la corriente práctica de los emperadores romanos de regalar pan o trigo y a la vez entradas para los espectáculos circenses a los que eran exageradamente afectos todos, sin diferencias de clases. Con ello mantenían al pueblo ocupado en la distracción y a la vez alimentado, aunque  modestamente,  pero sin que les  sea  necesario hacer el  menor esfuerzo o trabajo para conseguirlo; por supuesto, -a pesar de su precariedad- quedaban suficientemente conformados y dichosos. Nada nuevo bajo el sol que nos alumbra en estos tiempos y  muy semejante a lo que en esta tierra de gracia, desde la democracia y hasta nuestros días se conoce como: Bozal de arepa. 

Los seres humanos somos criaturas destinadas a la excelsitud; de ella provenimos y ese es nuestro destino; pero en la búsqueda de lo sublime, transitamos por caminos indignos  e ímprobos, hasta que luego de dolorosas experiencias logremos comprender y consignar, que digna es la constancia,  el trabajo, el esfuerzo, la templanza, la integridad y la ética. Volviendo nuevamente al pan y circo, queridos amigos,  diremos que los pueblos de la vieja Europa, aun conservan la expresión con un ligero cambio pero con la misma connotación. Los españoles  la expresan diciendo, pan y toros, los italianos, pan y fútbol e imaginamos que a los ingleses les cabría perfectamente, pan y bar. En cuanto a la expresión que nos identificaría como venezolanos, la dejamos a la imaginación del lector.  Leemos en Wikipedia: “Julio César mandaba distribuir el trigo gratuitamente o venderlo muy barato, a los más pobres unos 200.000 beneficiarios, (una enorme cantidad para aquella época). Tres siglos más tarde Aureliano, continuaría la costumbre repartiendo a 300.000 personas dos panes gratuitos por día”.
Juvenal
                                          El mismo Juvenal se expresa en su obra Satire, de esta manera: “…Hace ya mucho tiempo, cuando no vendíamos nuestro voto a ningún hombre, hemos abandonado nuestros deberes; la gente que alguna vez llevó a cabo comando militar, alta oficina civil, legiones- todo, ahora se limita a sí misma y ansiosamente espera por sólo dos cosas: pan y circo”. Evidentemente es el alimento la sustentación primaria de los pueblos, pero ella no alcanza cuando el ocio lo envilece. Roma vivía de los bienes que producían sus vasallos conquistados y explotados que distribuidos por todo el imperio aportaban al orbe sus productos.  Los principales cargos públicos eran ocupados por una élite gobernante por sobre todo decorativa y ostentosa, los demás ciudadanos libres poco hacían, la mitad de ellos no trabajaba y la otra, lo hacía a regañadientes solo media jornada. Los males que el ocio conllevaba era necesario neutralizarlos con pasatiempos principalmente  rimbombantes y arriesgados. Abundaban las carreras de carros de guerra, las luchas a muerte entre hombres, entre hombres y fieras, en los que participaban como espectadores desde el último plebeyo,  hasta el emperador. 
Coliseo Romano en la actualidad

El Coliseo Romano, el Circo Máximo y otra infinidad de edificaciones destinadas al espectáculo satisfacían aquel ocio desmesurado y degradante.  Es entonces, amigos lectores, que definitivamente el populismo es de vieja data. De una forma o de otra, existe constancia de su aplicación luego de la caída de Roma y de ello hace ya más de quince siglos. Siempre hubo tiranuelos -y seguramente jamás acabarán- que emplearon ese viejo ardid romano para aferrarse al poder y su popularidad se asentó en un populismo sustentado por promesas a sus seguidores y a la  vez por amenazas a sus opositores. Pan y circo es una de sus principales consignas y la clave de su subsistencia. Pasen un feliz domingo, amables amigos


Material gráfico: flakk82.blogspot.com   conosinpalabras.blogspot.com   viajesdeeuropa.com   imagina65.blogspot.com    France Press